El color de la furia obrera – Por Ianina Harari

en El Aromo nº 82

20110119-xenofobiaLa situación de los negros en Estados Unidos y el crimen de Fergurson

Más allá de las reivindicaciones “raciales”, existen demandas propias de una de las fracciones más pauperizadas de la clase obrera norteamericana. El racismo aparece como mecanismo ideológico que fragmenta a la clase y permite la mayor explotación de los negros.

Por Ianina Harari (TES-CEICS)

Una noche, en un barrio obrero, un policía asesinó a un joven al que no estaba enfrentándose. El policía alegó “defensa propia” y resultó exonerado de cargos. En Argentina, un caso similar sería denunciado como gatillo fácil y se remarcaría el carácter de clase de este asesinato. El 9 de agosto en Fergurson, Estados Unidos, la víctima fue Michael Brown, un negro, y el policía, Darren Wilson, un blanco. Todas las denuncias apuntaron al racismo que aun impera en Estados Unidos y que se expresa en reiterados casos de “gatillo fácil” hacia los negros. Un racismo que afecta sobre todo hacia la población obrera, porque un burgués como Obama no recibe este tipo de tratos. Por eso, aunque el presidente se muestre preocupado, llama a la calma de sus supuestos “hermanos”. El estallido social que se desató tras el crimen y recrudeció con la sentencia favorable a Wilson fue interpretado en clave de lucha por derechos civiles. Hilando fino, sin embargo, se encuentra que más allá de las reivindicaciones “raciales”, existen demandas propias de una de las fracciones más pauperizadas de la clase obrera norteamericana. El caso de Fergurson sirve para ilustrar cómo subsiste este sector.

Un paisaje en decadencia

Fergurson es uno de los 91 municipios suburbanos del condado de St. Louis, en el estado de Missouri. El porcentaje de negros residentes en Fergurson fue creciendo a lo largo de las últimas tres décadas. Hacia 1980, esta localidad era predominantemente blanca, en un 85%. Para 1990, el 74% de la población era blanca y el 25%, negra. En 2000, los habitantes negros llegaron al 52% y los blancos, al 45%. En el 2010, el porcentaje de residentes negros era del 67% y el de blancos, solo del 29%. Este cambio demográfico se dio tras un proceso migratorio que atrajo población obrera negra y expulsó a la población blanca más acomodada. La migración de población negra a Fergurson se engrosó a partir de la década del ’80. En ese momento, en otra localidad del condado de St. Louis, Kinloch, comenzó la expansión del aeropuerto. Ese municipio estaba habitado casi en su totalidad por población negra y la compra de terrenos para la construcción de un nuevo hangar determinó el éxodo hacia otras localidades. Uno de los destinos fue Fergurson. En especial, el barrio donde se habían construido complejos habitacionales como el de Canfield Green, donde fue asesinado Brown.

Fergurson siguió una tendencia que recorre los suburbios de las grandes ciudades estadounidenses. En las 100 zonas suburbanas más grande de Estados Unidos, entre 2000 y 2010, se duplicaron los barrios donde más del 20% de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza.1 En Fergurson, en particular, la pobreza se duplicó en ese período alcanzando casi el 25%, por encima del 19% del estado de Missouri y del 14,5% a nivel nacional. En 2009, en todo EE.UU., la pobreza entre la población negra fue mayor que el promedio general y alcanzó el 35,7%. Ese porcentaje es todavía superior en Fergurson, donde alcanza el 38,6%. En esta localidad, La desocupación pasó del 7%, en 2000, al 13%, en 2010, cuando para ese año a nivel nacional de estimaba un 9,6% de desempleo.2 En todo St. Louis, el ingreso per cápita es un 19% menor al promedio nacional. En Fergurson, el ingreso per cápita entre los negros es un 41% menor que el de los blancos. Es decir, se trata de una de las zonas más pauperizadas de EE.UU., donde, al igual que en el resto del país, la población obrera negra encuentra sus condiciones de vida más degradadas.

La cabeza gacha

Al igual que la mayoría de los municipios del condado de St. Louis, uno de los mayores problemas de Fergurson es el financiamiento de su presupuesto, Se trata de un condado extremamente fragmentado. Cada municipio tiene su intendencia y, muchos de ellos, como Fergurson, su propia policía. El financiamiento de esta estructura depende de la recaudación de cada municipio. La necesidad de ingresos se cubre en buena medida mediante multas de tránsito y otras contravenciones tan vagas como la “alteración del orden público”, que puede incluir el escuchar música fuerte, o violaciones a las ordenanzas de zonificación, que puede penar el no tener el pasto cortado. En algunos municipios del condado este ítem llega a representar el 50% de la recaudación. En Fergurson, los ingresos por el pago de infracciones llegan hasta el 25%, siendo la segunda fuente de ingresos fiscales.3 Para dimensionar lo que esto implica, se estima que en 2013 la corte municipal de Fergurson emitió 3 órdenes de arresto por hogar y que trató 1.500 casos por jornada.4

