“La burocracia sindical y la patronal generaron mucho miedo”. Entrevista a Antonio Barrera, enfermero del turno noche del Hospital Posadas

en El Aromo nº 99/Entradas

Los enfermeros del turno noche del Hospital Posadas se encuentran en conflicto contra la jornada de 12 hs., contra el pase de compañeros a contratos basura y por la devolución de salarios descontados.

 

-¿Cuál es la lucha que están impulsando en el Hospital Posadas?

-Un grupo de enfermeros del turno noche estamos en conflicto, ya que nos resistimos a una directiva por parte de la Dirección del Hospital que pretende hacernos trabajar 12 horas, cuando nosotros venimos con una jornada histórica de 10 horas. Pero no es solo una cuestión histórica: nosotros decimos “¡No a las 12 horas!” porque es completamente insalubre. Es una explotación extrema porque estar 12 horas en una terapia intensiva es totalmente inhumano. Nadie puede soportar despierto esa cantidad de tiempo y mantener los signos de alarma en forma permanente. Necesitamos estar lúcidos. Pero el cansancio te llega. Somos seres humanos. Esa misma falta de alerta es lo que hace que pongamos en peligro la vida de nuestros pacientes. Nuestros pacientes en las áreas intensivas dependen enteramente de nosotros. Somos nosotros los que tenemos que detectar el primer síntoma de alarma que indica que el paciente se está descompensando. Por lo tanto, es imposible trabajar 12 horas. Así que por eso estamos diciendo no.

Además desde el punto de vista legal, la ley misma de enfermería habla de una jornada no mayor a 6 horas. Te preguntarás por qué entonces trabajamos 10 horas nosotros. Ocurre que en el 2005 –ya veníamos igual trabajando esa cantidad de tiempo-, salió un decreto que fue resultado de un acuerdo entre la Dirección y los enfermeros para que trabajemos 10 horas por noche en medio, porque la zona en la que está ubicado el Hospital se dice que es “zona de peligro”. Y además está el tema del transporte. Te imaginarás que un trabajador que sale 12 de la noche y vive en cualquier parte del Conurbano, ¿en qué se vuelve? Es imposible. Lo mismo para entrar. El turno mañana entra a las 6 de la mañana. ¿En qué se viene? Por eso arreglamos trabajar entre las 21 y las 7 de la mañana.

Es verdad, sin embargo, que el turno diurno tiene 6 horas. Por lo tanto, ahí se produce un desfasaje de horarios. Hay un momento en que el turno mañana tiene menor cantidad de personal tanto a la mañana en el horario del ingreso, como en el horario de egreso. Porque ellos tienen que hacer 6 horas. El tema es que ese desfasaje nos lo quieren hacer pagar a nosotros.

Pero tenemos muchos motivos para decir que no. La ley de enfermería avala nuestra posición. Los convenios colectivos de trabajo dicen que no podemos trabajar más de 132 horas mensuales en jornada nocturna. O sea, es ilegal por donde lo mires.

Nosotros entendemos que todo esto es parte del ajuste. Es parte de la flexibilización laboral. Y es también pasar la zaranda para ver quiénes son los trabajadores que sí se comprometen con la salud pública, y -teniendo en cuenta que se viene la CUS, que ya se está imponiendo- queden expuestos. Yo no digo que el resto no esté comprometido, pero es cierto que arrancan selectivamente por el activismo.

 

-¿Cuántos enfermeros estarían afectados por la medida de la Dirección del hospital?

