Por Bruno Magro – A poco de que los EEUU entraran en recesión, la economía china empezó a mostrar síntomas de desaceleración. El freno en la creación de empleo, la caída en las exportaciones, como en el caso de la industria juguetera, y la tendencia a la baja en la actividad de la construcción, de la metalurgia y de las manufacturas en general, permite vislumbrar lo que todavía en la actualidad muchos pretenden negar: China está lejos de desacoplarse de la crisis capitalista.
Con los pies sobre la tierra Si bien la economía china continua su marcha ascendente, sus tasas de crecimiento muestran una tendencia a la desaceleración. En el segundo trimestre del 2007, el crecimiento del PIB era del 12,6%. Sin embargo, para igual período de 2008 el crecimiento del PIB fue de 10,1%. Para el tercer trimestre de 2008 se observa un crecimiento del PIB del 9%, mientras que sus estimaciones arrojan un 7,5% para el año 2009. La producción industrial china ha descendido al nivel más bajo mostrado en siete años. Tras haber mostrado un aumento interanual del 12,8% y 11,4% para los meses de agosto y septiembre de 2008 respectivamente, las estimaciones para el mes de octubre arrojaron un 8,2% con respecto a igual mes de 20071.
El desempeño económico de los distintos sectores manufactureros de la economía china, el cual representa el 40% del PIB, también muestra síntomas de desaceleración. La cantidad de empresas que vieron contraer su producción aumentó el 8,8% durante el último mes. Diecisiete de las veinte industrias que lo conforman experimentaron un recorte en su producción, siendo las refinerías de petróleo y el coque las que más cayeron. Con relación a las órdenes de compra y pedidos de producción, la cantidad de empresas que experimentaron bajas creció en un 9,4%, en más de la mitad de las industrias, durante noviembre.
A su vez, el número de empresas que mermaron sus exportaciones se incrementó en un 12,4% en relación a octubre. En particular, se destaca el caso de las industrias de fibras químicas, metalmecánica y caucho y plásticos, en donde dicha cifra asciende al 20%. Las importaciones del sector manufacturero también evidencian señales de contracción. En promedio, diecinueve de las veinte industrias del sector disminuyeron sus importaciones. Esto pone en evidencia el declive del nivel de actividad económica, puesto que muchas empresas dejaron de importar materias primas y bienes de capital, al verse obligadas a recortar su producción debido a la caída de las exportaciones.
Barranca abajo
La desaceleración en el crecimiento del PIB y la ralentización en la actividad industrial y manufacturera, son señales que nos permiten afirmar que China está lejos de desacoplarse de la crisis capitalista mundial. De hecho, la Federación Industrial de Hong Kong2 prevé que el 10% de las 60-70 mil empresas de capital hongkonés cerrarán sus instalaciones productivas en el delta del Río Pearl, en la Provincia de Guangdong.
Hasta octubre de 2008, la provincia de Guangdong producía el 70% de la producción mundial de juguetes. Las ciudades de Shantou y Dongguan, concentraban más del 70% de la producción china, contando, con más de 7.000 empresas, que daban empleo a 1,5 millones de obreros. Sus ventas llegaban en torno a los 19.600 millones de dólares anuales. Entre enero y agosto de 2008, el sector del juguete sufrió el cierre de 3.631 empresas3, esto es, el 52,7% del total. Actualmente hay 3.507 exportadores de juguetes. Si bien entre las empresas que cerraron la mayoría eran pequeños talleres que empleaban a una docena de trabajadores, y que debido a sus bajos estándares de calidad terminaron perdiendo sus licencias de exportación, la quiebra también impactó a grandes empresas. La empresa Smart Group Union (He Jun Group), licenciataria de 3 de las 5 marcas mundialmente más importantes y proveedora de Mattel y Disney, empleaba a casi 7.000 trabajadores. Sin embargo, la contracción de los EE.UU. y Europa provocó un descenso importante en sus ingresos, dos meses adeudados de sueldos, unos 4,5 millones de dólares, y la imposibilidad de afrontar sus compromisos con más de 800 proveedores. La empresa Kaida, que hasta entonces empleaba a 8000 obreros, anunció un recorte de personal de 600 trabajadores, muchos de ellos con más de 10 años de antigüedad, pagando a los cesanteados una compensación equivalente sólo al salario de un mes, 143 dólares. Durante los primeros siete meses del año, las exportaciones de juguetes a los EE.UU. cayeron en un 5,2% y las exportaciones a nivel mundial un 16%. Siendo China el principal productor, esta tendencia seguirá adelante.
El sector siderúrgico chino era, hasta hace poco, uno de los sectores más productivos y rentables. Sin embargo, según un trabajo publicado por la asociación que nuclea a las compañías chinas del acero (CISA – China Iron & Steel Asociation), la caída de la demanda y del precio mundial obligó al sector metalúrgico a poner los pies sobre la tierra. Entre enero y septiembre de 2008, el sector productor de acero experimentó pérdidas por 1.138 millones de dólares, 18 veces más que igual período de 2007. Para octubre de 2008, el 60% de las siderurgias se encontraban en rojo, por lo que muchas debieron cerrar. La firma Baoshan Iron and Steel & Co1, la segunda empresa siderúrgica más importante de China, y la subsidiaria china de la empresa coreana POSCO, recortaron su producción en más del 20%. La acumulación de inventarios, la caída del precio y las exportaciones de acero, y la clara contracción del sector de la construcción china, comprometieron seriamente la rentabilidad del sector. Se estima que las pérdidas de Baoshan rondarán los 73 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2008.
La crisis mundial es un hecho. Lejos de tratarse de una simple “crisis financiera” que afectará sólo a los EE.UU., se trata del despliegue de contradicciones que afectan a todo el mundo. Mientras tanto, muchos gobiernos han salido a postular medidas inútiles para gestionar la crisis, en un intento de salvar a los capitales nacionales y hacer pagar las consecuencias a la clase obrera (ver recuadro). La economía china, considerada por muchos como el polo productivo que iba a salvar al capitalismo mundial, lanza sus primeras señales concretas de desaceleración en sectores fundamentales de su economía. En franca línea con la tendencia mundial encabezada por EE.UU. y Europa, principales mercados para las exportaciones chinas, el sector productivo chino está poniendo al desnudo lo ficticio de la fabulosa expansión económica de los últimos años. A su vez, el avance de la crisis sobre China advierte sobre las perspectivas que le caben a aquellos países que dependen del comercio con dicho país. Tal es el caso de Argentina.
Notas
1En base a datos del Informe trimestral actualizado sobre China, de diciembre 200, elaborado por la oficina del Banco Mundial en Beijing,
2Roubini, Nouriel: “Hard Landing in China”, en Forbes.com, 05/11/2008.
3Diez, Pablo: “La crisis obliga obliga a cerrar a más de la mitad de las 6.000 fábricas de juguetes chinas”, en Abc.es, 30/11/2008 y Xinuanet.com, 26/11/2008.
4Cang, Alfred: “Baosteel confronting profit to fall in 2009”, en Mineweb.com, 30/10/2008