Cristina en su laberinto

en La Hoja Socialista 23/Novedades

La Cámpora y militantes de diferentes organizaciones marcharon el domingo hacia la Plaza de Mayo, en conmemoración del Día de la Lealtad peronista. A pesar de haber convocado a los votantes del Frente de Todos a través de un comunicado del Partido Justicialista, el presidente Alberto Fernández no asistió al acto. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tampoco se hizo presente, y sí concurrió 24 horas antes al Encuentro Nacional de Jóvenes de la Cámpora en la exESMA.

Da la impresión de que Cristina no tiene brújula y, evidentemente, no hay cosa que le esté saliendo bien. Ella fue la gran perdedora de las PASO y el problema que tiene ahora es cómo recuperar la centralidad política, sobre todo de cara a lo que se viene. En este sentido, nos tendríamos que preguntar cuál va a ser el lugar que va asumir la ex presidenta. Al parecer, estaría jugando a dos puntas. Por un lado, asumiendo una postura de: “yo no perdí”, “la culpa no es mía, sino que es de Alberto”, “si hubiéramos hecho otra cosa desde el principio no hubiera habido inflación”, etc.

Por otro lado, convocando al peronismo. No es extraño que ella haya querido mantener la fecha y el ritual cuando junto con Néstor se encargaron varias veces de restarle importancia a la marcha. En su momento, fue el difunto presidente el que se dio cuenta de que era necesaria una transversalidad para poder armar un esquema que funcione cuando el peronismo resultaba algo modesto. Ahora, Cristina está advirtiendo que es probablemente lo único que le queda. Está buscando qué puede hacer con el peronismo.

Ahora bien, otra discusión es si el peronismo quiere hacer algo con ella y cuál de todos los aparatos que se autodefine como peronista, es el que a “la jefa” le puede dar algún cobijo después de la derrota. Si sale victoriosa para noviembre, no va a tener problema en reconstituir la cosa acomodándose de alguna manera. Pero, lo más probable es que pierda, tal vez con un porcentaje todavía mayor. Si la cosa avanza más o menos bien, el peronismo territorial se queda con el gobierno. Y en ese escenario, para Cristina no hay mucho lugar. Está claro que el acto fue contra Alberto.

De todas “las Cristinas” que andan dando vuelta: ¿cuál va a operar a partir de noviembre? Ella va a jugar con cualquiera que le permita seguir en camino. Otra pregunta a hacerse es cuál es el combo social. El peronismo territorial es la población sobrante de provincias y municipios, es la base que Cristina debería controlar. Además, ese combo llena la CGT y puede nuclear detrás de sí a buena parte de la UIA. Todo va a depender de qué vaya a hacer Alberto y si instala a Manzur como tal.

En todo este contexto, el mejor escenario para “la jefa” es romper antes de que la echen, de que Alberto la saque. Pero, todo depende de para dónde van las elecciones. Por lo que puede apreciarse hasta ahora, pareciera que se dirigen a un resultado electoral como el de las PASO.

En este cuadro de situación, los trabajadores tenemos una sola alternativa: nosotros mismos. Suceda lo que suceda el mes próximo, lo cierto es que el ajuste va a continuar y más temprano que tarde alguien va a tener que pagar los costos de la maquinita de imprimir billetes, con la que el gobierno está intentando mejorar su imagen, tirando migajas para todos lados. Como siempre, esperan que la paguemos nosotros. Por ello mismo, tenemos que expresar nuestra bronca en las urnas, pero, sobre todo, trasladarla a las calles. Para que se vayan todos y gobernemos nosotros, los que hacemos andar el mundo.

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