 

-Somos dos noches diferentes. En el total de las dos noches somos 350 enfermeros. Cuando empezó el conflicto, fuimos 320 enfermeros los que mandatamos a los gremios, que después nos traicionaron. Lo podemos certificar con las 320 firmas. Pero el hospital tiene una particularidad: tiene muchos supervisores y son puestos por los dos gremios mayoritarios, ATE y UPCN. Estos supervisores empezaron a actuar como sicarios, ablandando a la gente, a nuestros compañeros.  A los que tienen el contrato 48 –un contrato basura de renovación anual- les decían que si no agarraban las 12 horas, perdían el trabajo por la no renovación del contrato. Entonces muchos compañeros terminaron aceptando las nuevas condiciones por miedo. El resultado es que hoy tenemos un montón de ausentismo de este grupo de compañeros. Ya hace tres meses que está impuesta esta medida y ya tenemos un montón de compañeros caídos y muchos pero muchos partes médicos. Porque es lógico: la salud no da. No se puede resistir trabajando estos horarios.

 

– ¿Qué sectores sindicales y políticos participan del conflicto?

 

– Nosotros obviamente mandatamos a ATE y UPCN, que tenía mayor cantidad de afiliados y donde estábamos afiliados nosotros. Cuando nos dan la espalda y ya habíamos judicializado [los compañeros presentaron una cautelar ante la justicia], CICOP y el STS son los que nos ponen el amparo gremial, que necesitábamos en estos casos. Y los compañeros se pusieron a disposición nuestra. Y por otro lado, estamos rodeados por compañeros de distintas agrupaciones, corrientes y partidos de izquierda.

 

– ¿Qué rol tendría la Agrupación Cairo Fraga en este esquema?

 

– Cuando quedamos huérfanos del Sindicato, necesitamos una herramienta que nos agrupe.  Entonces creamos la agrupación Cairo Fraga, en honor a Angélica Cairo y Osvaldo Fraga, que fueron desaparecidos por la dictadura. Por ahora, somos enfermeros implicados en el conflicto, pero entendemos que el conflicto va a seguir, y va a agrupar más enfermeros del hospital. Obviamente, es una agrupación independiente de los gremios, pero sí con intención de participar en los gremios como agrupación.

 

-¿Qué medidas tomaron?

 

-Hicimos movilizaciones, cortes de colectora. Fuimos al Ministerio de Salud dos veces, sin ninguna respuesta positiva. De parte de los compañeros de Libres del Sur, un diputado por Tucumán se interesa en el tema y llama a una Audiencia Pública en el Congreso. Y bueno, lo que se determinó ahí es que la Comisión de Salud va a sesionar en el Hospital uno de estos días. Y después hicimos paros. La próxima semana iniciamos un paro con retención de tareas en el lugar de trabajo.

 

-Me hablabas de los gremios: tanto UPCN como ATE Morón. ¿Qué caracterización hacés de ellos?

 

-Yo soy afiliado a ATE desde hace 20 años, desde el momento en que entré al hospital. El ATE que yo conocí era un ATE combativo. Era el ATE que en el 2001 fue capaz de llamar a Asamblea y echar a un director por corrupto. Y después obviamente sufrimos la represión brutal –fuimos catorce enfermeros- por parte de la Policía Federal, adentro del hospital, por la orden del Juez Rodríguez de Morón. Pero después vino otra conducción. En el primer momento eran kirchneristas. Ahora aparentemente pertenece o está vinculada al PRO, porque están llevando adelante las políticas del PRO. Hace poco, sin ir más lejos, sacaron un comunicado diciendo que nosotros éramos unos “pocos” que estábamos haciendo esta medida, que “nos resistíamos a una orden de las autoridades del hospital”. O sea, ellos entregaron, nosotros resistimos. Esta conducción de ATE es tremendamente burócrata y traidora. Y UPCN históricamente siempre fue traidora y burócrata y siempre estuvo del lado del gobierno y en contra de los trabajadores.

 

– ¿Hubo hechos violentos por parte de la burocracia?

