“Estamos en el ojo de la tormenta”, fueron las palabras que usó el gobernador para referirse a la situación sanitaria de la provincia, en la última conferencia del Comité Operativo de Emergencias (COE). Los 44 muertos, los más de 1.500 casos, la duplicación de contagios en menos de 7 días, las camas para enfermos de covid-19 que llegan al 67% de ocupación y el 90% de ocupación en las de terapias intensivas del Hospital San Roque muestran un colapso sanitario. Las imágenes de personas muriendo en las calles o en sus casas hoy no es muy lejana, cuando el Ministerio de Salud ha recurrido a la internación domiciliaria y la asistencia virtual para descomprimir el sistema de salud.
Los problemas de la provincia no acaban con el sistema de salud porque también otras áreas de la vida social fueron desatendidas. Los más de 250 trabajadores contagiados entre la Empresa Ledesma y la Minera Exar muestan el desinterés de los patrones por nuestras vidas. Ese desintereses fue acompañando por Morales que no buscó hacer cumplir los protocolos, evitar la aglomeración y controlar si se convocaba a personal en grupo de riesgo y si se disponía de recursos de bioseguridad en cantidad y calidad.
Toda una serie de protocolos violados por la patronal y el gobierno de la provincia. Luego de que los contagios se acrecentaran en las empresas privadas, recién Morales se acuerda de los protocolos. Estamos ante un gobierno que llega tarde y mal, espera que las cosas sucedan para intervenir, mientras tanto nuestras vidas dependen de la suerte y el azar. Esta forma de accionar no solamente característica del gobierno de Morales y el de Alberto, es propio del tipo de sociedad en la que vivimos, una sociedad capitalista que deja a los individuos librados a su suerte.
Otras de los fenómenos que empiezan a preocupar es la tasa de mortalidad de los contagiados, el promedio a nivel nacional ronda el 1,66%, en la provincia ese número sube a 3%. La explicación a este fenómeno es que nos encontramos en una provincia estructuralmente pobre, donde los niveles de vida son paupérrimos. El 30% de desocupación estructural y más de 115 asentamientos con más de 9.000 familias, solamente en San Salvador de Jujuy. Los hospitales del norte de la provincia antes que hospitales de alta complejidad, son espacios donde la salud se agrava. Alto Comedero siendo uno de los barrios más afectados, es la muestra de que la pandemia ingresa con mayor facilidad en los lugares donde el hacinamiento y la falta de recursos elementales, como el agua potable, faltan.
La crisis sanitaria golpeó de distintas formas en las localidades jujeñas. Abra Pampa, Perico y Ledesma son las más afectas. Ninguna representa una sorpresa, porque comparten un mismo sistema de salud que sufre décadas de degradación, gestionada durante 35 años por peronistas y 6 por radicales. La falta de previsión se manifiesta, recientemente, con 5 médicos contagiados, 2 de ellos terapistas, en San Pedro, y el uso bolsas de plástico en reemplazo de las botas reglamentarias. Ahora la comunidad sampedreña está equipando el nosocomio con campañas solidaria.
La falta de planificación, la frágil estructura sanitaria y un gobierno que solo defiende los intereses de su clase, la burguesía, son la muestra de que siempre nuestras vidas están en peligro. El problema no es el virus. Es el tipo de sociedad en el que vivimos la que nos enferma y degrada nuestra vida.
-Por una cuarentena estricta. No a las excepciones dispuestas según el criterio de la ganancia capitalista. Una actividad es esencial en función de las necesidades sociales
-Prohibición de despidos, suspensiones y recortes salariales
-Prohibición de ajustes patronales sobre el salario y avances sobre las condiciones de trabajo
-Garantía estricta de todas las condiciones de higiene y salud.
-Pago de las horas trabajadas en todas las funciones realmente esenciales como horas extra.
– Fiscalización obrera de todas esas condiciones con comisiones elegidas por los trabajadores.
-Subsidio universal para la clase obrera desocupada y precarizada. Blanqueo y pase a relación de dependencia. Con hambre, no hay cuarentena.
-Aumento urgente de presupuesto para la salud pública. Por una salud pública centralizada y controlada por los trabajadores.
Razón y Revolución Jujuy
Suscribite por WhatsApp y recibí el contenido de Razón y Revolución Jujuy. Agendanos y mandá un mensaje con tu nombre y tu ciudad, para quedar suscripto. O seguí este link