La represión en el debut de la democracia Argentina. Asesinatos obreros bajo el gobierno de Yrigoyen antes de la Semana Trágica

en El Aromo n° 104

Leandro Billordo y Sabrina Bonifacino
Grupo de investigación de la clase obrera argentina – CEICS


Este artículo busca combatir una idea instalada por los partidos burgueses, que día a día va ganando peso también entre la izquierda argentina: que democracia y represión son asuntos separados. Este mito nace como una necesidad de los gobiernos burgueses “democráticos” de diferenciarse de las dictaduras, donde sí operaría la represión de manera abierta. Esta idea no viene sola: va acompañada de la creencia de que la democracia (burguesa) es el único régimen deseable. 

Los partidos burgueses tratan de mostrarse como enemigos de la represión, y en caso de tener que ejercerla, intentan presentarla como el fruto de hechos aislados. Esta imagen se refuerza en el caos de los gobiernos considerados populares, Yrigoyen para el radicalismo y Perón para el peronismo, o, sin irnos tan lejos en el tiempo, los gobiernos del matrimonio Kirchner de 2003 a 2015.

En el caso de Yrigoyen, si bien su gobierno cuenta con hechos represivos de magnitud (Semana Trágica, La Forestal, La Patagonia Rebelde), se ha intentado mostrar siempre estos acontecimientos como sucesos aislados en el contexto de un gobierno tranquilo, democrático y popular. Los más osados aún lo tildan de obrerista, incluso. La realidad, como veremos, es muy diferente. Hipólito Yrigoyen asume el gobierno en octubre de 1916. En 1917 comienza a publicarse el periódico La Organización Obrera perteneciente a la Federación Obrera Regional Argentina del IX Congreso. Es decir, se trata del periódico de la corriente gremial sindicalista que rechaza los postulados del anarquismo. Esta corriente gremial, domina por ese entonces el movimiento sindical argentino y tiende a aliarse al gobierno. Nosotros hemos tomado los datos de este periódico, que no pertenece a una facción contraria al gobierno, para relevar todos los casos de asesinatos de obreros ocurridos en los dos primeros años de gobierno de Yrigoyen, es decir el período anterior a la Semana Trágica. 

Marítimos

Los marítimos protagonizan el primer gran conflicto que debe enfrentar Yrigoyen. Su intervención en el mismo es uno de los hechos sobre los que se construye el mito de un Yrigoyen obrerista. El conflicto dura seis meses de noviembre de 1916 a mayo de 1917 y en él intervienen cuatro fuerzas de seguridad: Policía, Armada, Marina y Cuerpos de línea. Además de esto, se contrata carneros para suplantar a los trabajadores en huelga, se crea un sindicato amarillo y el Estado oficia de mediador entre las partes cuando el conflicto se estanca. Si bien el conflicto se resuelve a favor de los trabajadores, esto solo sucede después de que los trabajadores enfrentan la represión por parte de las fuerzas del Estado, se les impida hacer propaganda, y sean atacados por los integrantes del sindicato amarillo que se crea durante el conflicto.

En mayo de 1918, en Posadas 300 trabajadores marítimos son despedidos, comienzan una huelga y vigilan que no concurran carneros a ocupar sus puestos. La policía tiene actitudes hostiles, pero no logra vencer a los obreros. Personal de la armada concurre a realizar las tareas abandonadas. Los obreros cortan la luz, y los soldados se ven forzados a dividirse entre cubrir las tareas abandonadas y proteger el abastecimiento eléctrico. La policía dicta el estado de sitio. Carmelo Olivera se encuentra junto a un grupo de obreros instando a la gente a que no se realice ningún trabajo cuando es atacado por el capataz Jacinto Chabarri, quien realiza disparos con una pistola. Los policías cercanos al lugar disparan contra los obreros matando a Olivera. Los obreros se defienden arrojando piedras. Un sargento es herido, y el capataz ayudado a abandonar el país con rumbo a Paraguay.

