Un análisis de las últimas elecciones en Bolivia
Las últimas elecciones en Bolivia fueron interpretadas por diferentes sectores como un triunfo de los oprimidos de América Latina. Sin embargo, en esta nota, le mostramos que lo que se oculta detrás del resultado es la consolidación de la derecha boliviana.
Por Nicolás Grimaldi (LAP-CEICS)
Las elecciones en Bolivia realizadas el pasado 12 de octubre, terminaron en una victoria de Evo Morales, alcanzando la segunda reelección, así como también los dos tercios en la Asamblea Plurinacional. Esta victoria, sumada a la fecha en la que se conmemora el aniversario del descubrimiento de América, sirvió de excusa para el autonomismo y el posmodernismo para realizar todo tipo de analogías respecto a una reivindicación de los “indígenas” y los pueblos oprimidos de América Latina. No es el objetivo de esta nota ingresar en una discusión acerca de la incumbencia revolucionaria del programa indigenista1, lo que aquí vamos a observar es cuál es el primer balance que debe hacerse de las elecciones y el 61% de votos alcanzados.
Los rivales derrotados fueron el empresario Samuel Doria Medina, de Unidad Demócrata (con el aval de Rubén Costas, Gobernador de Santa Cruz), quien obtuvo el 24% de los votos, mientras que el ex presidente, Jorge Quiroga, del Partido Demócrata Cristiano, conquistó el 9%. Sin embargo, lo más llamativo de estas elecciones fue que Evo Morales se impuso en tres de los cuatro estados que conforman la llamada “Media Luna” de Bolivia, que concentró la principal oposición a Morales durante toda su gestión. Los departamentos que conforman esta zona geográfica de Bolivia son Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. De estos tres departamentos, solo perdió en Beni. De esta manera, Morales obtuvo el triunfo en ocho de los nueve departamentos del país. Lo que debemos explicar aquí, es como ha hecho Morales para imponerse en regiones controladas históricamente por la derecha.
Por su parte, la izquierda no tuvo participación en estas elecciones. A la ya casi sacralización del voto nulo realizada por el POR, se sumó que el Instrumento Político de los Trabajadores, creado el año pasado, no logró presentarse. Efectivamente, el mismo fue boicoteado por la COB, que decidió apoyar a Evo en su reelección. Igualmente, el Gobierno logró derrotar al sector combativo de los mineros de Huanuni, a través de amenazas y procesamientos.2 Esto es lo que llevo a los sectores de la izquierda como LOR-CI, Alternativa Socialista Revolucionaria o MST Bolivia, a proclamar el voto nulo. Resignación y un llamado al propio fracaso.
Muy cerca
En el 2009, se formó la Juventud por el Cambio (JC), conformada por ex dirigentes de las derechistas Unión Juvenil Cruceñista y Federación Universitaria Local. La JC se acercó material y formalmente al MAS. A la firma de la alianza concurrió el propio candidato a segundo senador del MAS, Isaac Ávalos, y el ex presidente unionista, Ángelo Céspedes. Este último, sostenía: “queremos consolidarnos como líderes, pero no ser parte de un grupo que dice eran lideres cruceños, pero solo nos utilizaron para mover gente”. Además afirmó: “nosotros peleamos por nuestra autonomía que creemos es de beneficio para Santa Cruz”.3 Algunos rumores, indicaban que en aquella reunión también estuvieron los líderes de las barras bravas del club de futbol Oriente Petrolero, “Chichi” Pérez, y del Blooming, Israel Medina.
Otro sector que se acercó al MAS, durante estos años, es la Alianza Solidaria Popular (ASIP). El dirigente de este partido es Roberto Fernández Saucedo, ex miembro de la tradicional Unión Cívica y Solidaridad, partido por el que ocupó los cargos de diputado y alcaldía de Santa Cruz. En el 2004, se distanció de su hermano, quien fue candidato a presidente por la UCS, por el control del partido y la alcaldía de Santa Cruz. Allí fue que formó ASIP, y tuvo su primera experiencia en el 2005 como candidato a senador en alianza con la UN. Para las siguientes elecciones municipales, en el 2010, participó en alianza con Evo y García Linera, y perdió frente al jerarca cruceño, Percy Fernández. El MAS también tuvo acercamientos con Acción Democrática Nacionalista (ADN), la organización política creada por el ex dictador Hugo Banzer.
Evo no solo trazó alianzas con el personal político de derecha en esa región, sino también con los propios empresarios “golpistas” cruceños. Efectivamente, en los últimos años ayudó al empresariado de Santa Cruz con créditos, al mismo tiempo que planea incrementar la frontera agrícola de 2.4 millones de hectáreas a 7.5 millones en el 2020. García Linera, sostiene: “Si llegamos a esa cantidad de hectáreas, las exportaciones serán por cerca de 6 mil millones de dólares. Esa es la economía que necesitamos y la que queremos”.4 Menudo planteo para un gobierno que dice defender a los más necesitados. También, financió obras públicas en el departamento y le dio la sede de la cumbre del G- 77. Algunos periódicos sostienen que ha invertido más 100 millones de dólares en obras para Santa Cruz. Los últimos gastos fueron 22 millones, destinados para la construcción de un aeropuerto y la avenida G- 77, y ya prometió la puesta en marcha de hidroeléctricas, proyectos mineros y un tren interurbano.
