Desde hace semanas, la localidad de Libertador General San Martin es noticia por la cantidad de contagios y el avance de la pandemia de coronavirus en la zona. Dentro del gigante azucarero propiedad de los Blaquier, las políticas de la patronal tuvieron su efecto: 15 trabajadores ya fueron diagnosticados y hace unas horas un obrero de la fábrica de papel falleció.
La producción por encima de las vidas obreras
Desde el inicio de la pandemia y la cuarentena, el directorio de Ledesma se amparó en la premisa de que sus productos son esenciales. Por ello, no dejó de producir y caratuló a todos sus empleados como imprescindibles para mantener los volúmenes de producción. El azúcar y el alcohol son bienes de primer consumo, sobre todo el segundo como sanitizante, pero el resto de los negocios de esta agroindustria no lo son en la misma medida: el jugo concentrado de frutas, el papel y demás derivados de la producción azucarera pueden disminuir en volumen de producción. Algunos ni siquiera califican como esenciales: por ejemplo, el alcohol buen gusto que abastece a la industria de bebidas alcohólicas, o la producción de aceites esenciales cítricos… No vale arriesgar la vida de miles de trabajadores para mantener a la gran burguesía azucarera.
Si en Ledesma se mantuviera solo al personal necesario para garantizar una producción mínima a fin de mantener el abastecimiento normal de la población y se otorgaran las licencias correspondientes al personal no indispensable, las medidas básicas de profilaxis como las distancias mínimas se podrían aplicar. Si los EPP fueran de calidad y en cantidades idóneas, las posibilidades de contagio disminuirían. Demás esta plantear que, si se realizaran desinfecciones intensivas y periódicas en toda la nave fabril y aledaños, las posibilidades de infección disminuirán aun más. Por supuesto, discutir todas estas medidas ante un gobierno que garantiza las ganancias de los empresarios y ante una burguesía que no quiere dejar de ganar es imposible sin un plan de lucha serio.
Por eso, planteamos la necesidad de impulsar un plan de lucha deliberado en asambleas por los trabajadores, sin depositar confianza en la burocracia de nuestros sindicatos, por los siguientes puntos:
– Planificación de la producción esencial a fin de abastecer las necesidades sociales y no exponer innecesariamente a los trabajadores, licencias a los obreros del citrus, del papel, a los que no son indispensables para producir, y a todo empleado que este en la población de riesgo;
– Desinfección total de todas las plantas, talleres, depósitos, oficinas y dependencias de Ledesma y periodicidad de estas medidas;
– Insumos y EPP de calidad YA para toda industria o servicio en actividad;
– Que los COE municipales y provincial auditen y clausuren las fábricas y sectores en las que no se apliquen ni cumplan medidas de prevención;
– Participación obrera en la elaboración y fiscalización de los protocolos sanitarios, a través de comités elegidos en asambleas;
– Recomposición salarial y salario igual a dos canastas básicas y
-Basta de precarización laboral, efectividad a los temporarios del ingenio.
Corriente Clasista Goyo Flores – Razón y Revolución Jujuy
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