Donde hubo fuego…

en El Aromo n° 42

Gonzalo Sánz Cerbino

Grupo de Investigación de Crímenes Sociales – CEICS

La disputa interburguesa que enfrenta al gobierno con el campo ha generado un hecho curioso. La Secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, ha denunciado la “irresponsabilidad” de los productores agropecuarios por la quema de pastizales en el Delta del Paraná, que llenó de humo la Capital, la Provincia de Buenos Aires, Rosario y buena parte de Santa Fe, sin contar con el Uruguay. Según el gobierno, detrás de los incendios se esconde el intento de “maximizar ganancias” de los productores de la zona. Desde las corporaciones agrarias señalaron que la acusación no es más que una provocación para enturbiar las negociaciones que siguieron al lock out. Los incendios habrían sido accidentales y nada tendrían que ver con la explotación ganadera en la zona. Raúl Victores, Presidente de la Sociedad Rural de San Pedro, argumentó que la quema de pastizales antes de la primavera resulta “ilógica” y “suicida” para los productores, porque las pasturas no llegarían a renovarse para el invierno. Sin embargo, el Ingeniero Agrónomo y dirigente de la Federación Agraria de Paraná, Alfredo Bell, señaló que la quema suele realizarse al concluir el verano1 . Por otro lado, que hayan sido más de 300 los focos de incendio, supuestamente “accidentales”, hace dudar de los argumentos de la defensa. La quema de maleza es una práctica común para renovar pasturas para la cría de ganado. Esta práctica se realiza caóticamente, sin ningún tipo de control y sin tomar los recaudos necesarios para que no genere las consecuencias que hemos visto en las últimas semanas. Obviamente, tomar más recaudos implica una mayor inversión2 . El gobierno tiene razón en este punto, el humo y sus consecuencias son un crimen social causado por la maximización de la ganancia de la burguesía agraria. Eso no quita que detrás de la verborragia del gobierno exista un intento de ensuciar a los productores agrarios. Pero hay que señalar que también busca esconder las propias culpas por lo sucedido. Según el Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, el gobierno tenía información sobre la quema de pastizales en el Delta desde el 30 de marzo. La situación era conocida por Picolotti, no sólo por las fotos satelitales que se actualizan diariamente, sino porque la propia Defensoría lo denunció. De haberse enfrentado el fuego en los primeros días, hubiera sido fácilmente controlable antes de que el humo ocasionara sus peores consecuencias3 . La Fundación Para la Defensa del Medio Ambiente, que denunció penalmente a la Secretaria de Medio Ambiente por incumplimiento de los deberes de funcionario público, señaló que debió activarse el Plan Nacional de Manejo del Fuego a principios de abril, y “no cuando el humo llegó al despacho de Romina Picolotti”4 . Además, la quema de pastizales no es una práctica nueva. Las ciudades del interior conocen el fenómeno desde hace varios años. Miguel Lifschitz, intendente de Rosario, señaló que el problema “se viene repitiendo desde hace por lo menos cinco años, [….] pero ahora el fenómeno es mucho mayor y las condiciones climáticas han llevado el humo hacia Buenos Aires”5 .

Las consecuencias

Los funcionarios nacionales también minimizaron el impacto del humo sobre la población de Buenos Aires, señalando que los niveles de monóxido de carbono estaban “dentro de lo aceptable”. Por supuesto que esto no incluye a quienes sufren problemas respiratorios, como asma o alergias. En la semana en que el humo se sintió con más fuerza, las consultas por afecciones respiratorias aumentaron un 30% y los hospitales debieron declarar el alerta amarilla. La versión oficial, además, ha sido cuestionada por expertos en el tema que denunciaron, no sólo la toxicidad del humo, sino los altos niveles de partículas en suspensión, con consecuencias preocupantes y aún desconocidas6 . Carlos Luna, profesor de la Facultad de Medicina e integrante de la División Neumonología del Hospital de Clínicas, señaló: “El humo producido por la quema de pastizales y residuos de cosecha tiene muchas sustancias peligrosas y es de los más dañinos. Es un combustible que contiene sustancias biológicas que se conocen con el nombre genérico de biomasa, tiene gases como monóxido de carbono, muy conocido por sus efectos perjudiciales para la salud, partículas de tamaño muy pequeño, algunas sustancias químicas muy irritantes como ácidos y aldehídos, que al tomar contacto con las vías aéreas, en una exposición aguda, producen una irritación muy importante, una alteración de los mecanismos inmunológicos que puede favorecer las infecciones, dificultades respiratorias y hasta llegar a causar edema pulmonar si la exposición es crónica.”7 A la inacción del gobierno y a la irresponsabilidad de la burguesía también hay que cargar los 9 muertos y las decenas de heridos en los accidentes viales que causó el humo. El 9 de abril, 4 personas murieron y más de 20 resultaron heridas en un choque en cadena sobre la ruta 9, a la altura de San Pedro. Los testigos indicaron que la visibilidad era nula. Una semana después, otro choque en cadena sobre la misma ruta, también en San Pedro, causaba cuatro muertes más8 . Eduardo Mondino denunció a la concesionaria de la ruta y al Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), por su “desidia y falta de responsabilidad”. De haberse cerrado la ruta, esas muertes se hubieran evitado9 . El problema tampoco es nuevo: ya en julio del 2007 Mondino había denunciado la responsabilidad del Estado y de la concesionaria en un choque múltiple sobre la autopista Buenos Aires–Rosario causado por la escasa visibilidad generada por una densa pared de niebla y humo10.

Socios

Las quemas de pastizales, que ocasionan un deterioro en la salud de los habitantes y hasta muertes que podrían ser perfectamente evitables, no son un fenómeno nuevo. La expansión de la frontera agropecuaria en los últimos años, como resultado del aumento de los precios internacionales de las materias primas, ha extendido esta práctica. La puesta en producción de tierras de menor calidad, que antes no eran rentables, como las islas del Delta del Paraná, han generalizado las quemas de pastizales, y han hecho que sus consecuencias se comiencen a sentir en las ciudades. Sin embargo, un fenómeno que se produce desde hace varios años recién es denunciado por el Estado ahora. Hasta este momento, el gobierno había preferido mirar para otro lado y no interferir sobre la actividad comercial de los productores. El conflicto con el campo explica la reacción del gobierno y nos permite anticipar lo que sucederá en el futuro. Cuando la burguesía agraria y la presidenta lleguen a un acuerdo las denuncias se disiparan. Dentro de un año estaremos respirando el mismo humo.

Notas

1 www.perfil.com, 28/4/08.

2 La Nación, 16/4/08; Página 12, 18/4/08.

3 www.agrodiario.com.ar.

4 www.eldia.com.ar.

5 Página 12, 18/4/08.

6 La Nación, 19/4/08; Clarín, 22/4/08.

7 Página 12, 18/4/08.

8 La Nación, 10/4/08; La Nación, 16/4/08.

9 La Nación, 21/4/08.

10Página 12, 13/7/07.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Últimas novedades de El Aromo n° 42

Mucho más que dos

Fabián Harari Laboratorio de Análisis Político – CEICS “-¿Por qué tenés que
Placeholder

Adictos a la Soja

Juan Kornblihtt Grupo de investigación de la Historia Económica Argentina – CEICS
Ir a Arriba