Cachorro de bacán,
andá pillando el tren;
los ricos hoy están
al borde del andén.
El vento del cobán,
y el auto y la mansión
bien pronto rajarán
por un escotillón.
Parece que está lista
y ha rumbiao
la bronca comunista
pa’ este lao’
Tendrán que laburar
para morfar
¡Lo que van a gozar!
pedazo de haragán,
bacán sin profesión,
bien pronto te verás
chivudo y sin colchón.
Ya está, llegó.
No hay más que hablar:
se viene la maroma sovietista.
Los orres ya están hartos
de morfar salame y pan,
y hoy quieren morfar ostras
con sauternes y champán.
Aquí ni Dios se va a piantar
el día del reparto a la romana, y hasta tendrás
que entregar a tu hermana
para la comunidad.
[datos del autor]
Uno ya se lo imagina: exitismo, electoralismo, falta de espíritu crítico, sectas autocomplacientes, etc., etc. Para una revista como ésta, que publica textos que pueden ser considerados cualquier cosa, menos blandos, no hay problema: digan lo que quieran los que quieran. Pero no alegrarse por la performance de la izquierda en Buenos Aires y seguir repitiendo que “no pasa nada” es un asunto propio de quienes en el fondo se alegran si no pasa nada. Ni se viene la revolución mañana ni estamos en medio de la ciénaga, hundiéndonos lentamente. Simplemente, la realidad cambia. Todo el tiempo. A veces se acelera y el mundo se trastorna por completo. Otras veces, las más de las veces, procede subterráneamente, a partir de asuntos minúsculos, sin la menor importancia. RyR se ha propuesto documentar ambos casos: no es más que registrar el cambio permanente. Y si las elecciones de Capital pertenecen a la segunda categoría, no por eso dejan de mostrar que cambia, todo cambia. Y no está mal el festejo.
