Por Bruno Magro – Los ilusionistas del desacople han tenido que chocarse contra una realidad cada vez más contradictoria con sus planteos. A lo largo del 2008, el sector industrial chino puso al descubierto su dependencia de los mercados de EE.UU. y Europa. Las exportaciones chinas, que representan casi el 38% de su PIB, cayeron en enero por primera vez en diez años con respecto a igual período de 2007; más de veinte millones de obreros perdieron su trabajo1. Por su parte, las importaciones chinas mostraron una tendencia similar. Dentro de este panorama, la industria del juguete, uno de los sectores más paradigmáticos del crecimiento chino de los últimos años, ha puesto en evidencia su vulnerabilidad frente al avance de la crisis mundial.
La clave del éxito
Los inicios de esta industria, volcada hacia la exportación, se remontan a los años de restauración capitalista en China, a partir de que se autorizara el ingreso de capital extranjero a instalarse en las llamadas Zonas Económicas Especiales2 en las provincias de Guangdong, Xaimen, Fujian, Jiangsuand y Zhejiang, al sur de China. La mayor parte de la industria del juguete chino se concentra en Shantou, Shenzen y Dongguan, provincia de Guangdong.
La clave de su éxito es, al igual que en el resto de la industria, los bajos costos laborales. De acuerdo al Observatorio del Trabajo de China, la jornada laboral promedio en dichas fábricas es 14,5 horas. La misma se compone de 2,5 horas para el almuerzo y la cena, y 12 horas netas de trabajo. Sin embargo, es común que los trabajadores deban garantizar horas extras, por lo que el número de horas efectivamente trabajadas suele elevarse a 13,5. En el caso de Kai da Long, una de las empresas más grandes del sector, se trabaja 12 horas por día, durante 6 días de la semana, y los domingos 8,5 horas. Más de 80,5 horas semanales, violando en 36,5 horas por semana el límite legal establecido por la Ley de Trabajo china, al igual que la obligación del empleador de garantizar al trabajador y al grupo un día franco a la semana3.
El salario chino es bajo en general, pero en el caso de los juguetes la situación es más grave. Según el estudio anteriormente citado, el salario pagado de dicho sector, incluyendo las horas extras, es de u$s 41. Es decir, un 41% por debajo del salario mínimo fijado legalmente para las zonas económicas. A su vez, en el caso de Kai de Long, puede verse cómo los capitalistas del juguete recurren a mecanismos para bajar aun más los sueldos, cobrándoles a los trabajadores diversos montos por llegar tarde, por haberse olvidado la tarjeta de identificación, por fumar en lugares no permitidos, por pelear, etc. Aun así, el salario chino está resultando cada vez más costoso para el capital. En las provincias costeras de China los obreros no calificados pueden llegar a ganar 120 dólares mensuales, mientras que en Vietnam apenas llega a u$s 50$1. Si bien es cierto que lo que gana un trabajador chino por hora, todavía no supera el dólar, el capital ve con muchos mejores ojos a la mano de obra vietnamita, debido a que en términos relativos es más barata que la china. Por lo cual, a medida que la crisis avance, es de esperar nuevos ataques a las condiciones de vida de los trabajadores chinos.
Jugando con fuego
Durante el 2008, las exportaciones chinas de juguetes alcanzaron 8.630 millones de dólares, creciendo 1,8% con respecto al año 2007, pero mostrando un fuerte deterioro frente al crecimiento promedio a tasas cercanas al 10% durante años anteriores. A su vez, el pobre crecimiento de 2008 esconde el peor desempeño de las exportaciones durante los últimos meses. En noviembre, las exportaciones de juguetes habían caído en un 8,6% con respecto a igual mes de 2007, mientras que en diciembre la caída fue de 7,6%. A su vez, si tomamos en cuenta la desvalorización del dólar, el tímido crecimiento de 2008 se torna negativo. Ajustadas con la inflación del dólar, las exportaciones chinas cayeron un 0,27% durante 2008 (ver gráfico).
La contracción de la industria china del juguete se manifiesta de varias formas. Tal es el caso del cierre de Smart Union, una empresa de capital hongkonés que producía para compañías, en su gran mayoría norteamericanas, como Mattel y Disney Co., Mc Donald´s, KFC, y Hasbro, y que terminó con la pérdida de 7.000 puestos de trabajo5. A su vez, el recorte de las órdenes de compras del exterior, como consecuencia de la crisis capitalista, golpeó no sólo a las industrias del juguete sino también a sus proveedores. El poliestireno de alto impacto (un tipo de resina que se emplea en la fabricación de juguetes) pasó a costar, a principios de febrero, casi 0,59 centavos de dólar, un 54% menos que a mediados del año pasado6.
La caída en el precio de las resinas plásticas acompaña en buena medida la caída del precio del crudo, pero a su vez a una menor demanda a nivel mundial de estos productos, utilizados también para la producción de calzado, embalaje, bolsas, tuberías, automóviles, alta tecnología, etc. Es decir, la caída en el precio de las resinas plásticas pone de manifiesto la desaceleración en la producción mundial de todas aquellas mercancías que las utilizan como insumo. En el caso de la industria del juguete chino, la desaceleración en el crecimiento de las exportaciones de juguetes se tradujo en una caída absoluta de la demanda china de este tipo de insumos7. En suma, en contradicción con los postulados de los voceros del desacople, la creciente desaceleración de la industria del juguete es una muestra del avance de la crisis mundial sobre los pilares de la economía china. La idea de que la economía china podía presentarse como una alternativa productivista y constituirse como vector del desarrollo económico mundial, mientras que la debacle económica mundial se acota sólo a un polo financiero representado por los Estados Unidos, es una ficción cada vez más notoria. Cada día que pasa, el avance de la crisis pone de manifiesto su carácter, en donde todos estamos acoplados y nadie se encuentra a salvo.
Notas
1John Chan: “Asia’s Export Economies In Free Fall”, World Socialist Website, 14/02/09.
2Pablo Bustelo: “Hong Kong en el umbral de China: efectos económicos de la integración”, ucm.es
3China Labor Watch: “The toy industry in China: Undermining Workers´ Rights and Rule of Law”, en Evb.ch , septiembre 2005,
4Keith Bradsher: “Investors seek Asia Options to Costly China”, New York Times, 28/06/2008,
5Bruno S. Magro: “Operación dragón. La crisis mundial y la situación China”, El Aromo nº 46, Diciembre 2008-Enero 2009
6Jamie Quanbeck: “2008 Resin pricing year in review”, en Plastic Today, 05/01/09. Datos evolución del precio de las resinas: TheplasticExchange.com
7“Resin prices in free fall”, en www.imould.com el 28/12/2008.