ESI en las escuelas: una actividad necesariamente abolicionista

en El Aromo n° 105

Por Alejandra Prado, Daniela Posik, María Cecilia Luiso, María Paz López y Romina De Luca

El colectivo docente se encuentra en una gran contradicción impuesta por la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral: la necesidad concreta de introducir esos contenidos en el aula porque la violencia hacia las mujeres y los femicidios nos aleccionan todos los días y la falta de capacitación oficial en este ámbito.

Trece Rosas junto a la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro toma las riendas para sortear dichas carencias porque entendemos que resulta imperioso implementar herramientas efectivas de contenidos ESI en las aulas y como método de capacitación docente. Desde nuestro espacio hemos organizado distintas actividades, como el Congreso Abolicionista Internacional, el Encuentro Docente contra la Trata y la Prostitución y hemos planteado la necesidad de un abordaje de problemáticas como trata y prostitución de manera interrelacionada con la Educación Sexual Integral en el espacio áulico. Por eso, impulsamos distintos talleres dirigidos a docentes y estudiantes con propuestas para el tratamiento de la ESI con perspectiva abolicionista, científica y laica. Estos ejes, en su mayoría,visualizan problemáticas que atacan directamente a las mujeres obreras: la pobreza y la mercantilización de la mujer. Como eje privilegiado para el análisis decidimos trabajar el tema trata y la prostitución, ejes que, como dijimos antes, si bien forman parte de los contenidos ESI (rechazo a la explotación sexual, violencia sexual, trata de niños y adolescentes) suelen no ser abordados. Para peor, aparecen como contenidos en disputa por aquellos sectores que se benefician de la prostitución y de la explotación sexual. Desde nuestra perspectiva, solo una postura abolicionista permite pensar esa problemática que afecta centralmente a las mujeres pobres.

Claro está que para el patriarcado y el capitalismo las mujeres somos un elemento de consumo, por lo tanto, esta batalla docente es explícitamente abolicionista y feminista en su contenido.

Hoy las organizaciones regulacionistas disputan nuestros espacios militando por la reglamentación de la prostitución, una práctica que violenta y atomiza a las mujeres.

Las y los docentes debemos evitar que estas organizaciones eduquen en esta perspectiva al estudiantado, utilizando no solo los espacios escolares, sino también los medios de comunicación.

La prostitución es una salida individual a la pobreza cuya práctica daña a la mujer en su integridad, a la vez que convierte al colectivo de mujeres obreras en los sujetos privilegiados de la explotación sexual. También forma parte de un sistema social que privilegia la ganancia y cualquier método para obtenerla: encubrimiento, corrupción, proliferación de redes de trata.

La perspectiva abolicionista comprende que la prostitución es una herramienta del patriarcado, por la cual los varones tienen la posibilidad de comprar el deseo de las mujeres.

La mujer que cobra por esta actividad lejos está de obtener un beneficio, de validar sus deseos, de ejercer en libertad su sexualidad (relegada a la opresión, violencia y explotación del hombre). La abrumadora mayoría de las mujeres que están en situación de prostitución son pobres (obreras desocupadas) quienes en esa actividad no reciben sino humillación; se les quita, junto con su deseo sexual, la capacidad para actuar como seres sociales.

Como docentes, entendemos que debemos construir los materiales de trabajo para introducir estos temas en el aula. A través de la colección Trece Rosas de Ediciones RyR buscamos aportar materiales útiles para trabajar estas problemáticas en el aula.

Elaboramos una secuencia didáctica para ofrecer una propuesta de trabajo concreta a los docentes que quieran discutir estos temas con sus alumnos. Los materiales permiten abordar distintas dimensiones en relación con la prostitución: las consecuencias de esa actividad (las marcas en el cuerpo y la mente, el stress post-traumático), el problema de la pobreza y a violencia, el proxenetismo, los debates en torno a la legalización, el modelo nórdico y la confrontación de los resultados entre los modelos existentes, los mitos sobre la prostitución.

A su vez, otro grupo de materiales de la colección nos permite examinar otras determinaciones de la vida de las mujeres: la maternidad, la construcción de roles según los géneros, cómo la alianza patriarcal es sostenida también por las mujeres, cómo algunas buscan y logran salidas individuales a esa opresión colectiva, el deseo masculino como un “supuesto” impulso irrefrenable, la toma de decisiones condicionada (por la pobreza, por el género).  

Es imprescindible que los docentes tomemos estos problemas en nuestras manos. Somos nosotros los que trabajamos con la conciencia de nuestros alumnos. Introducir estas discusiones en el aula, implica trabajar preventivamente con los adolescentes varones, ganados por la ideología patriarcal, quienes serán, tarde o temprano, vehículos de la violencia contra las mujeres.

Nuestra principal tarea en las aulas con la ESI es destacar que una sociedad que acepta la prostitución, acepta y legaliza la violencia, la subordinación y la explotación sexual de las mujeres. Para el feminismo esto es inaceptable, pues solo puede ser abolicionista. Luchamos por una sociedad sin jerarquía de géneros, una sociedad feminista y socialista.

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