El próximo primero de noviembre tendrá lugar una nueva movilización por el caso Maldonado. Como otras, es una marcha de “unidad”, donde participarán tanto los organismos de derechos humanos adictos al kirchnerismo, como aquellos que se vinculan a la izquierda. No se trata de ninguna elucubración, quien vea la convocatoria encontrará mezcladas las firmas K de Abuelas de Plaza de Mayo, Hijos Capital, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, con las de la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, Asociación de Profesionales en Lucha (APEL), Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH), etc. ¿Quién tiene la dirección? Basta con ver que se ha eliminado de las consignas la responsabilidad del Estado y todo se reduce al “gobierno”. El problema es Macri, con otro esto no pasaba. Eso es lo que allí se está construyendo: la limpieza de Cristina.
Así las cosas, la izquierda marchará, una vez más, codo a codo con el kirchnerismo. Ayer, el argumento era la “urgencia” para que apareciera Santiago con vida. Hoy, que tenemos que ser miles y miles para garantizar “verdad y justicia”. No importa que para ello tengamos que lavarle la cara a los que asesinaron compañeros, los que metieron la mano en nuestros bolsillos y los que hoy desfilan por Comodoro Py por crímenes y delitos perpetrados contra la clase obrera. La izquierda que ahora cree redimirse por haberse acordado de votar por el desafuero de De Vido, se va a movilizar con sus secuaces para exigir “justicia”. Una verdadera vergüenza.
Parece que los compañeros se empecinan en no ver lo obvio. Para el kirchnerismo, el asunto Maldonado era parte de la campaña electoral. Nada más. Por eso ordenaron quedarse en casa cuando apareció un cadáver en el rio Chubut, primero, y cuando se confirmó que era Santiago, después. No participaron de la movilización del miércoles pasado, ni la del jueves, ni la del viernes, ni la del sábado. De ninguna. El pretexto era “respetar” a la familia, que, dicho sea de paso, en ningún momento se manifestó en contra de ninguna movilización. Luego apareció el verdadero argumento: no hay que enturbiar las elecciones.
¿Por qué se vuelve a movilizar el kirchnerismo? No porque le preocupe que el caso Maldonado quede impune, sino porque quieren garantizar su propia impunidad. Macri ya tiene preso a De Vido y amenaza con ir por más. Esta marcha es un elemento de presión y busca alejar a Cristina de los tribunales. Nuestra tarea no es contribuir a evitar eso, sino acelerarlo. Desatar la crisis, no evitarla.
El otro elemento que la izquierda se niega a ver es su propia capacidad de movilización. El sábado pasado quedó demostrado. El kirchnerismo no sirve ni para llenar la plaza. La llenamos nosotros, solos, sin asesinos, chorros ni corruptos. Eso produjo una evidente crisis en las filas K. Crisis que ahora, la izquierda va a cerrar. Porque rehabilita al kirchnerismo y porque se subordina a su dirección, marchando por consignas que no son propias.
El reclamo por el esclarecimiento de los hechos, el juicio y el castigo a todos los responsables de la muerte de Santiago no se va a logar marchando junto con los asesinos de otros tantos compañeros. Lo que está a la orden del día es la conformación de una comisión investigadora independiente. La única forma de llegar a la verdad es que investiguemos nosotros, los que tenemos un interés real en resolver esto, y no los responsables y encubridores. Y para eso tenemos diputados obreros. Ellos tienen la responsabilidad de organizar ya mismo esa comisión. No hay otro camino para llegar a los verdaderos culpables.
*No marchamos con Milani ni con De Vido
*Por una comisión investigadora independiente