Por este motivo, las detenciones y requisas de autos es casi la principal tarea de la policía. Como sucede en todo Estados Unidos, en Fergurson los negros también son las principales víctimas del accionar policial. Allí, el 86% de las detenciones de automóviles, el 92% de las requisas y el 93% de los arrestos son realizados a personas negras. Dado que los negros son más detenidos, sobre ellos recae el mayor número de multas. Luego de ser detenidos, los negros tienen el doble de probabilidad que los blancos de ser requisados (12,1% contra. 6,9%) y detenidos (10,4% vs. 5,2%). Esto sucede a pesar de que solo en el 22% de los autos conducidos por negros se encuentra mercadería de contrabando, contra el 34% de los autos manejados por blancos.

Para los obreros, las continuas multas representan un problema, porque cuando no pueden pagar una, se emite otra nueva que incrementa su deuda. Y cuando no se presentan en la corte por la infracción –dado que no pueden ausentarse del trabajo- se emite una orden de arresto. Esto sucede a pesar de las denuncias de que los casos comienzan a ser tratados en las cortes 30 minutos antes del horario de citación y no se deja a nadie en el recinto, siquiera al acusado, cinco minutos después de ese horario. Por no poder pagar una multa o no poder presentarse a una audiencia, se puede terminar encarcelados.5 Como han denunciado asociaciones de abogados defensores, un obrero que no tiene tiempo de cortar el pasto, no tiene dinero para pagar la multa ni tiempo de presentarse al juzgado, puede terminar en la cárcel, con antecedentes penales que le dificultarán conseguir trabajo en el futuro.

Peones blancos, peones negros

A pesar del recambio poblacional, que modificó la relación entre blancos y negros, los blancos mantienen el control de la municipalidad, los puestos políticos y administrativos. Por ejemplo, solo hay un representante negro en el consejo municipal y solo el 6% de los policías son negros. A diferencia de la Ciudad de St. Louis (capital del condado), donde los habitantes negros han montado organizaciones propias y han alcanzado puestos políticos, en Fergurson la organización negra está prácticamente ausente, en parte porque se trata de población de relativamente reciente migración.

El control del Estado municipal le ha dado a los blancos ciertos privilegios sobre la contratación de trabajadores. El Club de Trabajo del Condado Norte, reúne a los sindicatos de trabajadores blancos de gremios como electricistas, plomeros y otros servicios de mantenimiento que contrata el municipio. Así, las obras de construcción e infraestructura que emprende el municipio recae sobre empresas que contratan casi exclusivamente obreros blancos. Estos sindicatos se ven favorecidos por los contratos municipales y, a cambio, financian las campañas de los candidatos blancos.6

La presión sobre los trabajadores negros excede los abusos policiales y es incluso sostenida por una parte de la clase obrera blanca. El racismo aparece así como mecanismo ideológico que fragmenta a la clase y permite la mayor explotación de los negros. Conscientes de esta mayor explotación, quienes salieron a incendiar la ciudad por el asesinato de Brown, reclamaban algo más que frenar los abusos policiales. Si bien de forma espontánea y desorganizada, el fastidio por las condiciones a las que son sometidos se expresó durante los disturbios. Un joven negro gritó en medio de la protesta: “Seguimos dándoles a estos blanquitos nuestro dinero, quedándonos en sus complejos [habitacionales] y no podemos obtener justicia alguna, ningún respeto. Están listos para causarte problemas si olvidas una boleta. Tienes que estar harto de todo esto.”7

Los trabajadores negros son una de las fracciones más explotadas de clase obrera norteamericana, junto con los latinos, mayormente inmigrantes ilegales. Sin embargo, a diferencia de estos últimos, no se encuentran igual de oprimidos políticamente. Los negros cuentan con derechos civiles, que les son negados a los inmigrantes, y ello los habilita a emprender una lucha por defender esas conquistas y evitar su pérdida de hecho. Los negros sienten legitimado su derecho a cuestionar al poder político. Son una fracción lo suficientemente explotada como para tener razones para rebelarse, pero no lo suficientemente oprimida como para no poder hacerlo. El racismo, en este punto, se muestra como una herramienta de explotación y opresión extra. La fragmentación política de la clase obrera bajo un criterio étnico (blancos, negros, latinos/migrantes) por parte del Estado tiene la finalidad de debilitar la acción colectiva de los explotados. Su superación solo podrá venir de la mano de la unificación política de clase obrera contra sus explotadores blancos y negros.

Notas

1 http://goo.gl/HYdjs4.

2 Datos extraídos de: United Census Bureau y http://www.city-data.com.

3 http://goo.gl/w6tGED.

4 http://goo.gl/Hgkm9k.

5 Ídem.

6 http://goo.gl/3oG7US.

7 http://goo.gl/Qle6k7.

 

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