Hace días se vive un clima convulsionado en la pequeña localidad de San Jorge, de aproximadamente 25.000 habitantes y ubicada en el centro-oeste de la provincia de Santa Fe. El conflicto comenzó luego de que se produjeran varios despidos en el frigorífico Quickfood, actualmente propiedad de la empresa brasileña Marfrig, entre ellos el de un trabajador por estar presuntamente vinculado con el reclamo por aumento salarial y mejora de las condiciones de trabajo que se viene sosteniendo por parte de un sector del personal.
Los reclamos y el papel de la burocracia
Tres meses atrás, representantes de distintos sectores de la planta se reunieron para articular un pedido de aumento salarial. Según ellos, sus reclamos no fueron atendidos y tiempo después comenzaron a producirse las desvinculaciones. Los trabajadores señalan la complicidad de la patronal con la actual conducción del Sindicato de Trabajadores de la Carne. Junto a los despidos, que incluyen los de algunos empleados que se encontraban gozando de licencia médica, lo que constituiría una acción totalmente ilegal, también se sostiene que se produjeron reubicaciones de puestos, hecho que termino afectando los salarios de los trabajadores.
Ante tal situación, decenas de empleados del frigorífico se manifestaron frente a las puertas del sindicato, para reclamar por la reincorporación de los compañeros despedidos. La movilización a la sede gremial, termino con denuncias de los obreros por el trato hostil y amenazante que recibieron de parte de sus representantes. A punto tal que, a pedido del propio sindicato, autoridades policiales se hicieron presentes en el lugar alegando que era para evitar incidentes, mantener el orden y hacer que se cumplan las medidas de distanciamiento social y sanitario. Asimismo, un grupo de trabajadores ha publicado un comunicado, el cual no lleva firmas por miedo a represalias que, según ellos, ya se vendrían produciendo. En el mismo llaman a la solidaridad de toda la comunidad, ante la situación que se encuentran viviendo, donde además de los despidos y los derechos laborales vulnerados, deben tolerar el maltrato, hostigamiento e intimidación que son moneda corriente por parte de sus supervisores y también del sindicato. En la nota se sostiene que son 800 las familias que dependen del trabajo en Marfrig para su sustento.
En medio de este panorama, algunos interpelan al sindicato exigiendo una respuesta inmediata y otros afirman que se encuentran consultando asesoramiento legal para impulsar una desafiliación masiva. Entre las quejas de los compañeros, se encuentran el abono de la media hora para el almuerzo, la cual queda impaga ya que los turnos son de 9 horas y media, así como los aumentos de sueldo y de las actuales magras sumas del presentismo y el pago por productividad. Estos últimos rondan los $240 y $1200 respectivamente. Por otra parte, consideran arbitrarias diferencias en las compensaciones entre las distintas secciones del establecimiento. Concretamente los trabajadores piden elevar a la suma de $2000 el pago por presentismo y a $4000 el premio por productividad.
Carneros en el frigorífico
Por su parte, Claudio Blanch, el secretario del gremio, ha manifestado a la prensa que el reclamo es variado, no solo salarial. Respecto a las remuneraciones, ha sostenido que ““Todos los gremios hicieron un convenio con cláusula de revisión, y nosotros la adelantamos ya que los valores y los números de inflación se fueron todos. Nosotros tenemos un 36 % dado hasta ahora y se está hablando de un 45 o 50 %. Estamos tratando de ver si se puede recuperar y es lo que están tratando a nivel nacional”. Respecto a las diferencias en cuanto a los premios por productividad, sostiene que las mismas se encuentran justificadas por el distinto nivel de mecanización de las diferentes secciones. Considera que no es el mismo esfuerzo el que debe realizar un operario de Elaborados (alto nivel de automatización) que uno de Despostada y Faena, por citar solo un ejemplo. Lo que sorprende aún más, son las declaraciones del líder gremial respecto a los despidos y reclamos al sindicato. Sobre las recientes desvinculaciones, sostuvo ““Hubo despidos…si los hubo, siempre hubo despidos, ahora, antes y siempre hay despidos. Hay causa y otras no…, los reclamos son racionales en algunas cosas y en otras no, pero hay leyes que generan la posibilidad de que la empresa tenga la alternativa de acomodarse a las mismas y lamentablemente se tienen que cumplir en este aspecto”.
Como se puede apreciar, el propio sindicato avala abiertamente el derecho de la empresa a despedir trabajadores con declaraciones que parecerían ser propias de un abogado de la patronal, más que de su representante sindical. Por otro lado, respecto al reclamo por falta de defensa y de representación de los obreros, aseguro ante los medios de comunicación locales, no tener argumentos para hacerlo, responsabilizando a los propios trabajadores de no manejarse de manera correcta.
Tal como sucedió hace meses en la planta de Baradero de la ex Paty, también perteneciente a Marfrig, nuevamente burocracia y patronal se unen para sostener los intereses y las ganancias de los empresarios. Los trabajadores de Quickfood, San Jorge tienen que organizarse para imponer sus reclamos, sin concesiones. Es decir, sin esperar que el gremio deje de lado sus maniobras y tome otro rumbo en defensa de los derechos de los obreros, ni tampoco optando por la desafiliación masiva. El camino es la puesta en marcha de un verdadero plan de lucha, decidido en asamblea por el voto de todos los compañeros.
No a los despidos y la persecución de los Trabajadores de Marftig – San Jorge
Recomposición del salario y de los demás ítems reclamados
Fuera la burocracia del sindicato de la Carne
Corriente Clasista Goyo Flores
Sres el gobierno cerró las exportaciones y el nivel de actividad comercial cede fuertemente Hay que ubicarse en los reclamos y apretar los dientes Ya vendrán tiempos mejores como esa empresa le dio a San Jorge durante 40 años Esta gente reclamando tiene poca memoria……