LAP-CEICS
Habitualmente, el indigenismo es tomado y reivindicado por el autonomismo, e incluso por algunas organizaciones marxistas, como un programa cercano o solidario con la revolución. Analizaremos aquí las diferentes organizaciones indígenas de Bolivia. Podremos ver que, en realidad reivindican y forman parte de la democracia burguesa y actúan en contra de la clase obrera.
Al servicio del capital
Existen diferentes organismos indígenas en Bolivia. Algunos se dedican a la protección y difusión de sus costumbres, como es el caso del Concejo de guías espirituales de Los Andes, y otros se involucran directamente en la vida política del país boliviano, se organizan sindicalmente y movilizan miles de personas. Nos encargaremos de estos últimos.
En general, se trata de organizaciones de tercer grado. Diferentes federaciones se agrupan en filiales regionales, con sus respectivos representantes, y se centralizan en una confederación nacional donde elijen, en congresos de representantes, las diferentes secretarías de la entidad a nivel nacional.
Comenzaremos por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), que fue fundada el 26 de junio 1979, en La Paz. Es la máxima organización sindical de los pueblos originarios de todo el territorio boliviano. Centra su representación en las “Comunidades Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia”. Está conformada por la unión de los sindicatos de unidad de producción. En total, la componen nueve federaciones departamentales, 26 federaciones regionales o especiales y algunas nacionales. También se encuentra afiliada a la COB, donde es representada por Félix Barra y Simeón Jariri, ambos de La Paz.
La CSUTCB surgió como alternativa a la conducción política del MNR y el Pacto Campesino rubricado el 9 de Abril de 1964, que entablaba una alianza entre militares y productores rurales para defender al gobierno formado por la dupla Paz-Barrientos de cualquier “intento anarquizante”.(1) Según su programa, su principal objetivo es “promover el fortalecimiento económico, político cultural y social de las comunidades Campesinas Indígenas Originarias, con autogestión económica productiva, capacidad de gestión y articulación organizacional”.(2) Es decir, no se preocupa por luchar contra la explotación, sino por una gestión eficiente de las explotaciones rurales. No obstante, el éxito de la unidad económica, en términos capitalistas, implica peores condiciones para los trabajadores rurales, sean de origen indígena o no.
La confederación tiene un documento llamado “Plan Estratégico de Vida. 2008-2017”, donde plantea una serie de políticas que deberían ser aplicadas para lo que ellos llaman “vivir bien”. Basándose en un enfoque “comunitario-andino” que oponen al enfoque “capitalista-occidental”. Ahora bien, lo que se entiende como opuesto al capitalismo “occidental” es que la perspectiva “andina”, que “interrelaciona el interés particular con el interés común, relaciona lo social-cultural, con lo político”.(3) Sin embargo, el capitalismo se define por las relaciones que surgen de la propiedad privada del capital, que el documento no cuestiona. En ese sentido, parece oponer a capitalismo “occidental”, un capitalismo “andino”. Sus reivindicaciones concretas no hacen mención a las cuestiones salariales o sobre las condiciones de trabajo, sino a la revitalización y fomento a la creación de pequeñas organizaciones productivas, a partir de políticas públicas, medidas proteccionistas que incluyen también las ventajas para las grandes propiedades.
A partir del “Congreso Tierra-Territorio” realizado en 1995 en Santa Cruz, la CSUTCB junto a otras organizaciones indigenistas decidió impulsar un instrumento político que represente a los llamados “campesinos”: la Asamblea por la Soberanía de los Pueblos, que tuvo su primera experiencia política en las elecciones Municipales de 1995. En 1999, ingresó al MAS de Evo Morales. Actualmente, el máximo dirigente de la CSUTCB es Roberto Coraite Cruz, de la regional de Potosí. Coraite es ex diputado suplente del Movimiento Al Socialismo (MAS).
La Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” es el “brazo femenino” de la CSUTB. Surgió a partir de la convocatoria de Genaro Flores a la organización de las mujeres de la confederación, en 1979. Sin embargo, el golpe militar ese año truncó la convocatoria. El llamado inicial de Flores fue trasladado al 10 de Enero de 1980, para conformar la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” nombrando a Lucila Mejía como su máxima referente. Sus objetivos eran “defender y promover los derechos humanos de la mujer campesina originaria e indígena, así como garantizar la participación de las mujeres en los niveles de decisión y lograr una mayor y eficiente participación de las mujeres en las organizaciones campesinas”.(4) Otra vez, no se hacía ninguna alusión a la situación de explotación, ni a la opresión de género, sólo se pedía que las mujeres accedieran a los cargos políticos existentes (siempre y cuando tengan “sangre indígena”) sin preocuparse por el contenido de éstos.
Finalmente, analizaremos a la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) que está compuesta, según su definición, por “aymaras, quechuas, guaraníes, chimanes, ayoreos y de otros pueblos originarios”. Se trata, en realidad, de propietarios de pequeños terrenos, algunos proletarizados, que habían emigrado de las altas cumbres de los Andes a zonas subtropicales en busca de trabajo. En la década del ‘60 el gobierno y la Alianza Para el Progreso crearon un programa de colonización de tierras bajas para frenar la migración de indígenas a zonas urbanas. Se decidió entonces crear asentamientos humanos en las zonas tropicales del país donde rápidamente aparecieron pestes como malaria y espundia. Así, surgió la CSCIB, para representar a estos migrantes.
La CSCIB se define como “una organización revolucionaria que busca la unidad de los sectores marginales para cambiar el sistema neoliberal por otra más justa, equitativa, y solidaria. Sin excluidos, ni oprimidos, ni explotados”.(5) Su principal objetivo es “cooperar en los trámites, en la formación de expedientes hasta la titulación de los mismos, su legalización definitiva y consolidación como asentamiento con derecho de propiedad”(6) . Es decir, representa a poseedores que buscan ser reconocidos como legítimos dueños de esa propiedad. Promueve, además, el separatismo del llamado Kollasuyo y la amazonia. Se trata, en total, de 24 federaciones regionales y departamentales que representan a un total de 1 millón de “colonos” de siete departamentos.
Las organizaciones indigenistas lograron, en el 2004, conformar una acción común en un congreso llamado “Pacto Unidad”, una confluencia de CSUTCB, CNMCIOB “BS” (Bartolina Sisa), CSCIB, CIDOB (Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia) y CONAMAQ (Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Quallausuyu). El objetivo no fue crear una tendencia para luchar contra el régimen sino para controlar y fomentar la participación de los pueblos originarios en él.
En el punto más álgido del proceso revolucionario, la CSUTCB y “Bartolina Sisa” reclamaban, en el 2002, el desembolso de 4 millones de dólares por parte del gobierno. Pero no para subsidios a los desocupados o jubilados, sino para que sean administrados por parte de la Confederación y entregarlo en forma de prestamos a los “campesinos” para la compra de tractores.(7) Es decir, la CSUTB quería aprovechar la crisis para transformarse en un banco de créditos blandos al capital o transformar la ayuda social en una obligación financiera. En medio dela lucha de clases, estos “campesinos” no se solidarizaron en lo más mínimo con los reclamos obreros. Por el contrario, buscaban, por la fuerza, levantar los cortes de rutas en las calles para poder llevar su producción a las ciudades.(8)
Guardias del orden
