Santa Fe: Sin pan y con trabajo. Los docentes santafesinos necesitamos definir paritarias

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En concordancia con la política nacional, centrada en el desarrollo del Pacto Social que implica un ajuste profundo a los trabajadores, la Paritaria Nacional Docente fijó un salario de hambre. El acuerdo miserable elevaba el salario testigo a $23.000 en marzo, y a $25.000 en julio. A este monto se le agregó una suma fija de $4840, a pagar en cuatro cuotas a través del FONID. Para dirigentes gremiales como Yasky y Baradel, que blandieron la bandera de la cláusula gatillo como una conquista histórica de los trabajadores durante el macrismo, de repente la misma generaba inercia inflacionaria y la dejaron de lado con los Fernández.

En Santa Fe, el gobierno provincial esperó los resultados de este acuerdo y convocó a fines de febrero a los gremios docentes. En la primera reunión del año, sostuvieron que el anterior gobierno dejó la provincia “quebrada”. El novel gobierno peronista, a través de su ministra de Educación, y ex funcionaria reutemanista conocida por sus posturas ultracatólicas y antiderechos Adriana Cantero, ofreció a los docentes un aumento miserable de 3%. En realidad, esa cifra es aún menor ya que ese porcentaje incluía la suma del FONID y sumas no remunerativas en concepto de material didáctico. Además debemos  considerar que el  aumento prometido por el gobierno se calcularía sobre la base del salario de diciembre y no con el de febrero que incluía un 3,8% de aumento por la cláusula gatillo de las paritarias 2019.

Con este panorama, la docencia santafesina votó de manera contundente el rechazo a la propuesta y medidas de fuerza al inicio del ciclo lectivo. Las medidas incluyeron una concentración en la Regional IV y una movilización provincial a Casa de Gobierno que convocó a miles de compañeras y compañeros. La respuesta del gobierno fue una nueva reunión paritaria que pasó a cuarto intermedio. De esa reunión, los representantes de los gremios no dieron mayores detalles, salvo que la oferta aún era insuficiente. Por su parte, el gobierno deslizó en los medios de comunicación que la nueva oferta rondaba entre el 8 y 10% de aumento. Finalmente, nunca se supo a ciencia cierta, por lo menos por parte de las direcciones sindicales, cuál fue la propuesta porque la pandemia funcionó como la excusa perfecta para que el gobierno suspendiera las paritarias unilateralmente. Con la paritaria suspendida, el valor del salario testigo quedó congelado en $33.500, cuando la Canasta Básica Total de pobreza estimada por el INDEC se sitúa en $42.594. En definitiva, los docentes vivimos por debajo de esa canasta de pobreza que ni siquiera contempla los gastos específicos de nuestra labor.

Virtualidad, salarios y condiciones de trabajo

Al congelamiento de hecho de nuestros salarios, se le sumo la cuarentena obligatoria y la necesidad de desarrollar instancias para implementar la educación a distancia. La misma se garantiza gracias a los equipos e insumos que poseía cada docente y/o tuvo que comprar. Esto implicó el arreglo o compra de dispositivos, asegurar conectividad de calidad, hacernos cargo de gastos extras en servicios como electricidad y asumir una tarea para la cual no fuimos preparados. El panorama se completó con directivas dispersas en torno a la misma y sabiendo que la distancia entre lo que se enseña y lo que se aprende, no sólo se agrandó por la nueva modalidad sino también por todas las necesidades materiales y culturales para llevar a cabo esta nueva modalidad. Por eso, la negociación paritaria debe incluir un bono especial que cubra los gastos de la educación remota.

El avance de la cuarentena expuso otros problemas. Los docentes extendimos de hecho las horas de trabajo ya que no se reguló la jornada laboral. Esto hace que suframos de fatiga visual y dolores en la espalda producto de estar durante muchas horas al frente a la computadora. A los efectos psicológicos de la pandemia y la cuarentena, se le suma el trabajo no remunerado en el hogar. Recordemos que nuestra profesión es mayoritariamente femenina. Por lo tanto, el peso del patriarcado hace que en muchos casos las compañeras deban hacerse cargo del cuidado de niños y/o ancianos.

Por otro lado la cuarentena empeoró notablemente la situación de los reemplazantes. A la no creación de cargos se le sumó que no se cubrieron las suplencias generadas durante la cuarentena, dejándolos sin posibilidad de acceder a cargos y horas y, por supuesto, al salario correspondiente. Su situación es desesperante, ya que, de hecho, están desocupados.

Reapertura: ni mucho ruido, ni muchas nueces

El jueves 4 de junio se reunió la Comisión Técnica Paritaria con el fin de pensar la vuelta a las aulas. En líneas generales, el discurso fue idéntico a lo planteado por el Ministro Trotta: se haría después de las vacaciones, de manera gradual, intentando desdoblar los grados numerosos, haciendo hincapié en los cursos ingresantes y egresantes y con protocolos específicos. En definitiva, aún en su formato dual, los docentes seguiremos gastando plata de nuestros salarios para sostener la virtualidad.

¿Y nuestros sueldos congelados? Bien, gracias. El gobierno aclaró que el tema sueldos no se va a tocar hasta después de asegurar el pago de aguinaldos ya que siguen sosteniendo que la provincia no puede aumentarnos. Por su parte, las direcciones sindicales en mano de la burocracia (SADOP, AMSAFE, UDA) expresan preocupación por la situación, pero no llevan adelante ninguna medida concreta para presionar al gobierno. Mientras tanto nuestro poder adquisitivo cae día a día.

En este contexto miserable, la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro exige:

  • Definición de la negociación paritaria.
  • Bono extra, mensual y retroactivo de $10.000 para cubrir los gastos en insumos tecnológicos, internet de calidad y mayores costos de los servicios utilizados.
  • Recomposición histórica del salario. Salario inicial igual a dos canastas básicas totales.
  • Wifi de calidad y gratuito para todos.
  • Reapertura del Plan Conectar Igualdad. Cada alumno y docente debe recibir una computadora de todas las modalidades y niveles.
  • Contratación del personal técnico necesario para cada escuela a los fines de asistir y colaborar en la diagramación de las clases a distancia y las plataformas escolares.
  • Contratación y dotación de personal para gabinetes escolares, para acompañar y apuntalar el proceso pedagógico de cada uno de los alumnos de nuestro país.

Corriente Nacional Docente Conti-Santoro Santa Fe

10/6/2020

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