Hace un tiempo atrás, explicábamos que la consigna de “salario igual a la canasta básica” que suele defender la izquierda trotskista es una consigna de pobreza. Los trabajadores no podemos luchar para que, después de trabajar jornadas de 8, 10 o 12 horas apenas nos alcance el sueldo para que nuestra familia viva a polenta y a arroz. Algo similar ocurre con otra consigna, la que pide el 82% móvil para los jubilados. Vamos a explicar.
Partamos de la base de aclarar que el 82% móvil significaría un aumento de las jubilaciones actuales, que en muchos casos rondan montos equivalentes a la mitad del sueldo en activo. No por nada, Cristina vetó esa ley en 2010 e implementó una fórmula para calcular los haberes que los desenganchaba de la inflación, para lograr lo obvio: que los precios le ganaran a las jubilaciones. Esa misma fórmula que Alberto, luego de darles varios mazazos a los jubilados (lo explicamos aquí, aquí y aquí), retomó con el mismo objetivo.
Y sin embargo, las jubilaciones actualizadas con un 82% móvil o por inflación, seguirían siendo de miseria. En buena medida, porque ya la base de los salarios sobre la que se calcula la inflación, son ingresos de miseria. Pero por sobre todo, porque las jubilaciones vienen en cayendo en picada hace casi un siglo.
La historia de las jubilaciones nos muestra que entre los años 1934 y 1941 el haber medio de jubilados y pensionados casi triplicaba el promedio actual. Esto supone hoy en día una caída real del 64% o, lo que es lo mismo, el haber promedio actual es apenas un tercio del de la década de 1930. Mientras que, entre los años 1948 y 1956 el haber promedio jubilatorio casi duplicaba el actual. Nos vienen metiendo la mano en el bolsillo hace rato.
Así las cosas, la movilidad jubilatoria tendría no sólo estar actualizada por la inflación para frenar una mayor caída del poder de compra, sino que además el Estado debiera recomponer el poder de compra de los ingresos del mejor momento histórico. O sea, triplicar el haber promedio actual. Hoy, con los haberes jubilatorios por el piso, una cláusula gatillo por inflación sólo pone un freno a una mayor caída, pero no revierte el ataque histórico a los trabajadores.
El trotskismo se encuentra completamente desorientado sobre este punto. Levanta la consigna del 82% móvil de manera peligrosa en conjunto con otras medidas que no sacan a los jubilados de la miseria. Por ejemplo, Del Caño propuso en su dictamen de minoría durante el tratamiento en comisión de la reforma previsional un haber jubilatorio equivalente al 82% del cargo ocupado de ese trabajador jubilado. ¿Cuál sería entonces el haber de un obrero jubilado del gremio de la construcción, de la administración estatal o del comercio? Migajas.
Peor aún, los diputados trotskistas ensayan proyectos en el Congreso propios de un burgués peronista o liberal. Como hizo Romina Del Pla, en septiembre de 2019, que propuso un haber mínimo jubilatorio equivalente a una canasta básica alimentaria, es decir, de indigencia (aunque haya querido decir de “pobreza”). Luego, se intentó “corregir” semejante disparate y la misma diputada propuso en julio de 2020 un haber mínimo ya no de indigentes sino de pobres, equivalente a la canasta de pobreza de la tercera edad que se estima en la ciudad porteña. Algo que puede mejorar, pero no resolver la miseria en que viven los jubilados. Misma consigna retomó Del Caño en la comisión donde se debatió la actual reforma.
No podemos luchar por jubilaciones de pobreza. Tenemos que batallar, en primer lugar, por una recomposición urgente de los haberes a los mejores niveles históricos, lo que supone triplicar los haberes medios actuales. Esto es igual a por lo menos dos canastas de pobreza. Luego, debemos luchar por el blanqueo de los más de 5 millones de obreros en “negro”, sumado al incremento de los porcentajes de aportes y contribuciones descontados por los patrones y la recomposición del salario obrero a sus mejores niveles históricos. Esto evitaría un desfinanciamiento de la ANSES en lo inmediato. Posteriormente, debemos dar una batalla por la creación de puestos de trabajo en ocupaciones productivas y garantizar el pleno empleo. Solo teniendo esto claro, podemos dar una lucha efectiva y no terminar reproduciendo consignas, como las del 82% móvil que, aunque el gobierno se oponga, no nos ofrecen más que miseria.
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MIREN YO SE QUE EL SOCIALISMO EN UNA ETAPA TE DA LO QUE PRODUCIS…… PERO EL COMUNISMO TE DE LA QUE NECESITAS….. AL PUEBLO HAY QUE DARLE LO QUE NECESITA….. PUNTO A PARTE… LOS INTELECTUALES HACE 100 AÑOS QUE HABLAN PERO LO QUE SE NECESITA ES UN PROCESO POLITICO …. LO ACADEMICO YA ESTA….ES NECESARIO QUE POLITICAMENTE SE PRODUZCA EL CAMBIO DE SISTEMA … DENTRO DEL SISTEMA NI LOS CONSERVADORES,NI LOS PERONISTAS,NI LOS K, NI LOS SOCIALDEMOCRATAS, NI LOS FASCISTAS,NI NADIE CAMBIA NADA NI LA IZQUIERDA….. SE VIENE OTRA CRISIS MAYOR O APARECEN DIRIGENTES NUEVOS DE L MARXISMO O ESTO LO DIVIDEN COMO EN TRES …. OJALA QUE ME EQUIVOQUE Y SEA UN VIEJO RESENTIDO Y EL FUTURO ESTE A LA VUELTA DE LA ESQ2UINA PERO YO ASI NOLO VEO