A lo largo de las últimas semanas, venimos asistiendo diariamente al incremento de los casos y a la suba del número de muertos. Comparando las curvas, nos encontramos que las misma comienzan a crecer a nivel nacional desde el 5 de marzo. Por lo cual, alguna modificación tuvo que realizarse en la vida social entre la semana del 1 al 5 de marzo y en la semana previa. ¿Qué fue lo que sucedió? Ese plazo de tiempo fue el momento en el cual, con diferentes velocidades, se retornó a la presencialidad con burbujas en todo el país. Como bien veníamos denunciando desde el año pasado, el retorno a la presencialidad implicaba la puesta en circulación de un número gigantesco de personas, en los mismos horarios, cotidianamente. Si el año pasado nos decían que el virus no buscaba a las personas, sino que las personas buscaban al virus, este año el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y el de la Ciudad, nos enviaron a buscar el virus abiertamente. Los resultados están a la vista. En Buenos Aires los casos se triplicaron, en CABA crecieron un 230%, un 173% en Córdoba, 503% en Mendoza, 303% en Santa Fe.
Sin embargo, hay un indicador muy importante que muestra que la presencialidad sin vacunación masiva trajo aparejada la disparada de los contagios. Nos referimos a la multiplicación de casos entre niños y niñas entre 6 y 18 años. Allí, nos encontramos con que, en Buenos Aires, el crecimiento de casos en esa población desde el inicio de la presencialidad, fue del 199%. En CABA, 291%. En Córdoba, los casos crecieron un 173%. En Mendoza, los casos se multiplicaron por 10 desde el inicio de clases. En Santa Fe, el crecimiento fue del 255%. Y estos datos se refieren solo a los casos detectados ya que, por una cuestión etaria, la población educativa de referencia tiene muchas posibilidades de transcurrir la enfermedad de manera asintomática.
Estamos entonces frente a una problemática a nivel nacional. De allí que, como Corriente Nacional Docente Conti Santoro, cuestionamos la medida de suspensión de la presencialidad tomada hace 10 días por Alberto Fernández, por ser escasa temporal y geográficamente. Lo primero, porque solo se limita a 15 días, plazo insuficiente y que solo puede llegar a servir amesetar el crecimiento. Lo segundo, porque solo se limita a un espacio particular, el AMBA, y no tomando el problema en su escala real, a saber, como un problema salud pública nacional. Más aún, cuando en CABA dicha medida no se implementó, y cuando incluso regiones bonaerenses como Bahía Blanca o General Pueyrredón, están en situación crítica, aunque mantienen abiertas las escuelas. Más limitada es, cuando nos enteramos que a partir del 30 de abril, el gobierno nacional se propone avanzar hacia una “presencialidad administrada” que es una reedit de la “presencialidad cuidada” de principio de año.
Como Corriente Nacional Docente Conti Santo, consideramos que es inadmisible el retorno a cualquier tipo de presencialidad sin vacunación masiva. Los datos presentados de CABA, Provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, y Mendoza, a los que sumaremos datos referidos a las 19 provincias restantes para mostrar la dimensión nacional del problema, muestran que la presencialidad educativa, que implica necesariamente una mayor circulación y el aumento de casos en una población probablemente asintomática como son los niños, niñas y adolescentes, trae aparejado el crecimiento generalizado de los contagios. Para más, estamos hablando de una presencialidad absolutamente degradada, dividida en dos, tres, o cuatro burbujas semanales, que hacen repetir la misma clase y el mismo tema ante cada burbuja, alumnos dispensados a la deriva por la falta de docentes que puedan trabajar con ellos en la virtualidad, la imposibilidad de la bimodalidad y las clases sincrónicas por la falta de conectividad en las aulas y la sobrecarga del trabajo docente que contrasta con la enorme cantidad de docentes sin cargo que hay en el país. No podemos permanecer inactivos frente lo que es un crimen sanitario, pero que también es un crimen pedagógico.
Si el gobierno quisiese, se podría tener una educación virtual de calidad, trabajando con todos los alumnos semanalmente, haciendo un seguimiento particularizado de aquellos que presentan mayores dificultades, y sin tener que descargar en las familias, y específicamente en las madres, el seguimiento del proceso educativo de los estudiantes. Por eso, como Corriente Nacional Docente Conti Santoro, convocamos a todos los gremios combativos, a todas las corrientes sindicales y políticas docentes, a todos los docentes independiente que se levantaron contra la presencialidad, a iniciar una campaña nacional por la suspensión de clases en todo el país hasta la vacunación masiva de la población, y exigir que mientras tanto se garanticen equipos, conectividad, dispensas, personal, ingresos para las familias, y todo lo necesario para el sostenimiento de una educación virtual de calidad.