Trece Rosas
Razón y Revolución
El día de ayer la Comisión de Contenidos del 34 ENM-La Plata 2019 hizo público el listado oficial de talleres. Este temario es el resultado de nueve meses del trabajo colectivo que realizamos compañeras organizadas e independientes proponiendo y modificando talleres y problemáticas.
La construcción de estos contenidos no fue fácil, como es de público conocimiento, la organización de los Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM) ha tenido una presencia muy fuerte del PCR. Es así como desde hace muchos años la elección de la sede y todo lo relacionado a su organización pasa por sus manos. El 34 ENM parecía ser la excepción, en La Plata no iban a poder dirigir tan fácilmente. Es por eso que recurrieron a métodos no democráticos y que atentan con su tan preciado “que haya acuerdo” para seguir dirigiendo la batuta: crearon cuentas en las redes sociales, enviaron cartas a diferentes instituciones de la provincia solicitando diferentes permisos para la realización del Encuentro y dejaron sin funcionamiento a las comisiones. Todo esto se realizó bajo el título del 34 ENM, pasando por alto que el nombre se encontraba en discusión.
Mientras todo esto ocurría, la comisión de contenidos se reunía religiosamente cada quince días en el local de ATE de La Plata y desde el mes de abril muchas integrantes de la comisión estuvimos trabajando en un documento colectivo que no solo tenía en cuenta los 73 talleres existentes, sino que también tenía en cuenta las modificaciones y las propuestas de nuevos talleres. Este documento fue tomando cada vez más forma y el 11 de agosto, fecha limite de presentación de propuestas, contaba con más de 114 talleres.
A partir de la plenaria del 1 de junio, en la que el PCR acompañado por el Kirchnerismo se retiran del Rectorado de la UNLP, al grito de que el nombre no iba a ser cambiado, en la comisión ya no se insistió tanto con este tema, pero si con la necesidad de cambiar el encabezado de los talleres: en vez del clásico “mujer y …” se propone que se incluya a las disidencias y se abre de nuevo el debate. El PCR sostiene que no hace falta cambiar nada, porque el encuentro se incluyó a “todes” mientas que la izquierda y otras agrupaciones insisten con que se debe sumar a todas las disidencias con el enunciando los talleres de las siguientes formas “mujer, lesbianas, travestis, trans y …” o “mujer, disidencias y …”. Frente al no acuerdo, surge una tercera opción: nombrar solo la temática de la que trata el taller sin los sujetos. Es así como los últimos dos meses estuvimos debatiendo este punto y cada vez que se quería trabajar en las cuestiones operativas, aparecía este tema que no nos permitía avanzar.
En la reunión del 17 de agosto, el PCR, con su vocación de sorprender, tomo la palabra al final y expresó que el documento colectivo era un desastre, que se trataban de talleres muy complejos que las miles de mujeres que participan no iban a entender y que la gran mayoría de los talleres nuevos no eran necesarios porque los talleres existentes ya contenían esos temas. Mostraron que ellas tenían un temario más acotado y que este debía ser el definitivo. Cuando se les pidió el documento, explicaron que lo tenían sin terminar y que lo enviarían por el grupo de WhatsApp luego. A su vez esa semana, Melisa de Oro, referente del PJ y AMMAR, envía su versión de temario, en donde tenía un poco más en cuenta el trabajo de la comisión, pero dejaba muchas cosas afuera. Llegamos a la reunión del 31 de agosto con tres temarios, pero solo uno contenía el trabajo de todo el año. Melisa de Oro sostiene que el documento colectivo es muy complicado de entender, que no respeta los acuerdos y que los talleres están presentados como clases magistrales y no como espacios horizontales. Deberíamos recordarle a la militante de AMMAR, que el único taller que tiene una sola oradora, Georgina Orellano, que solo responde las pregustas que le gustan es el taller de “Mujeres y Trabajo Sexual”. Por último, se sumo la intervención de Yiya del PCR en donde felicitaba a las compañeras que participaron de la organización, ya que para la semana siguiente íbamos a estar en condiciones de lanzar el ENM. Básicamente, nos estaba diciendo que la semana que viene el PCR iba a presentar los talleres.
La comisión de contenidos, junto con la de cultura, fueron las dos comisiones que sobrevivieron y funcionaron a lo largo de todo el año. El día 7 de septiembre, ambas comisiones se encontraron en el local de ATE para ultimar detalles, pero se encontraron con dos sorpresas: el PCR no asistió a la cita y no se nos permitía la entrada a las compañeras de contenidos. Otro detalle interesante, es que la izquierda tampoco participó de esta última reunión. Luego de media hora de tires y aflojes, logramos hacernos de un lugar y terminamos de cerrar el temario que hicimos público en la tarde. Como todas esperábamos, el domingo amanecimos con que el temario que se encuentra publicado en las redes “oficiales” del ENM es otro, el del PCR, donde faltan 27 talleres. Las compañeras de cultura también denunciaron que hay dos grillas de actividades culturales. A menos de un mes del ENM este se encuentra duplicado por primera vez en su historia.
Trece Rosas sigue sosteniendo que el sujeto del feminismo es la mujer, que el encuentro no debe cambiar de nombre. También sostenemos que es el espacio de reunión más importante del movimiento de mujeres en nuestro país y como tal debería transformarse en el órgano político del feminismo argentino, teniendo un funcionamiento asambleario y resolutivo que elabore nuestro propio plan de lucha pronunciándose a favor del aborto legal, seguro y gratuito, el abolicionismo del género y la prostitución, batallando contra la violencia en contra de las mujeres y el alquiler de vientres. Sin embargo, también entendemos que hoy es necesario defender el listado de talleres que se trabajo colectivamente, por más que no estemos a favor de la mayoría de las cosas que contiene, este documento tiene nuestra propuesta. También, es la posibilidad del cambio de funcionamiento, donde podríamos votar un programa o de terminar de volverse el aguantadero de políticas y practicas patriarcales, obligándonos a las feministas a organizarnos y construir otro espacio de lucha.
