Los trabajadores del Supermercado Maxi Carrefour de Avellaneda, enfrentan desde que se ha disparado la segunda ola de contagios por COVID-19 una cantidad alarmante de casos positivos. Según informan los trabajadores, la cifra asciende oficialmente a 20 compañeros, aunque afirman que, igual que sucedió el año pasado, lamentablemente los números son aún mayores y la empresa oculta los datos.
Luego de que en los días previos y durante los feriados de Semana Santa fuera notoria la aglomeración de clientes, quienes formaban interminables colas dentro del local para comprar y abonar sus mercaderías, el lunes pasado el personal tanto interno como externo fue recibido notificándolo de los contagios e implementando precarias medidas de seguridad.
Sucede que, desde hace meses, los protocolos para evitar la propagación del virus ya no se estaban cumpliendo para los empleados como ni para quienes concurrían a realizar sus compras. Para estos últimos solo se mantuvieron el control de temperatura y el alcohol en gel a la entrada del supermercado. Desde de hace tiempo no se venía realizando la sanitización de los changos y carretas (esta sucursal opera también como mayorista), la desinfección periódica del salón de ventas o la restricción del ingreso de grupos familiares completos ni la cantidad de clientes dentro del establecimiento.
Por su parte ni a los trabajadores de Carrefour, repositores externos, ni a los proveedores se les efectuaban ningún tipo de testeo de temperatura y los protocolos de distanciamiento, ventilación en depósitos, desinfección de sectores de trabajo, etc., volvieron a los ritmos y rutinas de trabajo previos a la pandemia. Los empleados también reclaman que desde el momento en que se conocieron estos contagios, se vienen sobre exigiendo las tareas del personal, para poder cubrir las ausencias.
Como era de esperar el crecimiento sin control de los casos positivos de Coronavirus de las últimas semanas, repercutió entre el personal de esta sucursal y se sabe que otros establecimientos como el Supermercado Mayorista Makro de la misma localidad también ha debido aislar a una veintena de casos positivos por contactos estrechos. En este contexto los trabajadores han comenzado a exigir tanto a las patronales como al sindicato de comercio, que sus tareas contempladas desde el inicio de la cuarentena como esenciales sean reconocidas y se los incluya de inmediato en los planes de vacunación.
Como venimos sosteniendo desde hace meses, sin un verdadero plan de vacunación masiva el intento de volver a una actividad normal, es criminal. Los protocolos son en muchos casos impracticables en los lugares de trabajo y como hemos visto, ni bien se relajan la cantidad de contagios, los empresarios dejan de implementarlos por considerarlos un costo excesivo.
Tanto el gobierno, como la burguesía son responsables de lo que puede terminar siendo una catástrofe aún mayor. Los trabajadores de todas las cadenas de Supermercados y Mayoristas, internos y externos, tenemos que organizarnos para exigir la vacunación masiva, además de recibir todos los elementos de protección y condiciones laborales, adecuadas para desarrollar nuestras tareas y tener participación en la elaboración y fiscalización de los protocolos de seguridad e higiene. Porque son nuestras vidas las que están en juego.
En defensa de la vida de la clase obrera
¡Vacunación masiva ya!
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente sindical de Razón y Revolución.
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