El PRO y el FDT ponen en riesgo nuestra vida

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Nuestra ciudad fue testigo, en los últimos treinta días, de una disputa entre el oficialismo (el intendente del PRO Pablo Petrecca) y la oposición burguesa (los ediles K) acerca de cómo levantar la cuarentena. Una discusión que, en realidad, no tenía ningún contenido real y que, en realidad, mostraba el consenso bolsonarista entre ambas partes. El Frente de Todos buscaba correr al intendente con la apertura de la cuarentena, en nombre de los pequeños patrones que tenían el negocio parado. Se referían, sobre todo, a gastronomía y comercios, esos rubros en donde abunda el trabajo en negro. Pero Petrecca hacía exactamente eso. Por eso el jueves celebró la apertura que anunció Alberto y manifestó que el municipio estaba en condiciones de iniciar la Fase 5, solo restaba la autorización, ya que hacía tiempo no se registraban casos. Y, sin embargo, al día siguiente comenzaban a reaparecer infectados por Covid-19. Hasta ahora, se trata de dos casos: un camionero que viajó al Mercado Central de CABA, y su hijo. Sin embargo, ya hay 50 personas aisladas por haber tenido contacto con el caso.

En la reciente conferencia de prensa tanto el intendente como todo el equipo de salud dejaron en claro una cosa: estamos a merced del azar. Piden prudencia y cuidados a la población, mientras ellos mismos no la tienen y estuvieron desde la hora cero de la cuarentena, pensando cómo levantarla.

Entre las cosas que se dijeron destacan algunas afirmaciones que pone en evidencia el nivel de improvisación generalizada en el tema. Se acepta que AMBA contiene el 85% de los casos de Covid-19, pero se permite que sin ningún tipo de recaudos se dirijan allí diversos transportes. Se analiza como positivo el estado del sistema de salud, pero se cuenta con cuatro respiradores para 120 mil habitantes (y dos llegaron en los últimos días como refuerzo). Se halaga a las instituciones públicas y privadas pero todos conocemos que el hospital tiene filtraciones en el ala recientemente inaugurada y la clínica IMEC presenta ascensores defectuosos y habitaciones con cables a la vista. Se dispone el mismo régimen de salidas recreativas y comerciales que antes pero con casos de Covid-19 positivo. Los negocios relacionados con el paciente confirmado serán cerrados pero se acepta que se sigan viajando a la zona AMBA a buscar alimentos, aun cuando existen mercados en ciudades como Rosario, que lleva más de 10 días sin registrar casos. Eso sí, al final de cada ilógica oración los oradores esgrimieron un exigente “con tapaboca y respetando el distanciamiento social”. Un sálvese quien pueda a todas luces.

Parece ser que el sueño peronista se cumple en cada pesadilla obrera, cada vez que un municipio flexibiliza un poco el sistema de restricciones de la cuarenta: inmediatamente aparecen casos positivos. Lo vimos en Bragado, Chacabuco, Ameghino, Lincoln, Pehuajó y Nueve de Julio. Lo que no vimos en ninguna localidad gobierne el bolsonarismo K o la ola amarilla PRO es un plan racional de acción preventiva.

Es necesario pensar una salida que resuelva los problemas que vivimos los laburantes. Los casos en la zona siguen teniendo como factor elemental el arribo a grandes mercados de alimentos pero no se pone el foco en el testeo ni la supervisión dentro de los mismos. La economía en manos de los capitalistas de cualquier tinte político resulta en un sistema irracional. No podemos seguir soportando a una clase que solo piensa en la obtención de ganancias, aun cuando está en juego nuestra vida. No se puede soportar más un tipo de sociedad que se base en la improvisación para sostener los bolsillos de una minoría dueña de todo.

Por una cuarentena que resguarde la salud de la clase obrera

No a la flexibilización de la cuarentena

Basta de despidos, suspensiones y recortes salariales

Que la crisis la paguen los capitalistas 

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