Las últimas semanas los trabajadores presenciamos escenas desconcertantes. La dirigencia de los sindicatos que dicen representarnos no anunció ninguna acción contra las medidas de ajuste que está llevando adelante el gobierno, pero sí convocaron a defender a la vicepresidenta de la posibilidad de ser juzgada por corrupción.
En la última semana el gobierno anunció un ajuste en tres áreas que afectan directamente a la clase obrera: salud, educación y vivienda. Massa recortó presupuesto en sectores que necesitan más financiamiento, no menos. Se trata además de temas con los que el kirchnerismo suele hacer campaña. A eso se le suma que al aumento de tarifas será mayor al anunciado, porque incluso quienes pidieron el subsidio van a sufrir algún aumento si superan los 400 kw de consumo, sin mencionar que van a perder capacidad de ahorro al no poder comprar el cupo de dólares. Ni hablar de la aceleración inflacionaria, que licúa tanto el presupuesto estatal como nuestro salario, en un contexto en el que todas las paritarias quedaron atrasadas.
Nada de esto conmovió a los sindicatos como para plantear alguna acción contra el gobierno. Lo que nos encontramos, en cambio, fueron comunicados en defensa de Cristina y la corrupción, e incluso invitaciones a ir a su casa hechas desde sindicatos. Se trata de la apropiación de los sindicatos por parte del kirchnerismo, que los utiliza para su política facciosa en lugar de para lo que fueron creados: la defensa de los trabajadores. Se podría pensar que la protesta que convocó la CTA autónoma esta semana en el puerto de Buenos Aires sería la excepción. Pero se trata de una protesta (como otras de la CTA) que no se entiende contra quiénes está dirigida y que busca encubrir la responsabilidad del gobierno en la crisis y el ajuste.
Rechazamos la utilización que el peronismo en general, y el kirchnerismo en particular, hace de los sindicatos de los trabajadores, tornándolos en aparatos partidarios y despojándolos de carácter de clase. El sindicato debe ser de todos los trabajadores y debe estar al servicio de la defensa de sus intereses y no de políticos corruptos. No tenemos ninguna esperanza de que surja de la actual dirigencia sindical alguna medida de lucha contra el gobierno. Por eso, es necesario organizarnos contra el ajuste en marcha por fuera de esas direcciones, y así poner nuestros intereses en primer plano. Es necesaria la construcción de un espacio no sectario como es hoy el plenario del sindicalismo combativo, y que aúne a ocupados y desocupados, como la asamblea nacional de trabajadores ocupados y desocupados.
Corrientes clasista Goyo Flores
