Los trabajadores del Estado son uno de los sectores más golpeados por la crisis económica. El gobierno provincial y los municipales, con sus números en rojo, buscan recortar gastos ajustando sus salarios. En los últimos años, la inflación se fue comiendo a pasos agigantados el poder adquisitivo de los salarios, lo que obligó a amplios sectores de los obreros estatales a luchar por la recomposición salarial.
Así, durante el 2019, venimos observando un alza en la lucha de los trabajadores municipales de la provincia, sin lugar a dudas, uno de los sectores más castigados dentro de los obreros estatales. Durante los meses de julio del año pasado se produjeron las huelgas de los trabajadores municipales de Posadas y Eldorado. A pesar de esto, los acuerdos se firmaron a la baja, es decir, corriendo detrás de la inflación; además, los montos de los bonos acordados fueron de miseria. Este fue el caso de los trabajadores de los municipios de Montecarlo, Oberá, Wanda y Cerro Azul. En concreto, los compañeros municipales llegaron a este año con el poder adquisitivo pulverizado y con las mismas condiciones de contratación y trabajo miserables.
Días atrás se realizó una asamblea de trabajadores municipales en la localidad de San Vicente ante el incumplimiento del intendente K Sergio Rodríguez respecto al aumento del 30% acordado para este 2020 (que ya implicó un acuerdo por debajo de la inflación). Con la escalada inflacionaria, los compañeros se encuentran con salarios prácticamente congelados (apenas tuvieron un incremento salarial con sumas no remunerativas). Por eso, muchos reclaman que la recomposición salarial alcance al 50% del salario bruto. Sin embargo, la burocracia baja la vara y demanda que el municipio cumpla con el incremento del 30% y se corrijan los montos de las asignaciones familiares. Esta situación pone sobre la mesa el tan mentado Pacto Social de los Fernández: mientras los precios aumentan, nuestros salarios se congelan y la burocracia solo se limita a ser testigo.
El caso de los trabajadores de San Vicente es testigo, ya que expresa el estado general de los trabajadores municipales misioneros. Este se sostiene sobre la base de la superexplotación, con salarios no superan la mitad de una canasta de pobreza. Sumado a esto la precarización de las condiciones de contratación y trabajo son dos problemas graves que se profundizan. Por eso, además de exigir la reapertura de las paritarias, hay que luchar por el pase a planta permanente de todos los compañeros.
Por todo esto, exigimos:
• Pase a planta permanente, en blanco y bajo convenio Colectivo de Trabajo a todos los trabajadores municipales de la Provincia
• Recomposición histórica del salario: salario igual a dos canastas básicas totales
Corriente Sindical Clasista Goyo Flores
Razón y Revolución – Misiones