El miércoles pasado hubo asamblea de AGD. Allí se manifestó de nuevo la rotunda negativa del PO (Naranja ciencia y técnica y actual conducción del gremio) a realizar cualquier tipo de balance.
Bajo el precepto de que todo lo actuado estuvo bien, de que otros gremios estuvieron peor o hicieron menos y que cualquier crítica a la conducción implicaría una crítica a un sindicato clasista se esquiva cualquier evaluación negativa de lo actuado en el año.
El PO intentó instalar el rechazo a la enseñanza virtual en la pandemia, bajo la idea de que la virtualización de la educación es un objetivo permanente del FMI. Denunciaron una supuesta virtualización forzosa y combatieron contra ese fantasma dejando pasar la caída salarial, el incumplimiento de convenio, la continuidad de los ad honorem. Ahora que se acerca fin de año y se ven los resultados, le pasan la pelota a CONADUH: el problema es que CONADUH concilia y no está dispuesta a luchar. Sin embargo, el PO y el resto del FIT votó hacer paro solo si CONADUH lo acepta contra quienes votamos (en principio, RyR y PO tendencia) que la AGD decretara el paro aun sin CONADUH no lo hiciera. SE ve así como el PO apuesta al inmovilismo, pero trata de responsabilizar a CONADUH.
Para el PO el FMI es Deux ex Machina: al inicio de año acusaba al FMI de promover la virtualización. Ahora dice que el anuncio de la vuelta a la presencialidad está ligado a la última negociación con el FMI. ¿En qué quedamos el FMI quiere la enseñanza virtual o la presencial? Los compañeros sin sonrosarse insisten en que ambas afirmaciones son correctas. Para peor tratan de probarlas apelando a sus profecías autocumplidas: el PO afirma que el FMI estuvo atrás de la virtualización forzada porque quiere virtualizar las universidades y lo demostraría cómo se ha vaciado el CBC presencial. Pero el CBC presencial se ha vaciado porque el PO se negó en un primer momento a promover un plan de contingencia y promovió el no dictado de clases (rechazo a la virtualización forzosa), como consecuencia los estudiantes en el segundo cuatrimestre se pasaron en masa al sistema a distancia UBAXXI. Pregunta: ¿el CBC presencial se vació por designio del FMI o porque es lógico que si en una modalidad no se da clases y en otra sí, los estudiantes prefieran la segunda? Un partido honesto se responsabiliza por las consecuencias de sus acciones.
Por otra parte, no vimos al PO oponerse con la misma fuerza al retorno apresurado a la presencialidad que la desplegada para oponerse a la virtualidad. Enseguida están dispuestos a discutir protocolos y piden formación de comités por universidades. Afirman un rechazo rotundo a la vuelta ahora, pero plantean discutirlo en febrero. Con esto demuestran desconocer la forma en que el conflicto se despliega (o conocerla y jugar para la vuelta en marzo).
Si el gobierno anuncia un regreso a clases a mediados de noviembre, no es porque su objetivo real sea volver a los edificios universitarios unas semanas antes de que terminen las clases de este año, sino desgastar cualquier resistencia en estos últimos meses del 2020, para avanzar con decisión a inicios del 2021. En ese sentido la estrategia de ahora no, pero en febrero hablamos no es la correcta. Tampoco es correcta la estrategia de sentarnos a discutir protocolos y especificidades de las facultades. La masividad de las clases universitarias impide que sea posible volver a la presencialidad en medio de la pandemia. Eso es lo que debe ser planteado y discutido, no cuantos frascos de alcohol en gel piensan colocar en sala de profesores. Cualquier comité por facultad es nuestro último recurso, nuestra última línea de defensa contra un retorno criminal a la presencialidad. Pero, precisamente por eso, no es allí donde debemos desplegar ahora la lucha, sino en un plano más general. Si ya aceptamos que en febrero se podría debatir un regreso, si planteamos que hay que debatir en paritarias y en comités de facultad, empezamos a retroceder posiciones y a parcializar la lucha.
A diferencia de la ridícula campaña contra la “virtualización forzada”, desoída por todos los docentes que dieron clases virtuales, el rechazo a la presencialidad en medio de la pandemia es un reclamo sentido por la docencia universitaria al que hay que dar lugar y fortalecer, algo que ni el PO, el resto del FIT ni el PO tendencia parecen dispuestos a hacer (el PO Tendencia también se manifestó en torno a evaluar en febrero un posible regreso). Por ello se negaron a votar una resolución más firme contra el retorno a la presencialidad que RyR propuso.
En el balance de cierre los oradores del PO resaltaron la supuesta homogeneidad de la asamblea, porque todos nos oponíamos a volver a la presencialidad aunque unos más que otros. Esto es falso.
No es lo mismo oponerse a cualquier vuelta mientras haya circulación comunitaria del virus y carezcamos de vacunas que oponerse al regreso en diciembre, para aceptarlo en febrero o aceptarlo si nos dan frasquitos de alcohol en gel o micrófonos para hablarles a 100 estudiantes con el barbijo puesto. No es una cuestión de matices. No es una cuestión de parecer más radicales. Acá hay una diferencia central entre quienes se opusieron a la virtualización por prejuicios (prejuicios luditas y la falsa idea de que estos eran los planes del FMI) y ahora aceptarían volver en febrero marzo mientras que haya algún tipo de consulta a los sindicatos y quienes consideramos todo este tiempo a la virtualización un mal menor y necesario en medio de la pandemia. Nosotros que hemos sostenido siempre esa posición nos negamos a volver a facultades que parecen hormigueros hasta que la situación sanitaria se haya resuelto por completo.
Link a resoluciones de la última asamblea de AGD aquí comentada: https://www.facebook.com/…/a.78879499…/3295108710606438/