Caseros: Pizzería Ottonelli ocupada por sus trabajadores

en Goyo Flores/Novedades

Los trabajadores de Otonelli se encuentran en lucha. La patronal de esta clásica pizzería de Caseros adeuda salarios desde febrero y desde la cuarentena, no abren las puertas del local. No se trataba de una novedad: en los últimos años, la patronal solía pagar en cuotas y negar los recibo de sueldo. Tampoco abonaba los aportes patronales desde hacía tres años, obligando a los trabajadores a hacer gestiones especiales ante el Sindicato de Pasteleros cada vez que necesitaban atenderse en la obra social.

Desde el inicio de la cuarentena, los trabajadores de Ottonelli realizaron infinitos intentos de obtener una respuesta, pero sólo recibieron evasivas por parte de la patronal. La dueña de la pizzería llegó a dejarlos esperando durante cuatro horas en la puerta de su casa, para luego sacarlos con la policía y escapar a un nuevo domicilio. Allí, hicieron cacerolazos y pintadas, pero tampoco consiguieron respuestas.

El Estado tampoco se hace cargo. Diego Valenzuela (intendente de Juntos por el Cambio) se limitó a pasarles un bolsón de comida. En las audiencias en la Secretaría de Trabajo, la empleadora jamás se presentó. Quien sí se presentó fue la dueña del inmueble que ofreció hacerse cargo de la pizzería extorsionando  a los trabajadores a renunciar a los sueldos adeudados y sus años de antigüedad -en algunos casos, llegan a los 23 años. Tampoco cuentan con la posibilidad de percibir el 50% de los salarios vía ATP. El ministerio adujo que debe ser la patronal quién debe gestionar esa asistencia. Otra prueba más – por si hiciera falta – de una política general: la ayuda es para los empresarios, no para los trabajadores.

Con la excusa de una fumigación por parte de la dueña del inmueble, el local fue vaciado, llevándose desde la maquinaria gastronómica hasta la mayor parte del mobiliario, utensilios de cocina, vajilla e incluso la placa que identificaba a la pizzería como sitio de interés cultural. La negativa posterior a poner a funcionar el local como cooperativa, llevó a los trabajadores a tomar el problema en sus manos, decidiendo en asamblea la ocupación de su lugar de trabajo y poner su pizzería a producir con los escasos recursos con los que cuentan. Por el momento, solo recibieron el amendrentamiento del Intendente, quien les recordó que la toma era completamente ilegal.

Actualmente, la situación es dramática. Los trabajadores afirman que nos les alcanza “ni para cargar la SUBE” y viven de prestado. Por otra parte, lo que recaudan es tan escaso, que los lleva a recurrir a donaciones ya sea de materia prima (queso, aceitunas, harina, etc.) como de herramientas de trabajo (manifiestan necesitar con urgencia una batidora y hasta moldes pizzeros) ya que no pueden comprarlas. El Sindicato por el momento tuvo una política de “asistencia” pero los trabajadores necesitan un plan de lucha.

Cuatro meses sin cobrar sus salarios, un año sin vacaciones, tres años sin aportes patronales y con sueldos pagados en cuotas.. La situación de estos trabajadores es otro buen ejemplo de que la crisis no empezó -aunque sí se agravó- con esta pandemia. Al mismo tiempo, deja en claro sobre quiénes se descarga sus costos: sobre los hombros de los trabajadores. Contra eso, los trabajadores se organizan y luchan. Llamamos a rodear de solidaridad la toma de los trabajadores de Otonelli y exigimos que el Estado se haga cargo de la pizzería y la ponga a funcionar bajo control de los trabajadores.

Razón y Revolución Noroeste GBA – Corriente Clasista Goyo Flores

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