Los trabajadores estatales hemos sufrido en los últimos años una caída salarial tal que gran parte de nosotros percibimos un salario por debajo de la línea de pobreza. Esto es parte de una política de ajuste que trasciende un gobierno en particular. Desde el gobierno de Cristina que las paritarias se firman por debajo de la inflación. La oferta que realizó hoy el gobierno, 15% en cuatro cuotas a terminar de pagarse en abril, va en línea con la política ajustadora.
El año pasado solo recibimos un 28% de aumento frente a una inflación del 54% y este año la inflación ya lleva acumulada un 19%. Ni en noviembre ni en marzo se efectivizaron las cláusulas de revisión y este año la paritaria recién se abrió ayer, cuatro meses después de lo que correspondía. Frente a semejante caída salarial, el gobierno no llega siquiera a compensar lo que perdimos este año con su oferta, menos aun lo perdido en los últimos años ni lo que perderemos hasta abril próximo.
Frente a un panorama tan penoso, los sindicatos fueron a la negociación paritaria totalmente entregados. Durante seis meses guardaron silencio sobre la paritaria y solo pidieron la reunión cuando empezaron a sentir la presión de las bases y, no casualmente, cuando el gobierno ya tenía armado el presupuesto 2021. A la reunión de hoy fueron sin demasiadas precisiones sobre el reclamo salarial. UPCN no dijo cuánto pediría, Ate Nacional dijo que en los cuatro años de Macri se perdió un 36% (pero no se sabe si ese era su pedido) y Ate Capital (la Verde y Blanca) reclamaba que se solicite un 25%. Como se ve, todo muy lejos de una recomposición salarial a la altura de lo que perdimos. Tras la propuesta vergonzosa del gobierno, se limitaron a pedir que se mejore la oferta. Tanto la dirección de ATE (la verde nacional y la verde y blanca de Capital) como la de UPCN tienen como único fin acompañar la política de ajuste del gobierno. La Verde y Blanca dice rechazar a Cachorro Godoy por “sentarse frente al Estado empleador a espaldas de los estatales”, pero viene de boicotear la lucha de los trabajadores de CONICET.
Con la idea de que los estatales somos “privilegiados” porque mantuvimos nuestros puestos de trabajo y no nos bajaron nominalmente el salario, pretenden que estemos agradecidos. La realidad está muy lejos de ese relato. Los estatales venimos sufriendo una caída salarial mayor que la del sector privado porque nuestras paritarias se ubicaron al final de la tabla por varios años. No se ha despedido gente y eso se pretende compensar con salarios de indigencia. El sector privado sufrió un ajuste, pero nosotros no nos quedamos atrás. Incluso las paritarias privadas –aún a la baja- se encuentran muy por encima de los que nos ofrecen a los estatales.
Si queremos revertir esta debacle, es necesario organizarnos de forma independiente de la burocracia para llevar adelante un plan de lucha por una recomposición salarial, en lo inmediato, y para recuperar los organismos sindicales que nos pertenecen y que hoy están en manos de una burocracia que pretende manejarlos como unidades básicas para defender al gobierno. Los estales necesitamos sindicatos al servicio de nuestros intereses y no de la patronal. Llamamos a todos los sectores que se opongan a la burocracia y su política de complicidad con el ajuste a aunar esfuerzos en ese sentido.
Estatales de la Corriente clasista Goyo Flores