UOM: Por un plan de lucha contra la ofensiva patronal

en Goyo Flores/Novedades

Las denuncias de los ataques patronales sobre los trabajadores en diferentes sectores vienen dando tela para cortar. En los últimos días nos encontramos con suspensiones y recortes salariales, flexibilidad laboral y hasta despidos. El primer DNU (219/2020) de la cuarentena total estipulaba el pago normal del salario para aquellos que realizaran tareas esenciales o pudieran cumplir con su jornada laboral desde la casa, así como el pago del salario de forma no remunerativa para los que estuvieran en cuarentena (o sea, una exención de aportes). Un siguiente decreto (297/2020) quitó dicha diferenciación, generando algunas quejas en los capitalistas. Pero la solución no tardaría en llegar.

La semana pasada, otro DNU prohibió los despidos y suspensiones “por causa mayor” no imputables a las empresas. El gobierno presentó dicha medida como una solución contra “los miserables”, como Paolo Rocca. Pero, como señalamos, era un recurso tardío y con sinfines de limitaciones, dado que quedaban afuera varios despidos y suspensiones: los que ya se habían efectuado, los que estuvieran amparados en un Procedimiento Preventivo de Crisis ya presentado, despidos a los contratados o los que se encuentran en período de prueba, los despidos con causa, o las suspensiones que se ampararan en el artículos 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo. De ese modo, con la letra chica de dicho DNU, las patronales encontraron la vuelta para avanzar con suspensiones y pagar solo lo equivalente a un porcentaje del salario con sumas no remunerativas. Para eso, debían contar con el acuerdo de la burocracia sindical de turno, que como ya sabemos, viene garantizando los ajustes en varios lados con la excusa de la “preservación de los puestos de trabajo”. Por otro lado, también hay denuncias de despidos de trabajadores que se encontraban contratados bajo modalidades precarias. Es el caso de los 1.450 despidos de la constructora de Techint.

En el sector siderúrgico, el asunto se muestra en toda su dimensión. El sector se encuentra en una baja de producción previo a la crisis sanitaria. Desde entonces, buscan aplicar planes de ajuste para que los trabajadores paguen la crisis.Con el factor de la pandemia, las patronales reforzaron entonces la ofensiva. A la cabeza se encuentra el grupo Techint. En Siat Tenaris –donde ya regía un esquema de suspensiones rotativas al 85% desde mediados del 2019-la patronal efectuóuna quita de los premios de producción, pocos días antes del inicio de la cuarentena total.

En Siderar San Nicolás, la patronal pretende imponer suspensiones que pueden afectar hasta un 35% del salario, abonando con no renumerativos. La planta se encontraba parcialmente parada, produciendo centralmente bobinas de chapa para exportación. Con la cuarentena y el intento patronal de poner a producir la planta, varios sectores respondieron con el paro. Sin embargo, Ternium Siderar interpuso el recurso de la “esencialidad” para retomar la producción de hojalata para envases alimenticios y aerosoles. Ahora, paraaplicar el esquema de suspensiones, se reunió con la seccional de la UOM dirigida por Naldo Bruneli. Como señalamos, la excusa de la conservación de los puestos de trabajo –o sea, una extorsión a los obreros- está dispuesta sobre la mesa.

En Siderca, la patronal ya contaba con un esquema de suspensiones al 80% negociado con la seccional de Campana de Abel Furlán. Se trata de un arreglo gestionado como “salida” de un conflicto por 191 despidos en el que la UOM se negó a organizar un plan de lucha. Como denunciamos en su momento, se trató de un acuerdo de ajuste, con el cual la patronal avanzó mayores pasos. Advertimos ahora sobre la posibilidad de una mayor quita salarial con el factor de la cuarentena en Siderca. Sobre todo si consideramos que en Siderca, la patronal no pudo retomar las tareas desde el 20 de marzo. Siderca venía argumentando que contaba con un permiso del municipio y otro del Poder Ejecutivo Nacional, además de pretender enmarcarse en el rubro exportación y en la “cadena energética” como producción esencial. Ahora, la patronal pretende convocar a los trabajadores a partir del 13 de abril tomando el rubro de la “producción continua”, una excepción hecha a su medida. La UOM todavía no se pronunció.

Acindar anunció que aplicará el mismo plan de suspensiones en sus plantas. En Tablada, cuenta con el agravante de pretender dar de baja a 300 operarios contratados hace menos de un año y postergar el pago de un bono. Las comisiones internas y cuerpos de delegados de Villa Constitución y Tablada ya expresaron su repudio. Sin embargo, la UOM no parece muy dispuesta a dar una respuesta contundente. Por su parte, Aluar (Puerto Madryn) viene funcionando al 50% durante la cuarentena. La patronal –que advirtió hace unos días en Perfil que no iba a remunerar todo el salario- pretende imponer una rebaja del 50% a la mayor parte de la planta.

Los capitalistas de la rama electrónica también intentan ajustar. En particular, en Río Grande –Tierra del Fuego- donde la cuarentena fue una imposición de los trabajadores, previa a la cuarentena en la provincia y en el país. Para eso, proceden de forma unilateral. En Afarte, la patronal retuvo un 30% de los salarios de marzo y propuso aplicar un banco de horas para reintegrar las horas no trabajadas en cuarentena. Es decir, intentan avanzar también con flexibilización laboral. El mismo porcentaje salarial retuvieron BGH, Brighstar, Fapesa, Carrier, IATEC, Mirgor, Radio Victoria Fueguina, Megasat, Sontec y Electrofueguina. De hecho, Mirgor –de Nicolás Caputo- despidió a 525 contratados y amenazó con hacer lo mismo con otros 220 que trabajaban bajo la modalidad de “Personal de Prestación discontinua”. Los últimos quedaron adentro, también con el compromiso de cumplir con un banco de horas. Recordemos que estamos hablando de capitalistas que reciben subsidios millonarios todos los años y, que a la primera de cambio, se rehúsan a perder una porción de sus ganancias.

Como se ve, el sector es un caso testigo de la avanzada capitalista. Mientras tanto, Caló y compañía no mueven un dedo y garantizan el ajuste. Llamamos a los trabajadores a imponer un plan de lucha. Pongamos en pie asambleas generales y medidas de acción por los siguientes reclamos:

-Por una cuarentena que contemple integralmente la salud y las necesidades de la clase obrera

-No a las excepciones dispuestas según el criterio de la ganancia capitalista. Una actividad es esencial en función de las necesidades sociales. Llamamos a parar aquellas fábricas que quieran producir a toda costa.

-Prohibición de TODOS los despidos y suspensiones, así como de todo avance patronal que suponga recortes salariales actuales o futuros, o reajustes perjudiciales del régimen de trabajo.

-Garantía estricta de todas las condiciones de higiene y salud en las actividades esenciales

-Pago de las horas trabajadas en todas las funciones realmente esenciales como horas extra.

-Fiscalización obrera de todas esas condiciones con comisiones elegidas por los trabajadores.

Corriente Clasista Goyo Flores

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