Hace unas semanas, los trabajadores de Pepsico pararon la planta, rechazando la paritaria nacional y exigiendo una recomposición salarial a la empresa del 40% sobre el básico, la discusión de los premios a la productividad, presentismo y puntualidad y un bono por trabajo esencial. Se trataba de un reclamo que la asamblea de Pepsico impuso a la burocracia del gremio y la comisión interna, que tenía propuestas más lastimeras. De ese modo, el paro se extendió por tres días hasta que el Ministerio sancionó la conciliación obligatoria.
La última semana, Pepsico dio muestras de que no piensa ceder en ningún punto del reclamo que impulsaron los trabajadores con un paro de tres días. Es más, aún en conciliación obligatoria, la patronal procedió a efectuar varios descuentos de hasta 11 mil pesos en concepto de productividad, presentismo y puntualidad.
Al mismo tiempo, tuvo lugar el primer caso de coronavirus en la planta. Pepsico aplicó entonces un protocolo típico de las patronales: se prioriza la continuidad productiva y no la salud de los obreros. El caso tardó unos días en confirmarse. Mientras tanto, los aislamientos de los contactos estrechos –quince en total- se realizaron recién dos días después de la última jornada en que concurrió el trabajador contagiado y la desinfección ¡cuatro días después! En lugar de sostener que un caso sospechado es positivo hasta ser descartado, el protocolo tal cual está planteado por el Gobierno Nacional y Provincial –y ejecutado a nivel municipal-, supone la elevada posibilidad de que los trabajadores concurran a un lugar infectado. Para agregar, la patronal apuró la re-apertura de la fábrica, convocando a realizar horas extra en el turno noche de ayer, al contar en las últimas horas con el permiso.
A la luz de los hechos en distintas fábricas, es evidente que necesitamos nuevos protocolos con participación obrera –a través de comisiones elegidas en asambleas- en la elaboración y la fiscalización de su aplicación ante un caso sospechoso. La burocracia sindical le ha entregado la salud de los trabajadores en bandeja a las patronales. Son los mismos trabajadores los únicos verdaderamente interesados en la salud antes que en las ganancias.
Para rechazar esta ofensiva patronal por parte de Pepsico, el camino no es otro que el que llevó al paro por tiempo indeterminado. A pocos días del vencimiento de la conciliación, queda claro que los trabajadores tendrán que imponer un verdadero plan de lucha a la dirección gremial para impulsar sus reclamos.
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución
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