Los trabajadores de la salud platenses en pie de lucha

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El pasado miércoles 10 de junio los trabajadores de la salud realizaron una jornada de lucha en todo el país para denunciar las condiciones laborales en las que se encuentran. A la precarización laboral, los salarios por debajo de la canasta familiar y el pluriempleo, se le suma la falta de equipos de protección personal para hacer frente a la pandemia del Covid-19. Esta situación lleva a que el 18 % de los contagiados sea precisamente el personal de salud, siendo una de las tasas más altas a nivel mundial. Por si esto fuera poco, el Estado niega las licencias a los trabajadores que se encuentran dentro del grupo de riesgo, como ocurrió con María Esther Ledesma, enfermera de pediatría del Hospital Gandulfo, que falleció tras contraer coronavirus luego de que le fuera negada la licencia en 6 oportunidades.

En la ciudad de La Plata, el epicentro de la protesta fue el Policlínico San Martín, donde se realizó una conferencia de prensa y un aplausazo simbólico, pero se extendió también a hospitales como el Alejandro Korn y el José Ingenieros. En la región la situación es incluso peor que a nivel nacional. A principios de junio, del total de casos detectados hasta entonces, en La Plata casi el 28% correspondían a personal de salud, En Berisso un 43,8% (muchos de ellos trabajadores de clínicas y sanatorios de La Plata), y en Ensenada un 20%. El primer hospital en tener contagios masivos fue el Gutierrez con 15 trabajadores infectados a mediados de abril, luego el Cestino y por último el caso más resonante, el del policlínico San Martin que tuvo que aislar a 110 trabajadores. También se registraron casos en Ipensa, el Hospital San Roque y el San Juan de Dios.

Kicillof, Gollan, Ginés, Fernández y todo el personal político son responsables de esta situación. Mientras dicen a los cuatro vientos que durante estos meses reforzaron el sistema de salud como nunca antes, culpan al personal de salud por los contagios “horizontales”. En la mayor parte del país los trabajadores no tienen insumos de calidad ni capacitaciones adecuadas. El gobierno no previó siquiera la reconversión de industrias para ponerlas al servicio de la producción de insumos para la pandemia. Varios trabajadores deben entonces costearlos de su bolsillo o apelar a la solidaridad comunitaria. Tampoco hay una infraestructura adecuada para atender el problema.

Tras décadas de fragmentación, desfinanciamiento y precarización, el denominador común en los hospitales es la falta de personal. Los mismos trabajadores deben atender en diferentes lugares, porque el salario es insuficiente y requieren más de un empleo, Buena parte del personal está precarizado bajo diferentes modalidades: contratos, monotributos, etc. Residentes y concurrentes son de las capas más explotadas y sus reclamos apenas son atendidos. En CABA, enfermería sigue reclamando el pase a carrera profesional. El mísero bono de 20 mil pesos, a pagar en cuatro cuotas, no fue todavía abonado en varios distritos.

OTRO SALVATAJE A LOS CAPITALISTAS

Sin embargo, cuando del sector empresarial se trata, las medidas se toman en forma mucho más rápida y efectiva. El mismo miércoles 10 de Junio, mientras los trabajadores de la salud realizaban la jornada nacional de lucha, el Gobernador Axel Kicillof presentaba el “Programa de Sustentabilidad del Sistema Sanatorial”, el cual consiste fundamentalmente en una “ayuda financiera” de 400 millones de pesos mensuales que serán transferidos desde el IOMA hacia clínicas y sanatorios privados de la provincia. Es decir, mientras la obra social se atrasa en el pago a los médicos y prestadores, abandona a pacientes que requieren tratamientos oncológicos o alguna droga específica (como hemos visto en otras notas|1| |2|), usa la caja para financiar las ganancias de los dueños de las clínicas. Todo esto con la excusa de evitar su cierre y garantizar las camas para atención del Coronavirus.

Está claro que la pandemia vino a acelerar la crisis que venimos arrastrando, y más claro aún que el gobierno pretende descargarla una vez más sobre los hombros de los trabajadores. Este salvataje a los empresarios de la salud no es una medida aislada, sino que se suma a los subsidios a empresas como Techint, Ledesma, Clarin, etc a través de los ATP. Mientras los trabajadores tenemos que estar en la primera línea de batalla, sufrir la precarización los despidos, las suspensiones o mendigar para cobrar un mísero Ingreso Familiar de Emergencia, para los patrones hay dinero de a millones y en el acto.

PARA QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS

Si los trabajadores no queremos ser una vez más quienes paguemos los platos rotos tenemos que organizarnos de forma independiente de todas las burocracias sindicales que pactan rebajas salariales a nuestras espaldas y establecer un plan de lucha que unifique una agenda de reclamos para enfrentar el ajuste en curso. Por eso convocamos en la Ciudad de La Pata a participar del acto del Plenario del Sindicalismo Combativo el martes 16 de Junio a las 11 hs en las puertas de la Gobernación.

  • Repudiamos el crimen social de María Esther Ledesma. Kicillof, Ginés, Fernández y el Estado son responsables
  • Licencias para todo el personal de riesgo.
  • Por una política para cubrir el faltante de personal y más capacitaciones
  • Insumos y EPP en cantidad y calidad
  • Pago inmediato y aumento del bono para todos los trabajadores de los hospitales
  • Reapertura de las paritarias y una recomposición del salario
  • Pase a planta permanente de todo personal precarizado
  • Ningún salvataje a los empresarios de la salud. Expropiación de las clínicas privadas y centralización del sistema de salud bajo control obrero. Por un IOMA bajo control directo de los afiliados
  • Que la crisis la paguen los capitalistas

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