CABA: Larreta rifa la salud de alumnos y docentes

en Conti-Santoro/Novedades

El gobierno de Larreta sigue avanzando en la reapertura de las escuelas. Como dijimos anteriormente, las escuelas reabrirán en esta primera etapa como “espacios digitales”, es decir, para brindar conectividad a aquellos alumnos que desertaron. En el día de hoy, la novedad fue que adelantó la fecha y, de septiembre, pasó al 31 de agosto. La estrategia del gobierno fue simple: hizo circular la noticia por los medios para prever el impacto. Al notar poca resistencia, decidió confirmar la medida en la última conferencia de prensa junto al presidente Fernández. Esta semana avanzó un paso más en ese sentido al adelantar la reapertura. Pero eso no es todo. El gobierno evalúa la extensión del ciclo lectivo durante el verano y la posibilidad de asistir los sábados. Si bien Trotta se reunió con el gobierno de CABA para evaluar la propuesta, dijo que no estaban dadas las condiciones para volver a las aulas. No es novedoso. Como sucedió con Jujuy, el gobierno nacional sale a desmarcarse para no asumir luego ninguna responsabilidad política.

En un principio, Larreta afirmó que serían unas pocas escuelas. Hoy sabemos que mintió. Los funcionaros aseguran que en una primera etapa reabrirán 634, 464 del Nivel Primario y 170 del nivel secundario. Conviene preguntarse qué implica esa magnitud. Bien, del nivel primario implica que se abren todas las unidades educativas estatales del nivel, para el secundario se abren todas las unidades educativas secundarias de la modalidad común y un poco más.  Para que no nos asustemos, nos dicen que más adelante podrían sumarse algunas escuelas de gestión privada. En este cuadro, también fueron modificando la cantidad de alumnos. Primero hablaron de 5.100 desconectados, ahora dicen que son 6.500, número que puede crecer aún más sabiendo que en todas las escuelas se conminó a los directivos a informar nuevamente el número de desconectados. Vale la pena recordar que los “desconectados” son aquellos que no tuvieron ningún tipo de conexión con sus docentes, lo cual deja de lado a quienes no pudieron continuar con sus labores pedagógicas. No es un dato menor. Con el correr de los días seguramente irán sincerando los números con el fin de precipitar la vuelta y ese fantástico 95% de alumnos conectados descenderá abruptamente.

Probablemente, lo más preocupante sea que ni siquiera se publicó el protocolo. Lo poco que conocemos al respecto es gracias a los medios de comunicación. Sólo sabemos que volverían en grupos de 15 alumnos en aulas de tres chicos. En total cada escuela abriría cuatro horas y cada grupo deberá ser previamente designado para evitar desbordes, con un máximo de dos horas de permanencia. Ahora bien, los alumnos podrán asistir a la escuela siempre y cuando no utilicen los medios de transporte públicos. Sin embargo, hoy los permisos son una fantasía ya que los controles se flexibilizaron. Por lo tanto, lo más probable es que los medios de transporte colapsen de gente. Eso sí, el gobierno puso como obligatorio el uso de barbijos, alcohol en gel y la toma de temperatura. Dicho sea de paso, empiezan a probar el nivel de contagio en forma escalonada utilizando de conejillos de indias a los propios alumnos y sus familias.  

La reinserción de los estudiantes quedará en manos de organizaciones barriales y representantes del Ministerio de Educación. Esta jugada tiene cierta astucia ya que Larreta no confronta directamente con docentes, sino con trabajadores estatales (probablemente del INTEC). La medida es absurda. Con la cantidad de docentes desocupados o subocupados, no podemos dejar en manos de organizaciones barriales las tareas pedagógicas. Esos docentes que se ganan la vida con changas o viven de prestado, bien podrían estar dentro de las escuelas cumpliendo estas labores en forma remota. Eso sí apuntalaría el proceso de continuidad pedagógica. El uso de personal no docente responde, además, una jugada que busca sortear el rechazo gremial a la medida. Como si las escuelas no fueran a tener que ser abiertas por su personal directivo y no docente, higienizadas por auxiliares. Además, como si no fuéramos a defender que esos también son trabajadores que van a ser expuestos innecesariamente.

Cualquier persona con un poco de sentido común, sabe que el problema de la desconexión se soluciona simplemente con computadoras y conexión gratuita y de calidad. No hace falta llevar a los alumnos precipitadamente a las escuelas, sino llevarles computadoras a los alumnos y garantizar condiciones mínimas en el hogar. Además, necesitamos de docentes y personal técnico para garantizar el acompañamiento pedagógico de los desertores y quienes pueden continuar con la modalidad remota. Trabajadores sociales y psicólogos para atender el stress de la pandemia en miles de hogares, la sobrecarga de tareas de madres que se ven forzadas a convertirse en docentes. Esos trabajadores podrían además atener las situaciones de violencia que van in crescendo con la pandemia. Claro que, para eso, se necesita de dinero, algo que el Estado no está dispuesto a brindar. En lugar de eso, el gobierno nos expone al contagio en un momento en el cual los casos ascienden. Para hacer efectivos nuestros reclamos, es urgente convocar a una asamblea unificada y accionar en consecuencia.

La Corriente Nacional Docente Conti-Santoro exige:

  • No a la vuelta apresurada a las aulas
  • Wifi gratuito y de calidad para todos
  • Netbooks para todos los alumnos y docentes
  • Contratación del personal docente técnico, asistencial y pedagógico necesario para acompañar la trayectoria de todos los alumnos.

Corriente Nacional Docente Conti-Santoro

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