Si nos ponemos a analizar la política estatal argentina, en el marco de lo que está ocurriendo ahora en Corrientes por los incendios, podemos ver que todo lo relacionado con esa estafa que se llama política de derechos humanos kirchnerista nos dejó una larga junta de funcionarios y políticos especuladores.
Este chantaje nos lleva a pensar por qué hay ciertas personalidades como Juan Cabandié, Victoria Donda o Elizabeth Gómez Alcorta al frente de determinados Ministerios, y por qué estos sectores gubernamentales tienen una cantidad de recursos extremadamente abultados que, ¡oh casualidad!, siempre son sub-ejecutados.
Te prometen 25 millones de cosas, programas para un montón de problemáticas, asignan funcionarios y acomodan a los muchachos de La Cámpora en todos lados. Pero, después todos esos planes y obras que prometieron realizar no se ejecutan. Esas partidas se pasan a los Ministerios donde hay que poner la plata porque si no “estalla todo”. Entonces, se dibuja un presupuesto con miles de promesas hermosas que en realidad son bolsones de recursos extra que van a ser canalizados en otro sector.
Hay que fijarse lo perverso que es esto porque lo que se está diciendo con los hechos es que no hay Ministerio de Medioambiente en la Argentina. No sólo se lo entregan a cualquiera, a gente que no le importa y no sabe del tema, sino que uno comienza a entender que es toda una fachada que estalla cuando hay que poner las cosas sobre la mesa. Es decir, ahora que se necesita un avión hidrante porque se está incendiando la provincia no lo tenés. Incluso, vemos como el cambio climático sirve para justificar cualquier cosa. Actualmente, Cabandié sale a excusarse que no hace nada porque “el cambio climático no se puede predecir”.
Ahora, lo que se supone que es el movimiento social, “la izquierda”, ¿qué está haciendo? Estos partidos políticos que marchan porque Bolsonaro no apaga el incendio del Amazonas, protestan porque se está prendiendo fuego Australia, manifiestan por la protección petrolífera de aguas adentro en Mar del Plata. Bien, pero, ¿se vio que estén en las calles movilizándose para exigir la renuncia de Cabandié? No. La pregunta que hay que hacernos es por qué una parte de la sociedad, identificada con cierto tenor político, arma marchas por cosas que no pasaron y no mueven un pelo por una provincia que ya tiene un 10% de su territorio incendiado.
Entonces, pensemos. ¿Cuál es la política de izquierda en relación al medio ambiente? ¿Existe? Sí, y en realidad es la política de acercamiento al kirchnerismo. Como este sector político no posee una propuesta para las problemáticas ambientales, a la izquierda tampoco parece interesarle tener un proyecto sobre el tema. Todo es una fachada. Pasa a ser una excusa para acercarse a cierto público y mientras tanto se te quema el país.
¿Dónde está la plata con la cual tendrías que haber comprado la maquinaria que te hace falta ahora? Hasta parece un chiste que Bolsonaro, al cual criticaste por su accionar frente a la quema en el Amazonas, te esté mandando ayuda para apagar el incendio. Hay gente a la que realmente le interesa este problema, si no Santiago Maratea no te junta el dinero que recaudó. Pero, el problema es que en la Argentina no hay una política medioambiental en ninguno de los partidos burgueses y tampoco en los que se dicen de izquierda.
