Desde hace semanas, los trabajadores lecheros, son espectadores (una vez más) de la pelea mezquina y faccional entre estos dos burócratas, por el control de la Seccional Atilra Capital Federal. Otra vez, vuelve a quedar claro que ninguno representa una opción para los trabajadores del sector.
Haciendo la plancha
El oficialismo que responde a Héctor Ponce, a través de su Secretario General, Gustavo Campos, se encuentra acorralado y cuestionado por las denuncias de despidos encubiertos y suspensiones indefinidas en SanCor. Incluso el escaso personal que aún sigue activo, percibe sus haberes atrasados y en cuotas. Por otra parte, la Cooperativa se niega a actualizar los sueldos, equiparándolos con el resto de la industria láctea y a abonar deudas que mantiene con el personal. El gremio sigue mirando para otro lado, permitiendo que los trabajadores paguen las consecuencias de el ajuste que SanCor viene realizando.
Al mismo tiempo en La Serenisima y Danone, los rumores de reducción de personal suenan cada vez con mas fuerza. Incluso sus autoridades se animan a expresarlo abiertamente en los medios. A esto se suma que el despido de un operario de la Planta Longchamps derivó en un hecho de represión policial contra otro trabajador de Danone que se encontraba solidarizándose. El gremio también aquí, no solo brilló por su ausencia a la hora de apoyar a los compañeros, sino que se dedicó a amenazar y hostigar a todo aquel que se solidarice con lo sucedido.
El sector que lidera Cristian Oliva, alfil de Hugo y Pablo Moyano, tampoco dio respuestas al despedido y se negó a participar de la marcha autoconvocada por los compañeros de Pablo González, violentamente agredido en la Puerta de la Planta Industrial y mas tarde en la comisaría 4° de Logchamps.
Una caravana de la dignidad, para los burócratas
El sector de Oliva, nucleado en la Agrupación Unidad y Trabajo, montó una caravana a la delegación del Ministerio de Trabajo del partido de Almirante Brown, donde entregó un petitorio denunciando «persecución laboral, intento de ajuste por parte de las empresas y el avance tecnológico que afecta a los puestos de trabajo».
Sin embargo, la caravana fue nada más que un intento de mostrar fuerza en el terreno donde crece este sector ligado al Moyanismo, que se encuentra presente en varias Comisiones Internas. La medida solo sirvió para acompañar a los anuncios de coordinación entre Camioneros y este sector de Atilra, realizados días atrás. De hecho tuvo escasa participación de trabajadores de la industria láctea y sí, una fuerte presencia de aparatos gremiales como el Frente Sindical, la Juventud Sindical y la Multisectorial 21F de Gustavo Vera.
Mas de lo mismo
Los trabajadores de la Industria lechera saben bien que ninguna de las dos variantes se va a poner al frente de la lucha por la defensa de los puestos de trabajo, por una verdadera recomposición del salario ni por ninguna otra reivindicación. Ya quedó demostrado que el gremio y sus supuestos opositores dejaron expuestos a miles de trabajadores a los efectos de la pandemia, sin importarle su salud; que no peleó por un aumento de recomposición y firmó una paritaria miserable y en cuotas;
que sigue permitiendo suspensiones, despidos y miseria en SanCor, Verónica y otras empresas.
Nada que venga de ellos puede beneficiar al obrero y por el contrario será negociado antes con las patronales.
Los trabajadores de la Industria lechera, necesitan sacarse ese lastre y poner en pié una organización independiente y combativa. Hay que poner el sindicato al servicio de la lucha de los trabajadores.
Lecheros en la Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución
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