Fernando
Para los sectores ubicados dentro del llamado campo “nacional y popular” y para gran parte de la centroizquierda, el gobierno de Kirchner surge como una ruptura con el llamado “modelo neoliberal”. En este sentido, sostienen que debemos defenderlo dado que constituiría una oportunidad para terminar con la desigualdad y la concentración de las riquezas y una alternativa frente a los políticos mafiosos y defensores de los “grandes capitales”, como Duhalde. Ahora bien, Kirchner, lejos de aparecer como una ruptura, comparte con todos ellos algo en común, esto es, el actuar como paladín de los intereses de los capitales más concentrados que rigen el proceso nacional de acumulación de capital. En este sentido, la relación que mantiene con la Organización Techint es una clara muestra de ello.
Como se explicó en El Aromo pasado, no existe tal oposición entre un Kirchner supuestamente izquierdista y un Lavagna defensor del “gran capital”, sino que ambos están alineados a los capitales más concentrados. Y los dos buscan darle una salida burguesa al decadente proceso nacional de acumulación de capital. Tal similitud se ve claramente si revisamos las declaraciones del principal exponente de uno de los capitales más concentrados de la Argentina, Paolo Rocca, titular de Techint, quien sobre la gestión Kirchner declaró:expresó públicamente que el gobierno de Kirchner es “es un gobierno que tiene un rumbo definido y políticas adecuadas” (Presidencia de la Nación, 23/11/2003). Estas palabras declaración que pareciera inusuales en un hombre que se ha jactado siempre de mantener un perfil bajo, son entendibles si damos cuenta de la lista de políticas a la medida de las necesidades de Techint que ha implementado (y que planea implementar) el Señor K. a la medida de las necesidades de Techint.
Kirchner como agente de Techint
Los capitales que dan forma al Grupo Techint se han vieronsto fuertemente beneficiados en los últimos años. Primero, la devaluación les permitió aumentar las exportaciones de sus productos. Luego, con Duhalde, la pesificación bancaria les permitió licuar sus deudas. Y este último año, bajo el gobierno de Kirchner, no ha sido la excepción. Precisamente la declaración que hizo Rocca en favor de Kirchner se dio luego de que el gobierno anunciara, a fines del año pasado, la construcción de un gasoducto en el noreste argentino en manos de Siderca (productora de tubos sin costura de Techint), de 1300 km. que se extenderá desde Rosario hasta Tarija (Bolivia). que Contará, además, con un apoyo estatal cercano a los 300 millones de dólares para financiar la adquisición de los insumos destinados a la fabricación de los tubos (sin costura, por supuesto). A esto se le sumará máslo que se le transfiera por la desgravación de IVA en la adquisición de los bienes de capital que se utilicen para obras públicas impulsada por el gobierno. Una cifra que rondaría , que podría significar otros 500 millones de pesos en favor de para Techint.
Dicho gasoducto, con el cual se pretende abastecer a la Argentina de gas proveniente de Bolivia, de acuerdo a los planes iniciales debería estar terminado para el 2007, año en que se estima una posible agudización de la crisis energética en caso de que no estén concluidas las obras. Para cumplir con estas fechas, Techint necesitaba en forma urgentemente que Bolivia volviera a exportar gas. Algo que se logró de lacon la ya aprobada Ley de Hidrocarburos impulsada por el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, refrendada por el plebiscito reciente, que le otorga aval a su política exportadora que le permite a Bolivia exportar gas,. El apuro de Techint se debía a que dado que para quela chapa necesaria para la construcción del gasoducto tenía que ser comprada durante julio o agosto de este año. De lo contrario, no estaría disponible en los tiempos que necesita el proyectoestipulados,. La reciente visita de Kirchner a Bolivia no fue más que la celebración de un pacto entre un agente de Techint (Kirchner) y otro (Mesa, agente de los pulpos petroleros, entre los cuales Tecpetrol -la petrolera de Techint- ocupa una posición clave).
Hasta tal punto el gobierno de Kirchner funciona como una agencia del Grupo Techint que, al mismo tiempo que está presionando en el cCongreso para que le aprueben el proyecto de desgravación de IVA a los bienes de capital, acaba de anunciar otra medida hecha a la medida del grupo que lidera Rocca: al restringir la importación de electrodomésticos brasileños pertenecientes a la llamada “línea blanca” (heladeras, lavarropas, etc.), resolución aplaudida por la prensa “progre” local, el principal beneficiario es Siderar (siderúrgica de Techint en Argentina), la abastecedora de los aceros laminados en frío que se utilizandos en la producción interna de dichos electrodomésticos. Anunciada por Lavagna, esta medida buscará asegurar la demanda que Siderar necesita para la venta de su producción, que esta destinada entre un 60% y un 70% al mercado interno y que, en un año de gobierno K, aumentoó su volumen de ventas en un 49% (pasandode 254 mil toneladas en el primer trimestre de 2003 a 379 mil en el mismo período de 2004). No por casualidad, Siderar ha anunciado recientemente que tiene intenciones de invertir 82 millones de dólares para mejorar su capacidad de producción.
Los técnicos se van, los capitales quedarán
Como se puede ver claramenteEn definitiva, lejos de la idealización en que caen la centroizquierda y el mundo “nac&pop”, el actual gobierno no es más que la forma política que los capitales con mayor grado de concentración eligieron para poder continuar acumulando en Argentina. El hecho de que luego Kirchner busque aparecer, mediante maniobras publicitarias, como un representante de la clase obrera y la pequeño burguesía no anula su verdadera naturaleza. Tal como lo fue Menem, De la Ruúa y Duhalde, Kirchner no es más que un representante político del núcleo de los capitales más concentrados que siguen rigiendo el proceso nacional de acumulación de capital y que fueron los que colocaron a Kirchner como presidente y quienes, naturalmente, se desharán de él cuando se requiera un nuevo recambio de personal político.