COLÓN: este viernes quedó en claro el nivel de improvisación del Estado para manejar la pandemia cuando llegó a las afueras de la ciudad un contingente de argentinos provenientes de Colombia. El intendente José Luis Walser junto con distintos organismos y dependencias protagonizaron una disputa que dejó a las personas varadas, mientras empujaba el nerviosismo dentro de Colón minuto a minuto.
El proceso de repatriación falló en varias instancias. Primero se le negó aterrizar en Ezeiza al vuelo que transportaba a los argentinos. Así fueron derivados a Carrasco (Uruguay), donde el grupo tomó un ómnibus hasta el puente General Artigas. Allí se detectaron dos casos con síntomas febriles y fueron derivados al hospital San Benjamín de Colón -situación que el intendente desconoció-.
El resto del contingente lo recibió Prefectura y una Unidad Sanitaria del Ministerio de Salud, que inició trámites para alojarlos en la ciudad. Frente a la negativa de Walser tuvieron que salir el cónsul y la ministra de gobierno de la provincia a presionarlo. Mientras, el intendente intentaba comunicarse desesperadamente con Cancillería para no hacerse cargo de estas personas.
Finalmente, la solución de la intendencia para esta gente fue que duerman precariamente en las afueras -en el velódromo- dándoles unos colchones y comida, mientras gendarmería tramitaba permisos para que familiares viajen a buscarlos.
Lo que destaca de este relato es la falta de organización y coordinación existente entre las dependencias del Estado. Queda claro que las autoridades nacionales están superadas por la situación, dejando que cada jurisdicción improvise soluciones según se desarrollen los acontecimientos. De esta forma las actitudes miserables de los funcionarios toman el control e impiden actuar con la celeridad y determinación que la epidemia demanda.
Toda la industria farmacéutica debe ponerse al servicio de las necesidades, todo el sistema de clínicas privadas (donde se encuentra el 80% de los recursos tecnológicos del país) también. Toda la disponibilidad hotelera ofreciendo camas, y el sistema de transporte, multiplicando las unidades en circulación, evitando que viajemos hacinados.
Razón y Revolución – COLÓN – 21 de Marzo de 2020
