La interna peronista
El avance de la crisis económica, la degradación acelerada de las condiciones de vida de la clase obrera y la descomposición política del gobierno peronista se retroalimentan y exigen una respuesta contundente de la clase obrera. Sus direcciones se ven presionadas por el descontento, pero se debaten entre la duda, el inmovilismo y la toma de posiciones en la interna peronista. La CGT puso fecha a una marcha, pero para dentro de un mes sin definir contra quién o a favor de quién va a marchar. Lógico, de aquí a un mes no sabemos quién va a estar al frente del Estado. Los “movimientos sociales” oficialistas están presos de su propia interna entre cristinistas (Grabois) y albertistas (Movimiento Evita y Barrios de Pie), pero todos empujados por la intención de Cristina (quien realmente gobierna hoy) de fortalecer al Estado, aceitar la maquinaria electoral y, por lo tanto, priorizar intendentes y gobernadores en el reparto de la asistencia social.
La Jujuy radical
Sólo el desastre de la gestión nacional puede tapar el ajuste de Gerardo Morales. Jujuy está muy por lejos de ser lo que la propaganda presidencialista de Morales marca. Hechos que lo demuestran sobran: paritarias debajo de la inflación, contratos temporales, salarios irrisorios. Todo esto lo padecen los trabajadores estatales, pero en particular los trabajadores de la salud sufrieron el escarnio del gobierno radical. Por televisión eran laureados, pero en el día a día en su lucha contra la pandemia sus derechos como trabajadores eran vulnerados.
Recientemente se conoció la propuesta del gobierno de tan sólo el 12% de aumento, Morales no sólo avanza contra los salarios. También, lo hace contra el derecho a la protesta: amenazas de descuentos, revocar contratos especialmente de los nuevos trabajadores que se sumaron durante la pandemia.
Una salida
Peronistas y radicales nos ajustan día a día, cada sector de la clase obrera padece de distintas formas el ajuste de la burguesía (patrones), los desocupados la falta de empleo, los trabajadores ocupados (salud, docentes, municipales, etc.) vulneraciones a sus derechos. Frente a este cuadro de crisis, nos une la degradación acelerada de nuestras condiciones de vida. Es momento de dar un paso hacia adelante, ese pasó no es más que la unidad de todos los trabajadores (ocupados y desocupados), mediante que la unidad nos permita terminar con el hambre que han plantado peronistas y radicales. Hay que poner en pie una gran Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados Desocupados para enfrentar el ajuste. Pero no solo para eso. Hay que debatir un plan de gobierno que transforme la Argentina desde sus bases, alcanzado una elevada productividad que pueda brindar bienestar social para la clase obrera.