Ayer se reabrió la negociación paritaria de la administración pública nacional y se negoció un 10% de aumento que cobraremos recién en junio. Según los gremios ello garantizaría un aumento del 64% y con ello los estatales le ganaríamos a la inflación. Pero lo cierto es que esos números son engañosos y nuestro salario sigue cayendo.
Es importante señalar que la reunión de ayer no fue, como promovió el gobierno, para adelantar la paritaria de 2022, sino para renegociar la de 2021. Esto es clave porque la paritaria estatal vence en mayo y los aumentos, como no son acumulativos, se calculan sobre el salario de mayo del año de la paritaria. Por lo tanto, el 10% se calcula sobre el salario de mayo de 2021. Si se hubiera adelantado la paritaria 2022 se podría calcular sobre el de mayo de 2022. Ello hubiera significado un aumento mayor, que además tendría más sentido, siendo que el aumento se va a dar con el salario de mayo, es decir que coincide con el momento en que debe reabrirse la paritaria. Es evidente que esta movida permite promocionar un aumento porcentual que en números reales va a ser menor que el que correspondería si se hubiera pactado ese porcentaje en el marco de la paritaria 2022.
Por otro lado, como este aumento recién lo cobraremos en junio de 2022 la paritaria se estira, en los hechos, a 14 meses. Por eso, la comparación no hay que hacerla con la inflación interanual simplemente, sino con la inflación acumulada en esos 14 meses. Si tomamos la inflación ya conocida de mayo de 2021 a marzo de 2022 y le sumamos la proyectada por el Banco central para los meses de abril, mayo y junio de 2022, vamos a obtener que la inflación acumulada en esos 14 meses es de 68,6%. Es decir, el 64% sigue quedando por debajo de la inflación acumulada en el período que abarca realmente la paritaria. Más exactamente queda 3,4 puntos por debajo.
Hay un tercer elemento que esconden los números que promocionan los sindicatos y el gobierno. Como los aumentos paritarios se pactan en cuotas no acumulativas y con cómodos plazos para el gobierno, la realidad es que ese 64% recién lo tendremos en nuestro bolsillo en junio de 2022. La mayoría de los meses tenemos un aumento menor. Por lo tanto, ese 64% es un porcentaje engañoso. No solo eso: cada año que pasa las cuotas se van ampliando, y también los plazos para pagarlas. Si hasta hace poco los aumentos se pagaban en pocas cuotas, en los primeros meses de vigencia de la paritaria, ahora la realidad es otra: este año la paritaria se pagó en 8 cuotas, y la última recién va a ingresar el último mes que rige la paritaria. De esta forma los aumentos se fragmentan, y la mayor parte del año el estado paga salarios muy menores a lo pautado.
En definitiva, no importa cuánto lo quieran enmascarar, la realidad es que nuestros salarios siguen perdiendo contra la inflación y, por lo tanto, el ajuste sigue. Hace más de una década que nuestros salarios caen, gobierne quien gobierne. Los gobiernos pasan y son los mismos sindicalistas los que siguen pactando nuestra caída salarial. Necesitamos organizarnos para recuperar nuestros sindicatos y dar la batalla para una recomposición salarial que saque a los estatales de los niveles de pobreza salarial.
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución