El Capitán Beto y su barco a la deriva

Si nos ponemos a analizar la situación actual de nuestro país podemos decir que la Argentina es un transatlántico de lujo a la deriva. Pero, ¿por qué decimos esto? Veamos. Es una embarcación lujosa porque tiene una base material y potencialidades físicas, naturales y sociales muy notables con las que podríamos estar mucho mejor. La calidad de la tierra es una de esas cualidades más conocidas, pero también podríamos sumar más, como el alto nivel de educación de la población para el promedio de los países de nuestro tamaño.

Además, existen una cantidad de recursos muy variados que se gastan en inutilidades. Las pavadas semi productivas o productivas que se cometen parecieran estar hechas por una potencia extranjera cuya misión fuera destruir a la Argentina. Tal es el desastre que está realizando esta gente que nos gobierna, que parecieran estar confabulando para echar abajo todo el país. La clase dirigente, es decir, la burguesía y su potencial político intelectual, parecen tomar cada decisión pensando, en el corto plazo, en lo que les conviene a ellos únicamente.

Finalmente, estamos atados a un cortoplacismo asesino que no va a ningún lado. Tampoco hay decisiones estratégicas. Por eso, la idea de que el país está a la deriva. La Argentina es un barco que podría dar pie a una población notablemente educada con un gran nivel de vida y, sin embargo, no va para ningún lado. Vamos camino a un abismo. Bien, y ¿qué hace la dirigencia política? ¡Nada! Lo único que se digna a hacer es dar excusas de lo más ridículas como, por ejemplo: “en la escuela no se producen los contagios”; “en realidad parece que hay más casos porque aumentaron los testeos”. En serio, ¿no había pretextos mejores?

Estos días se estuvo investigando y se dijo que la más cara de las vacunas chinas parece no dar ningún resultado con la primera dosis y que con la segunda aplicación se obtiene un resultado mediocre. Sabiendo esto, la pregunta que usted se debe estar haciendo es: ¿por qué vamos a comprar una vacuna que no funciona para tener que combinarla con otra que sí funciona y es más barata? Bueno, parece que “el gobierno de científicos” no puede hacer un simple cálculo.

Lo peor de todo es que el gobierno nacional acaba de declarar que no es gobierno nacional. Si, así como leyó. Afirma que el tema del coronavirus no es su problema. Que si las provincias quieren negociar vacunas, que lo hagan y listo. Alberto tenía la oportunidad de zafar de caer barranca abajo realizando una buena estrategia a nivel económico y/o con una buena política de vacunación. Pero, parece que ya tiró la toalla.

Ahora, la cuestión está en quién gobierna este país. Esa es la gran pregunta. Claramente no lo gobierna Cristina porque no lleva adelante el gobierno en sí mismo. El gobierno tiene una titularidad y mal que le pese tiene que hacer pasar todo por ahí. Si esto sigue así, por más de que posterguen las elecciones o eliminen las PASO, Alberto no llega a octubre.

Para tener un país con mejores posibilidades de vida, en donde se aprovechen los recursos de una forma razonable en pos de nuestros intereses, tenemos que ser nosotros, los trabajadores, quienes tomemos el timón de este transatlántico y lo reorientemos hacia una salida obrera y socialista.

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