Tanto en Chile como en Cuba parece agitarse algo parecido al “que se vayan todos”, en tanto se rechaza el orden que existe y no queda claro qué es lo que queremos. Para entender lo que está ocurriendo allí tenemos que repasar tanto lo que pasó hace unos 25 años como lo que ocurrió en los últimos dos siglos.
Lo que estamos viendo hoy en día es la pacificación, pero no en términos de paz, sino en relación al Pacífico. Si prestamos atención al universo colonial y al precolonial, es decir, a lo que comprendió los imperios andinos y lo que se gesta después de la invasión española, vemos que es un mundo de cara al Pacífico. Tiene que ver con la forma en la que esas economías entran en la economía mundial organizadas por el feudalismo español en expansión. Durante siglos, las grandes fortunas estaban del lado del Pacífico.
La aparición de Inglaterra en el primer plano cambia el eje del mundo y arma una nueva división internacional del trabajo. Porque ahora lo que importa son las materias primas para la Revolución Industrial. Y es ahí donde toda la economía de América Latina empieza a atlantizarse, es decir, se vuelve hacia el Atlántico. Las economías importantes pasan a ser las del Atlántico.
Ahora bien, estos últimos años, la aparición de China junto con su ya predecesora Japón vuelve a re-pacificar el mundo. Es decir, el mundo se vuelve nuevamente hacia el Pacífico. Y se estará preguntando: ¿qué significa eso para América Latina? El fin de los mercados internos y la emergencia de una masa gigantesca de población sobrante. Es decir, de gente que estaba “vegetando” en el mundo rural y pasa a transformarse en obreros productivos en el mundo urbano.
Esa transformación del mundo rural asiático en obrero productivo destruye la escasa capacidad productiva de sus compañeros obreros de los países latinoamericanos. Que ahora se han transformado en la nueva fuente de población sobrante. América Latina pasa a ser un continente de una masa gigantesca de desocupados permanentes.
Su situación va a variar en la medida que se reactive, de alguna manera, lo poco que queda de sus mercados internos. Y que esa reactivación vaya de la mano, como siempre sucede, o de endeudamiento o de un alza del precio de las materias primas. En el caso de Argentina, cuando esto último se produce implica una especie de renacimiento que nos lleva a lugares de “supervivencia” porque nunca nos retorna al punto de partida.
En el marco de ese contexto es que estalla América Latina y esa explosión va a impactar de forma diferente dependiendo el lugar. Esto es lo que da lugar a la aparición de una burguesía. Ya encontrándonos en los últimos 25 años vemos el surgimiento de dos fracciones. Una que trata de salvarse en ese proceso por la vía de consolidar a la población sobrante y expulsar burgueses, es decir, una economía cada vez más concentrada para menos gente. A esto se le suele llamar neoliberalismo. Y la otra, que implica la acumulación de todos los heridos por este proceso. A esto se le ha llamado populismo.
Chile ha entrado en esta última etapa, la del populismo. ¿En qué sentido? Se han empezado a juntar los heridos y han producido lo que ocurrió en los años 90 en otras partes de América Latina. De ahí que toda Latinoamérica está atravesada por procesos constituyentes vaciados de todo sentido porque el sujeto que podría constituir algo distinto no está. Si observamos, por ejemplo, la constituyente chilena podemos ver cómo está llena de demandas de “las minorías”: sexuales, étnicas, de los niños, de las mujeres, etc. Pero no menciona en ningún momento a la clase obrera.
Ahora ¿qué es lo que está pasando en Cuba y cómo se inserta en esto que mencionábamos? Este país posee el problema de su viabilidad histórica. Nos podríamos preguntar si está en condiciones de constituir un Estado Nación. Cuba perdió 60 años de haber construido una economía que le de sustento a una experiencia nacional. Durante mucho tiempo fue la Unión Soviética la que la sustentó, pero cuando esta se disolvió la burocracia cubana no se preocupó por desarmar la estructura productiva en base a ciertas materias primas como la caña de azúcar.
Conclusión, hoy Cuba se encuentra con poco y nada. Lo único que se les ocurre es utilizar a la población como mano de obra barata. Todo se basa en estas nuevas zonas especiales donde el capital extranjero viene y hace lo que se le da la gana. Como a la burocracia cubana no se le cae una idea se dirige desde los 90 a un camino de retorno al capitalismo que está estallando por todos lados. Porque la población de América Latina se resiste a ser población sobrante y eso es lo que acaba de estallar en Cuba donde la revuelta se da contra el proceso restauracionista que está llevando adelante el gobierno cubano desde hace 20 años.
En los procesos de ambos países (Cuba y Chile), hasta ahora, sigue estando ausente la clase obrera marcando un rumbo. Es ella la que tiene que levantarse y organizarse en una Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados de cara a una salida obrera y socialista.
En la lucha … se ha dejado de caminar…