Arabela Carreras contra los trabajadores de la salud y en defensa de las patronales del turismo

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La provincia de Río Negro se encuentra al límite de la saturación del sistema de salud. A esta situación, se suma los reclamos que vienen llevando a cabo los trabajadores de la salud en rechazo a la suma fija acordada entre el Gobierno y el gremio ATE, al considerar que ese esquema achata la escala salarial. Por eso piden una recomposición en base a la inflación. A esto hay que sumar que los salarios de los médicos tienen muchos componentes no remunerativos y montos básicos que promedian los $ 12.500. Frente a esta situación, en Bariloche, los compañeros y compañeras se vienen manifestando en las escalinatas del Hospital Zonal Ramón Carrillo, los jueves de cada semana. Cabe recordar que, en cambio, para los jueces del STJ si hubo aumento salarial que alcanzará los 600 mil pesos.

La gobernadora Arabela Carreras se manifestó en el día de ayer con respecto a los reclamos. Muy suelta de cuerpo dijo que no está en condiciones de realizar una nueva propuesta salarial para el sector. Según Arabela, se deben conformar con el aumento que “llega a un máximo de la masa salarial del 22,5%”. Confirmó, además, que no se podrá realizar una nueva propuesta salarial debido al impacto de la pandemia en las arcas públicas. Es decir, no solo cerró una paritaria a la baja para el personal más indispensable en estos tiempos de pandemia, sino que además, cínicamente, responsabiliza a la pandemia de una situación de precarización laboral y degradación del sistema de salud que lleva décadas y que tiene a su espacio político, Juntos Somos Río Negro, gobernando los destinos de la provincia por tres mandatos consecutivos. Agregó que “es legítimo el reclamo y el malestar que se puede generar en un contexto de pandemia, para un personal de Salud que está agotado y que ha respondido tremendamente y con una lealtad absoluta al pueblo de Río Negro”. Como vemos, Arabela se llena de la boca hablando del esfuerzo que viene llevando a cabo el personal de salud, cree que el reclamo es legítimo, pero no está dispuesta a mejorar ni sus salarios ni sus condiciones de trabajo. Para ella, los trabajadores de la salud son una de las variables de ajuste. También cerró la opción de diálogo directo al reconocer como únicos interlocutores a los gremios. Es decir, a los burócratas de la salud, más preocupados en garantizar la gobernabilidad que en mejorar la situación de quienes dicen defender.

A los reclamos salariales, se suma que hace tiempo los trabajadores de la salud vienen denunciando la demora y la insuficiencia en la provisión de los elementos de seguridad e higiene, con faltantes de los insumos más elementales como barbijos y alcohol en gel. La disponibilidad de camas de terapia intensiva, por su parte, está al límite. Lo mismo sucede con el recurso humano. Frente a esto, no hay ninguna propuesta concreta para solucionar el problema. Como ya explicamos en otra oportunidad, no hay una política para cubrir los casos de los médicos o enfermeros que están infectados o permanecen con licencia por riesgos de salud. El miserable aumento de sueldo resulta más una burla que una política concreta para el sector. A su vez, los miserables 20 mil pesos que se iban a pagar en cuatro cuotas nunca fueron abonados. Tampoco se puso en marcha un plan para que todo el personal precarizado pase a planta permanente, ni se concretó una política de “médicos de reserva” para suplir las bajas del sector.

Frente a esta situación catastrófica, la patronal del turismo presiona para ocultar una situación que se desborda. Mientras los trabajadores de salud están en lucha y el sistema de salud está colapsado, el 16 de octubre comenzó la prueba piloto, exclusiva para residentes del Alto Valle, con el ingreso de los primeros turistas a la ciudad de Bariloche. El mensaje es claro: el cuidado de las ganancias de los patrones por sobre las condiciones de vida de los trabajadores indispensables es la prioridad de este gobierno burgués.

Como venimos denunciando, la situación de emergencia sanitaria que vive la provincia es previa al Coronavirus. La pandemia la expuso y la ineptitud del gobierno provincial y de los gobiernos municipales la aceleraron notablemente. Nada se puede esperar de los gobiernos burgueses. A ellos no les interesa la vida de la clase obrera, están preocupados por las ganancias de los patrones.

Es hora de que los trabajadores de Río Negro tomemos el asunto en nuestras manos. Los trabajadores de la salud deben recibir un salario no menor a dos canastas básicas totales. Es imprescindible contar con mayores recursos humanos para suplir las licencias. A su vez, el sistema de salud debe centralizarse ya en manos de los trabajadores, para que este pueda estar al servicio de las necesidades de la clase obrera y no de la ganancia capitalista. La salud por sobre la ganancia debe ser la prioridad.

Reapertura de paritarias y recomposición salarial.

Basta de subsidiar a las patronales.

Que la crisis la paguen los capitalistas.

Razón y Revolución Río Negro

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