Hace pocos días, el miércoles 16 de marzo, finalmente se celebró el acuerdo paritario 2022 de la docencia santafesina. Inicialmente el gobierno provincial ofreció una recomposición del 41,7% a pagar dividida en cuatro tramos, con un primer pago del 17,5% en marzo más tres cuotas de 8,08% repartidas entre junio, agosto y setiembre, más revisión en ese último mes.
Dicha propuesta, que se encontraba por debajo del 45% fijado por la paritaria nacional docente testigo, fue ampliamente rechazada por los educadores santafesinos y se decidió la realización de dos jornadas de paro, de 48 hs. cada una, para los días miércoles 2 y jueves 3 de marzo, y la semana siguiente para los días martes 8 y miércoles 9. Hay que aclarar que el paro del día 8 coincidía con el paro internacional por el día de la mujer trabajadora. Dichas medidas de fuerza fueron mocionadas y respaldadas tanto por la lista celeste, que conduce actualmente Amsafe a nivel provincial, como por la opositora lista multicolor que conduce las departamentales de Rosario y Venado Tuerto.
Seguidamente a las jornadas de paro y movilización, que culminaron en un acto en la ciudad de Santa Fe donde el reclamo salarial se encontró prácticamente ausente del discurso de Sonia Alesso, actual Secretaria del gremio, el gobierno ofreció 46% a pagar también en cuatro tramos, en sintonía con la propuesta nacional, de 22% a partir de marzo, 8% desde mayo, 8% desde agosto y 8% a partir de septiembre, con cláusula de revisión por inflación también en el mes de septiembre. Sin embargo, en el artículo que la estipula en ningún momento se hace referencia a ningún índice específico de medición así como tampoco se estipula el adelanto de dicha revisión en caso de una disparada inflacionaria o de un mayor desacople entre las magras recomposiciones acordadas y la tasa de inflación anual que se vaya acumulando. También se acordó el pago excepcional y por única vez de la suma de $6.000 en marzo para material didáctico para cargos o su equivalente en horas cátedra, es decir, nuevamente sumas exiguas, no remunerativas, que precarizan y deterioran el trabajo docente.
Dicha propuesta fue sometida nuevamente a votación. Esta vez, la celeste llamó a votar a favor de la misma. Si bien la multicolor llamó a votar en contra de dicha propuesta, tampoco llamó a la organización de una campaña de concientización y a un plan de lucha. La propuesta oficial finalmente fue aprobada por 16.222 votos a favor (51,5%) y 15.307 votos en contra (48,5%), es decir con una diferencia de tan solo 915 votos sobre un total de 31.529, apenas un 3%. Con el miedo presente de los descuentos de días de paro con que el gobierno provincial amenazó sobre finales del año pasado, el aparato sindical celeste volcado en lograr aprobar oferta, aunque por escaso margen. Esto muestra fuerte y claro la disconformidad de las bases y la voluntad de lucha de las mismas, que son sistemáticamente desoídas por la burocracia y sus cómplices. Si bien Alesso admitió la exigua diferencia, exhortó a un vago llamado a mejorar las condiciones de infraestructura en las escuelas. De reconocer el malestar por la cuestión salarial, bien gracias.
Restará por ver si la suma negociada alcanza a empatar o no la inflación, que acumula, en el primer bimestre de este año, el 8,8% (y aún mayor en productos de la canasta básica). Las proyecciones económicas más realistas la ubican en el orden del 50% o más en el año, por lo que parece acertado pronosticar que se deberá activar la cláusula gatillo, pero no podemos confiar ni un centésimo en la conducción de Alesso. En lo que sí podemos confiar y estar seguros es que dicha recomposición no se direcciona a subsanar el deterioro salariar crónico que padece la docencia santafesina, incluido el nefasto 2020 con solo un 10% de “aumento”, solo parcialmente remunerativo. Además, solo se pagó un bono de apenas $10.000 durante todo ese año para los colegas reemplazantes que se encontraron sin trabajo ya que la no presencialidad implicó que la gran mayoría de docentes titulares, interinos o reemplazantes no precisaran o temieran de solicitar licencias médicas o por distinto motivo.
Es sabido que la paritaria docente opera como un termómetro informal donde se miden fuerzas y se establece el porcentaje por el que rondarán las demás recomposiciones sectoriales sindicales. Todos los gremios miran a los docentes. La aceptación y complicidad en la extorsión patronal, el ninguneo y la mayor precarización es el ejemplo que la actual conducción sindical de Amsafe le está dando a los demás compañeros trabajadores de esta provincia. Una verdadera vergüenza. De ser punta de lanza e intentar traccionar las paritarias de los demás trabajadores públicos -y privados también- hacia arriba, como correspondería a una gestión combativa y reivindicativa, ni por asomo.
Ante este cuadro, es claro que debemos trabajar para cambiar la actual dirección carnera y pro ajuste de la patronal del Frente de Todos y sus aliados provinciales, por una que verdaderamente nos represente. No se trata de quedarnos sentados esperando a ver si el año que viene rasguñamos unos pesitos más. Como Corriente Nacional Docente Conti-Santoro proponemos una recomposición histórica del salario igual a dos canastas básicas totales reales. No podemos ni debemos aspirar a posicionarnos solo por encima de la línea de pobreza y la mera satisfacción de nuestra reproducción biológica. Nuestra labor como trabajadores intelectuales debe ser adecuadamente remunerada. Sabemos la lucha que esto implica pero nos encontramos munidos del programa y la voluntad de lograrlo y dar la lucha hasta las últimas consecuencias. Invitamos a todos los compañeros a construir ese futuro necesario desde este presente acuciante.
Corriente Nacional Docente Conti Santoro – Santa Fe