 

– Cuando nosotros judicializamos, la Dirección del Departamento de Recursos Humanos, a cargo del Director Juan Ignacio Leonardi, nos hace un descuento, como castigo por haber judicializado. A ese amparo, nosotros le pedimos una ampliación de la cautelar para que nos devuelvan el sueldo. Sale una orden de la jueza ordenando que nos reintegren los sueldos y que se abstenga de hacer futuros descuentos. Lejos de obedecer esa orden, nos vuelven a descontar en el mes de junio. Nosotros hicimos una medida, un paro de 48 hs., para reclamar que nos devuelvan el sueldo, que bien ganado lo tenemos. El paro lo hacíamos solamente a la noche, cuando están los enfermeros involucrados. Así es que viene la patota sindical, irrumpe en la Asamblea y nos amenaza a mí y a tres compañeros más. A mí me dijeron directamente que me iban a reventar la cabeza de un tiro.

 

– ¿Está identificado el agresor?

 

Sí, le dicen el Polaco y forma parte de la patota sindical de ATE. No lo niega. Incluso sale Darío Silva [Secretario General de ATE Morón] a defenderlo, tratando de invertir la situación y decir que nosotros somos los que agredimos al “pobre compañero”. Cuando fueron los 360 despedidos del año pasado, este compañero fue el que agredió a los compañeros que hacían el acampe.

 

-¿Qué estrategias utilizó la patronal contra ustedes?

 

-Nosotros la caracterización que tenemos es que la burocracia sindical y la patronal generaron mucho miedo. Hoy no tenemos a los compañeros de nuestro lado, porque el monitoreo por las más de 140 de cámaras que hay en el Hospital sirve de elemento de presión. Los compañeros se sienten observados. No pueden venir a una asamblea, porque sienten que lo están mirando por las cámaras. Sí tenemos la solidaridad cuando vamos con el kiosco [que montaron para recaudar para el fondo de lucha y visibilizar el conflicto] y los compañeros hablan. Ahí, los compañeros nos dicen “sí, tienen razón, pero yo no me puedo meter en esta, tengo dos hijos, tengo 50 años… ¿dónde voy a laburar después?”. Hay miedo. Es la política del terror. Miguel Miranda se solidarizó con nosotros y lo echaron. Y el despido de Miguel fue una de las herramientas claves que usó la patronal y la burocracia sindical para generar miedo en los compañeros. Para presionarnos más, primero éramos 32 a quienes nos quitaron el salario, y ahora somos todos los amparados. Somos 128. Ahora nos descontaron a todos.

 

– ¿También tienen problemas con los contratos?

 

– En el Hospital, el personal de planta es el 20% de 5.000 trabajadores, incluyendo todos los turnos. La mayoría de estos compañeros entraron antes del año ’90. En el año ’90, Menem dicta una ley de que eliminaba cualquier tipo de ingreso, o sea, no entra más nadie a la administración pública. Entonces, ante la falta de personal, se le habilita al hospital a tomar gente con una partida que viene del Ministerio y que pasaron a llamarse “Contrato Posadas”. Los Contrato Posadas estuvieron más o menos hasta el año 2010, momento en que entra en vigencia otro tipo de contrato que se llama contrato 48. La diferencia es que éste tiene fecha de vencimiento: empieza el 1º de Enero y termina el 31 de diciembre y se renueva a criterio del supervisor o del superior inmediato. Y esto es una decisión unilateral, que no admite juicio ni nada por el estilo. Por lo tanto, te pueden decir “a partir de mañana, no venís”. Y no venís. Fue lo que le pasó al compañero Miguel Miranda. Miguel Miranda es un compañero enfermero del turno mañana que lo echan por luchar.

Hoy por hoy, tenemos aproximadamente unos 300 trabajadores que permanecemos con el Contrato Posadas. Y nos están generando miedo: como dicen que el Contrato Posadas es irregular y no está reconocido por el Estado, nos quieren obligar a firmar el Contrato 48. No nos van a pasar a planta, nos van a ir para abajo con un Contrato 48. Y todos los años amenazan con que, si no se firma ese contrato, vamos a ser despedidos. Entonces, muchos compañeros por miedo, terminan aceptando esa modalidad. Y ahora, según están diciendo, los que somos Contrato Posadas nos quieren pasar al 48 a fin de año. Y si no aceptamos, nos despiden.

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