Estas organizaciones se mantienen en el gobierno de Evo Morales. La alianza de la CSUTCB y Bartolina Sisa con el régimen se corporiza en el acuerdo firmado en septiembre del 2010 por estas dos organizaciones, entre otras.(9) También tienen influencia directa en gobierno a partir del pasado 23 de enero, fecha en la que Evo presentó al Gabinete de Ministros que lo iba a acompañar a lo largo de todo el año. Allí se posicionaron mujeres del gremio “campesino” y aliadas del influyente senador cruceño Isaac Ávalos, ocupando dos ministerios claves. La ex asambleísta del MAS y ex secretaria general de Bartolina Sisa, Nilda Copa Condori, fue designada Ministra de Justicia y Nemesia Chacollo Tola (diputada del MAS, primera vicepresidenta de la Cámara de Diputados en la gestión 2007 y pre candidata a senadora por Santa Cruz) como Ministra de Desarrollo Rural y Tierras. Esther Udaeta Velásquez, senadora suplente del MAS, ex viceministra del Parlamento Amazónico y miembro del movimiento campesino de regantes de Cochabamba, se posesionó como Ministra de Medio Ambiente y Aguas María. Las organizaciones reciben financiamiento por parte del gobierno a través del programa “Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas Originarios y Comunidades Campesinas (Fdppioycc)” para la puesta en marcha de diferentes actividades productivas al estilo cooperativo.(10)
El 10 de mayo del 2010, la Central Obrera Boliviana (COB) convocó a una manifestación por aumento salarial del 12%. El entonces Secretario General de la CSUTCB, Julián Flores, calificó como un gran error a la determinación asumida por la cúpula sindical, sosteniendo que la derecha política estaría incrustada en el movimiento obrero. En la misma sintonía se explayó el movimiento Bartolina Sisa.(11) Por el lado de la CSCIB, Pedro Calderón, en un acto realizado el viernes 18 de Febrero del 2011, atacó a la COB, que estaba movilizándose para obtener una canasta familiar, diciendo que era “irracional” ese pedido y que su organización estaba “para frenar ese tipo de atentados contra este proceso de cambio”. Vale aclarar que en esta organización se declara afiliada a la COB. También “Bartolina Sisa” se explayo contra la central obrera por esta movilización. Su máxima dirigente, Julia Ramos Sánchez, sostuvo que “son tiempos de decisiones no de estar marchando, parece que esto no entienden los hermanos de la COB, pero seguro que la historia los va juzgar”.(12)
Como se ve, el indigenismo es una forma de defensa del capital (sea pequeño o mediano). Su programa es claramente capitalista, como no podía ser de otra forma. Nunca cambió de programa, nunca fue revolucionario. Cuando la lucha de clases se agudiza el indigenismo no duda: emplea la acción directa contra los piqueteros bolivianos y, como buenos burgueses, enfrentan las huelgas. Es difícil comprender, dados ciertos datos elementales, cómo, a lo lejos, organizaciones revolucionarias tienen el atrevimiento de apoyar semejante ideología.
Notas
(1) Cesar Soto. HISTORIA DEL PACTO MILITAR CAMPESINO. CERES, Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, Cochabamba, Bolivia. 1994. p. 43. Disponible en la http://168.96.200.17/ar/libros/bolivia/ceres/soto.rtf.
(2) Ver www.csutcb.org/sitio.shtml?apc=&s=b
(3) “Plan Estratégico de Vida. 2008-2017” en www.csutcb.org/apc-aa-files/documentos/items/Plan_CSUTCB_1.pdf
(4) Ver www.bartolinasisa.org/sitio.shtml?apc=I1—-&x=1362451
(5) Ver www.cscbbol.org/sitio.shtml?apc=&s=b
(6) Ver www.cscbbol.org/sitio.shtml?apc=&s=b
(7) Ver www.eldiario.net/noticias/2003/2003_01/nt030129/2_03plt.html
(8) Ver www.eldeber.com.bo/anteriores/20020217/nacional_10.html
(9) Ver www.eldiario.net/noticias/2010/2010_10/nt101007/2_07plt.php
(10) Montos de financiamiento y proyectos en www.eldiario.net/noticias/2010/2010_03/nt100329/5_10nal.php
(11) Ver www.eldiario.net/noticias/2010/2010_05/nt100508/4_03scd.php
(12) Ver www.bartolinasisa.org/sitio.shtml?apc=I1—-&x=1362451