A comienzos de la semana pasada, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia convocó a una movilización para el primero de septiembre en el marco de la campaña por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Esta semana, casi calcando lo sucedido a comienzos de este mes, Estela de Carlotto tras entrevistarse con Garavano y Bullrich, anunció en conferencia de prensa que los organismos de derechos humanos kirchneristas estaban preparando una movilización para… el primero de septiembre.
En razón de ello, el Encuentro se reunió este miércoles para definir una posición. Otra vez, los partidos de izquierda allí nucleados defendieron unánimemente la “unidad” para darle fuerza al reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Matiz más, matiz menos, todos acordaban en la necesidad de agotar las instancias de diálogo con los organismos K para impulsar una acción común.
Ante el consenso mayoritario, nosotros sentamos posición: ratificamos nuestra negativa a marchar con los que asesinaron a Mariano Ferreyra y los que entronizaron a Milani, y señalamos que la “unidad” nos llevaba a colocarnos bajo la dirección de Carlotto, quien nos marca la agenda desde sus conferencias. Para evitar esto, sostuvimos, el Encuentro debía ratificar un acto independiente que reclamara la aparición con vida de Santiago Maldonado y Jorge Julio López. Una consigna que nos delimita del kirchnerismo, pone sobre la mesa la continuidad del aparato represivo y que, en términos operativos, ofrece una continuidad natural de la campaña: a la movilización del primero debía seguirle la del 18 de septiembre, fecha en que todos los años denunciamos la desaparición de López. Obviamente, quedamos en absoluta minoría.
Los que defienden la unidad con Cristina, Aníbal Fernández y Milani pretenden borrar a Julio López y los 40 compañeros asesinados bajo el kirchnerismo con el argumento del presentismo: lo que pasó ayer no importa. Excusa negadora y curiosa, porque tanto Carlotto como el EMVJ hicieron alusión a los desaparecidos de los ’70. O sea, que los muertos de hace 40 años explican a Maldonado, pero los de hace dos no.
En realidad, Cristina es tan responsable como Macri. La comunidad Lof Cushamen intentó ser desalojada mediante la Ley Antiterrorista, lo que finalmente no se logró por intervención de un juez. Pero esa ley, que sancionó Néstor, sigue estando allí. Por su parte, la estructura de Gendarmería actual le debe mucho a Milani, quien oficiaba como jefe de Estado Mayor General del Ejército gracias a Cristina (y con la bendición de Hebe y Carlotto). También a Agustín Rossi, ministro de Defensa entre 2013 y 2015, ya que la Gendarmería se encontraba bajo su órbita. De hecho, Fabián Mendez, comandante principal del Escuadrón 35 que actuó en el desalojo en el que desapareció Maldonado, se desempeña en esas funciones desde principios de 2015, cuando aún gobernaban Cristina, y Rossi y Milani controlaban la Gendarmería.
Lamentablemente, a pesar de todos estos datos, el EMVJ quedó preso del chantaje al que busca someterlo el kirchnerismo. Se utiliza la urgencia del reclamo por la aparición con vida de Maldonado para exigir la unidad con los que nos reprimían, asesinaban y desaparecían ayer (y aún hoy). Se trata de una extorsión ridícula. Una extorsión porque nos amenazan con que, si no marchamos con los asesinos, Santiago no va a aparecer. Es decir, se culpabiliza, en última instancia a la izquierda por lo que pueda pasarle al compañero, en lugar de a los verdaderos responsables. Pero además, esa extorsión es ridícula, porque supone que el solo efecto de abrazar a Milani, Berni o a Cristina va a lograr la aparición con vida de Santiago. En el medio, el kirchnerismo aparece como un defensor de los derechos de los luchadores. O sea, ayudamos a engañar a la gente.
Al reducir el reclamo solamente a la aparición con vida de Santiago Maldonado, y no acusar a los responsables, es decir, quienes administraron el Estado, se ocultan las causas y se mantiene incólume la estructura represiva. Es decir, se da lugar a nuevos desaparecidos en democracia. Lo urgente tapa lo imprescindible. Se abandona la denuncia del aparato represivo en su conjunto y de los gobiernos que lo necesitan para defender a su clase. Razón y Revolución no va a formar parte de esta maniobra que lo único que hace es lavarle la cara a los que quieren volver para seguir asesinando y reprimiendo.
Exigimos:
-Aparición con vida ya de Santiago Maldonado y Jorge Julio López
-Derogación de la Ley Antiterrorista
-Juicio y castigo por los 40 compañeros asesinados durante el kirchnerismo
-No marchamos con los asesinos de nuestros compañeros