A media mañana del jueves 7/9 se registró el vuelco de un camión cargado con raídos de yerba cosechada. Enseguida, los medios lo catalogaron como un nuevo accidente. El camión transitaba la ruta provincial 201 desde Apóstoles a Concepción de la Sierra cuando se quedó sin frenos en una pendiente pronunciada. El saldo: 5 obreros heridos. Tres de ellos, tareferos, al parecer viajaban sobre la carga de yerba por lo que resultaron gravemente heridos, mientras que dos, el conductor y su acompañante (un menor), quedaron atrapados entre los fierros retorcidos de la cabina. Desconocemos si estos últimos son tareferos, es probable que lo sean, al menos el acompañante.1
¿Por qué sucede este “accidente”? En un acto de sincericidio, Ramón Gerega, intendente Renovador del municipio de Tres Capones nos acerca la respuesta: “…también pensemos que hoy cualquier productor mediano, necesita para adquirir un colectivo $150.000, la situación económica de la yerba no está atravesando por un precio espectacular para que todos los productores puedan contar con el transporte adecuado para el personal.” Más adelante dice no justificar esta realidad, sino que intenta “ponerse en el cuero de cada uno de los productores…”, además afirma que se mezclan cuestiones culturales y económicas. Finalmente, para el dirigente municipal “no es culpa de nadie”2.
Gerega es un burgués yerbatero y sabe bien de lo que habla. Fiel a su clase, reconoce que el grueso de los pequeños y medianos burgueses yerbateros de la provincia subsisten gracias a las miserables condiciones de trabajo en las que mantienen a los tareferos. Dentro de la batería de condiciones miserables a la que son sometidos los tareferos (pago a destajo, en negro, jornadas de más de 12 horas, trabajo infantil, desocupación tras la zafra, alimentos escasos y en mal estado, etc.) el transporte es una que destaca y siempre es registrada como “accidente” o un “caso aislado”. Sin embargo, lo que vemos no es un “accidente” ni una “tragedia” sino un crimen social que se repite una y otra vez. Sólo para mencionar dos antecedentes conocidos: el “accidente” en 2000 en el murieron 4 tareferos y otros/as quedaron con secuelas de por vida, y la “tragedia” de Salto Encantado en 2013, en la que perdieron la vida 8 tareferos.
Todo crimen, tiene un responsable. En este caso, la culpa es de la burguesía, más puntualmente, la yerbatera. Decimos también que es social porque brota de las relaciones sociales que dan vida a esta sociedad: Misiones es tan capitalista como lo es Argentina. En otras palabras, este crimen es moneda corriente porque a los patrones de la yerba mate les resulta más rentable exponer a los tareferos a este peligro que pagar un transporte adecuado. Cada tanto, mueren algunos tareferos, aumentan momentáneamente los controles viales y, pasado el tiempo, la escena se vuelve a repetirse. En 2013 lo vimos en el gobierno de Maurice Closs (actual candidato a Diputado Nacional por el oficialismo provincial), hoy bajo el de Passalacqua.
¿Qué podemos hacer? Para empezar, no creerle a Gerega y a ninguno de los suyos. Ellos mienten para esconder su propia responsabilidad y proteger sus intereses de clase. Luego, organizarse para dar una lucha por condiciones de trabajo seguras, lo que implica también, transporte seguro. Para ello la lucha sindical por un Convenio Colectivo de Trabajo, salario anual y en blanco es fundamental pero no puede agotarse allí. Es necesario dar una lucha política, por el socialismo. De lo contrario quienes gobiernan seguirán siendo los mismos que empujan a arriesgar la vida de nuestros compañeros en la ruta, a sufrir en los yerbales incansables jornadas para ganar poco y nada, sobrevivir con hambre y en la miseria.
- Condiciones laborales y transporte seguro
- Convenio Colectivo de Trabajo
- Empleo en blanco y sin contratistas
- Erradicación del trabajo infantil en la tarefa
- Erradicación del trabajo en negro
- Reducción de la jornada laboral para tareferos a 6 horas y repartición de las horas sin afectar el salario
- Por la organización unificada de tareferos, sindical y políticamente independiente de los patrones
- Por una vida socialista
Razón y Revolución
Notas