Una de las corporaciones históricamente opositora a Morales, fue la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz (Cainco). Esta, sin embargo, le dejó a Evo realizar la apertura de la Expocruz 2013, el gran acto anual del conjunto empresariado cruceño. Y no es para menos: según el vicepresidente García Linera, hasta 2005, las exportaciones agropecuarias de Santa Cruz eran de 450 a 500 millones de dólares. En 2013, solo las exportaciones cruceñas bordearon los 1400 millones de dólares, además de poseer una tasa de crecimiento del 8%. En el último año, Santa Cruz contribuyó al 28% del PBI total de Bolivia. Otro miembro del MAS, el diputado Edwin Tupa, sostuvo en un acto en Santa Cruz:
“Quiero agradecer infinitamente a todos los empresarios que de manera desprendida están haciendo sus aportes. Grandes, medianos (empresarios), militantes de a pie, de acuerdo con su musculatura económica. Hay industriales y hay de todos los sectores que están haciendo los aportes correspondientes”.
Estos elementos sirven para explicar por qué Evo Morales decidió cerrar su campaña en la “derechista” Santa Cruz, ante unas 300 mil personas.
Fórmula repetida
Un mecanismo de alianzas similares estableció el MAS en el distrito de Pando. En las elecciones realizadas en el 2010, el MAS se alineó con Ana Lucía Reis, ex diputada del MNR, y ganó la alcaldía de Cobija, capital del departamento. También obtuvo la gobernación, llevando a Luis Flores como candidato, siendo este un ex diputado del MNR entre el 2002 y el 2003.
El masismo también logró cooptar al Comité Cívico de Pando. El 11 de septiembre de 2008, miembros del Comité, en alianza con el ex prefecto Leopoldo Fernández y políticos de derecha, propiciaron una masacre de seguidores del Gobierno de Morales, dejando 11 muertos y 50 heridos. En el 2011, el presidente del Comité, Vicente Rocha, llevó adelante una denuncia contra el Gobernado Flores, por la existencia de irregularidades en la contratación de empresas para las obras públicas, tratándose en realidad de empresas fantasmas. En ese mismo año, el recinto del Comité fue tomado por miembros de la masista Federación de Juntas Vecinales (Fedjuve), exigiendo la renuncia de Rocha. En el 2013, esta misma entidad, comandad ahora por Rosa Silva, condecoró a Morales por su desempeño y manifestó que el CC de Pando estaba dispuesto a “integrarse con las organizaciones indígenas campesinas y generar políticas de desarrollo y bienestar social”. Además, a principios de octubre, Evo anunció la existencia de gas natural en la región, y que se iniciarán los trabajos exploratorios para aumentar la renta que recibe esa región por parte del comercio de hidrocarburos. También, anunció la inversión de 21,9 millones de dólares, a través de YPFB, para la instalación del 100% del gas domiciliario y la construcción de una Estación de Regasificación.5 Una obra similar a la que anunció que realizaría en Tarija.6 Allí, también buscó establecer alianzas con sectores otrora opositores, como el concejal Freddy Yucra, miembro del partido UNIR alineado con el PDC de Quiroga y el MNR. En relación a esto, y en los meses previos a la elección, Luis Alfaro, diputado del MAS, denunció que Oscar Montes, alcalde de Tarija por UNIR, se reunió con el propio Morales y diagramó las listas del MAS en esa ciudad, al mismo tiempo que ponía candidatos en la lista del PDC. Más allá de la negación de esto realizada por Montes, la Federación Sindical Única de Comunidades campesinas de Tarija (FSUCCT), a través de Eider Quiroga, manifestó su malestar con no ocupar la tercera senaduría, y la entrega de lugares en la lista a “viejos políticos”, por lo que se ponía en riesgo su permanencia en el MAS.7
Carcazas
Como hemos podido observar, lo que ha triunfado en la región llamada “Media Luna”, no fue una avanzada contra la derecha que culminó en la derrota de esta última. Lo que triunfo allí fue la adaptación del MAS a las estructuras de quienes lo combatieron, en un accionar digno de un “transformismo político”. Los altos ingresos provenientes de los precios de los hidrocarburos y el estaño, permitió a Evo Morales hacer equilibrio entre las clases, como todo bonapartista. De esta manera, destinó cerca del 11,5% del PBI, algo así como 3.5 mil millones de dólares, con una población de 10,67 millones de personas, para el gasto social. También destinó una parte importante del PBI a la construcción de infraestructura, sobre todo carreteras. Pero como todo régimen bonapartista, su existencia no puede ser permanente, y en algún momento reconstituye la plena hegemonía burguesa. Lejos de una “revolución”, el MAS hoy en día no es más que un nuevo nombre para la dominación de la misma clase social, las mismas estructuras políticas y hasta el mismo personal político que viene gobernando en Bolivia. El conflicto del TIPNIS, el “tarifazo”, el intento de llevar a cabo un “gasolinazo”, o el conflicto por las jubilaciones en el 2013, sumada a la alianza entablada con sectores de la derecha para estas elecciones, indican que su búsqueda por reinstaurar la plena dominación burguesa está ya muy avanzada. El MAS se va convirtiendo en una mera sigla que se monta sobre la vieja política boliviana.
Notas
1 Véase Grimaldi, Nicolás: “Las organizaciones indigenistas en Bolivia, 2003-2011”, en Izquierdas, n° 21, octubre, 2014, pp. 49-66.
2 Bolpress, 29/09/2013
3 Bolpress, 20/10/2009
4 Página/12, 08/10/2014
5 Hidrocarburo Bolivia, 01/10/2014
6 Hidrocarburo Bolivia, 08/09/2014
7 Eju, 17/07/2014