Ferroviarios

Es el sector que más se moviliza en los primeros dos años, también es el más reprimido. Su importancia en la estructura productiva es vital. Junto con los marítimos, este gremio puede llegar a parar a toda la economía.

En 1917, Yrigoyen debe enfrentar diez conflictos de ferroviarios en diferentes partes del país, en los cuales interviene la Policía, el Ejército y la Caballería. En cinco de estos conflictos se recurre a carneros para que pongan en funcionamiento los ferrocarriles, así como también para que repriman a los huelguistas. Esto sucede en la localidad de Villa Mercedes, en San Luis, durante octubre de 1917. En este caso, la represión la inicia un Ingeniero de sección, junto a la fuerza policial. Hay dos muertos: un huelguista y una persona que se encontraba descansando en la zona cercana a donde se produce la balacera.

Ese mismo mes, otro conflicto en Mendoza culmina con cuatro obreros muertos. Estos asesinatos se producen pese a que el Estado simultáneamente actuaba como mediador en el conflicto. Vemos, entonces, que la acción mediadora del Estado, no anula la intervención represora. Tres policías que eran ex empleados ferroviarios hacen arrancar el tren y los obreros intentan detenerlo, pero reciben disparos desde el mismo. Además de los muertos hay 12 heridos. Lo mismo ocurre en Constitución en octubre de 1917 cuando una columna obrera intenta cortarle el paso a una formación que había sido puesta en marcha con rompehuelgas custodiados por el ejército. En este caso se registran dos muertos y once heridos.

También se producen muertes en Mercedes, provincia de Buenos Aires, en octubre de 1917, cuando un grupo de obreros se cruza a un piquete de policías y vitorean la huelga. Ante esta actitud la policía abre fuego y hiere mortalmente a un obrero.

En 1918, los ferroviarios protagonizan diversos conflictos a lo largo y ancho del país durante todo el año. El primer muerto se registra en febrero en Sunchales, provincia de Santa Fe, cuando el trabajador José Sancedo es asesinado por el Jefe de Estación de dos tiros, luego de haberlo provocado a pelear. El comisario lleva al asesino a su casa y recién es encarcelado al día siguiente.

En Junín a principios de marzo de 1918, obreros que van marchando reciben disparos desde los talleres y al momento de retirarse, su paso es cortado por el 6° de Infantería que abre fuego, dejando un trabajador muerto.

Dos asesinatos más se registran en mayo en el marco de una huelga que abarca a varios partidos de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe. En Olavarría se produce la muerte de un obrero a manos del Ejército; en tanto que, en Vera, Santa Fe, el capataz Pedraza del ferrocarril mata de un tiro de Winchester en la espalda al cambista Narciso Iriarte. El asesino no es detenido por la policía y solo va a ser llamado a declarar luego de protestas obreras. El último obrero ferroviario muerto que registra el periódico para este año es en Añatuya a finales de agosto. El periódico no brinda mucha información al respecto, solo que se le niega la asistencia médica.

Frigoríficos

Tres conflictos se desatan en la industria de la carne, todos en diciembre de 1917: Frigorífico Central Argentino en Avellaneda; Armour y Swift en Berisso; y La Blanca y La Negra, ambos en Avellaneda. En el primero de los casos, la policía ataca a balazos a los huelguistas cuando intentan impedir la entrada de rompehuelgas a la planta y se producen detenciones cuando intentan hacer una asamblea. Pese a los disparos policiales, en este caso, no hay víctimas fatales. 

En Armour y Swift participan de la represión la Policía y la Marina. La Policía irrumpe en una asamblea a balazos, en tanto que la Marina golpea y detiene dentro de las instalaciones a los obreros cuando se disponían a hacer abandono de tareas. La Marina queda apostada en el frigorífico y en las madrugadas del 4 y 5 de diciembre, durante un apagón abren fuego contra las casas que se encontraban cerca del frigorífico matando a tres personas.

En La Blanca y La Negra los obreros son atacados al hacer abandono de tareas. En ambos casos el personal jerárquico dirige la represión. En La Blanca, también acuden al establecimiento la Policía y la Gendarmería, pero los obreros son atacados por una patota de Monte Grande, ante la mirada cómplice de estas fuerzas. En La Negra, un capataz amenaza a seis trabajadores a punta de pistola, mientras los carneros disparan desde el interior de la planta matando a un huelguista y a un peluquero que tenía el local en frente.

Yerbateros

En julio de 1918, en Misiones, Mariano Acosta, capataz de yerbatal mata de dos tiros a Julián Parra y hiere con arma blanca a un obrero en el brazo en el momento en que solicitaban hablar con el dueño para quejarse por la pésima comida. El dueño del yerbatal ayuda a escapar al capataz y la policía no investiga. Juan Pucheta es asesinado de un tiro por una patota mandada por el mayordomo del yerbatal. Su hermano huye luego de su muerte por amenazas. Galeano, trabajador del mismo yerbatal donde mataron a Pucheta, por reclamar el pago de su sueldo es encarcelado en el yerbatal, y solo va a ser liberado cuando interviene la Federación Obrera Local.

Conclusión

En 1917 La Organización Obrera registra catorce muertes. Dos de ellas van a ser de personas que se encontraban en lugares cercanos a los hechos y que al momento de producirse balaceras generalizadas caían víctimas del fuego a mansalva. Para 1918 registra ocho muertos. Esta simple contabilidad, que probablemente omita otros casos ocurridos en el interior no registrados por el periódico la Organización Obrera, arroja la cifra de veintidós obreros asesinados bajo el gobierno de Yrigoyen en los dos años anteriores a la Semana Trágica. Un promedio cercano a un obrero asesinado por mes. 

De este total, el mayor número lo aportan los trabajadores ferroviarios con quince asesinados en contexto de represión, seguido por frigoríficos con cinco obreros asesinados en tres conflictos cortos a fines de 1917. 

A su vez, dos de los gremios más afectados constituyen sectores con los cuales Yrigoyen supuestamente habría estado más dispuesto a negociar (ferroviarios y marítimos). Hay 14 muertos en conflictos ferroviarios, 1 en conflictos marítimos, 5 en las huelgas de los frigoríficos y 2 casos en los yerbatales.  Este último, es el que menos directamente compromete al gobierno, pues se trata de una represión exclusivamente patronal, aunque la misma cuenta con la complicidad policial.

Dejando de lado el caso de los yerbatales, 20 obreros son asesinados en contextos represivos donde intervienen de modo directo integrantes de las fuerzas estatales. Es decir, aunque la represión recaiga en manos privadas (algún funcionario de la empresa afectada, rompehuelgas o patotas), se encuentra presente al menos una fuerza represiva del estado. Siendo una situación muy frecuente que se combine el accionar de al menos dos de estas fuerzas estatales. Encontramos la presencia de infantería, marina, ejército y policía. No se trata de hechos aislados, ni de accidentes fortuitos. Hemos relatado también otros casos donde las fuerzas estatales o patronales disparan a la multitud sin causar víctimas fatales solo por casualidad. En ninguno de estos casos el gobierno estaba presionado a reprimir por un clima golpista, como dicen los radicales para justificar la represión de la Semana Trágica. Simplemente, observamos aquí como funciona la democracia real a través de la represión y el asesinato, al tiempo que legitima el dominio de la burguesía sobre el proletariado, tras el manto de la voluntad popular y políticas sociales e intervencionistas del Estado.


Notas

1La Organización Obrera (en adelante LOO), 01/05/1917.

2LOO, n° 33, 01/05/1918.

3LOO, n° 5, 04/10/1917.

4LOO, n° 7, 20/10/1917.

5LOO, n° 26, 02/03/1918.

6LOO, n°26, 02/03/1918.

7LOO, n°34, 14/05/1918.

8LOO, n°49, 31/08/1918.

9LOO, n° 14 y 15, 15/12/1917.

10LOO, n° 3, 15/09/1917.

11LOO, n°41, 06/07/1918.

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