A casi dos semanas de la vuelta a las escuelas impulsada por el gobierno de la Ciudad, y refrendada por el gobierno nacional, ya se pueden observar varias cosas que advertimos en los meses previos. En primer lugar, que los sucesivos protocolos presentados por Acuña no eran más que el primer paso hacia una vuelta generalizada. En segundo lugar, la medida arriesga la salud de las familias y docentes. Luego, el gobierno no invirtió dinero en refacciones, ni en elementos de salud, ni en transporte. Mucho menos en garantizar las herramientas digitales y crear más cargos docentes, profesionales y técnicos para acompañar la trayectoria educativa de los alumnos y familias.
Lo cierto es que la vuelta se discute hace tiempo. que priorizaba el regreso a las escuelas a los alumnos “desconectados” para la utilización de los espacios virtuales en sus respectivos colegios. Nunca quedo claro cuántos iban a ser los alumnos implicados. El gobierno primero dijo que eran alrededor de cinco mil, luego seis mil, posteriormente nueve mil para terminar diciendo que en realidad eran 6.500. Todo muy serio. Los docentes sabemos que son muchos más dado que la conectividad bajo mucho.
Después de una fuerte lucha por parte de los docentes porteños, el gobierno retrocedió momentáneamente. , sino también a los alumnos de los últimos años del nivel primario y secundario, es decir, de séptimo grado y quinto año. ” para dividir a las provincias según la situación sanitaria. De hecho, el reclamo de Larreta hizo que más tarde Kicillof y otros gobernadores presentaran sus propios planes para la vuelta.
Con el visto bueno de Nación, Larreta comenzó con la apertura de colegios para los alumnos de los últimos años de cada nivel para realizar actividades de “revinculación”, “recreativas” y “lúdicas”. En la primera semana se abrieron los escuelas técnicas, con el silencio cómplice de AMET, desde el cual semanas antes habían dicho que no les parecía mal el proyecto del gobierno de la Ciudad. A partir de esta semana empezaron a abrir las escuelas medias y algunos colegios privados. Para la semana que viene tienen que abrirse las escuelas primarias y las escuelas privadas que falten. Todo esto implica sacar a la calle a la potencial suma de 70 mil alumnos y cientos de docentes.
Pero espere, aún hay más. En una entrevista realizada a principios de septiembre, Acuña anticipaba que los planes del gobierno porteño apuntan a que la totalidad de los estudiantes vuelvan a algún tipo de presencialidad. Este no fue un dicho al aire. Este viernes, en conferencia de prensa, Larreta anunció la ampliación de los grupos para los cuales se seguirán abriendo las escuelas: los de las salas de 5, los primeros grados de primaria, los primeros años de secundaria y el último año de los terciarios públicos. Además, hablaron de la posibilidad de abrir las escuelas los sábados con el fin de brindar apoyo escolar a los alumnos desconectados o con conectividad escasa. De ser así, los docentes no solamente tendremos que trabajar de lunes a viernes de manera virtual y presencial, sino que también lo haríamos los sábados.
Otro punto, nada menor, tiene que ver con el transporte. Al principio, el gobierno de la ciudad dijo que únicamente habilitarían las escuelas para aquellos alumnos que vivieran cerca de los establecimientos. Como dijimos en su momento, era algo engañoso dado los pocos controles al transporte. Ahora, blanquearon la situación y habilitaron un permiso especial para alumnos y docentes. En ningún momento se ocuparon de ampliar la red de transporte o garantizar la movilidad segura para toda la comunidad educativa. Está claro: nos prefieren muertos antes que poner un peso en nuestra salud.
El colmo es que Larreta dice que hace esto porque los niños son su prioridad. Rara afirmación si tenemos en cuenta que después de siete meses no garantizó la continuidad pedagógica de los miles de alumnos “desconectados” y de los que desertaron en el camino. Lo único que puede ofrecer este gobierno después de más de medio año es sacar masivamente a los niños a las calles y exponerlos a ellos, a sus familias y a los docentes. Pero claro, los niños son su prioridad.
Es claro que en este contexto de alto número de casos COVID-19 por día el riesgo de contagio bajo este protocolo es altísimo. Y probablemente muchas escuelas se vean obligadas a cerrar por la aparición de casos. Eso se pudo ver a nivel local cuando provincias abrieron y enseguida se vieron obligadas a cerrar. En Alemania, por citar un ejemplo, muchos colegios tuvieron que cerrar al poco tiempo de abrir sus puertas. Pero, sin ir más lejos, en la Ciudad de Buenos Aires ya empezamos a registrar estas situaciones. Justamente esta semana la Escuela Técnica nº 15 ya tuvo que cerrar sus puertas nuevamente. Esto muestra a las claras que no están dadas las condiciones epidemiológicas para la vuelta a las escuelas. Si Larreta tuviera realmente a los niños como prioridad, habría garantizado desde principios de año la conectividad de los mismos y la ampliación del cuerpo docente para realizar su seguimiento.
Mientras tanto, UTE y toda la burocracia celeste, recién ahora esgrime una crítica mínima a Trotta al afirmar que el Ministro «claudicó» frente a Larreta. Nos quieren tomar de tontos. En realidad el mismo Trotta es uno de los principales artífices de la vuelta a las escuelas. Sin él sería imposible el retorno. El famoso semáforo, fue idea del Ministro. Por lo tanto, es tan responsable como Larreta de lo que suceda con las familias, alumnos y docentes.
Como decimos constantemente, llevar adelante el proceso pedagógico como se debe implica invertir en lo necesario. Desde los insumos básicos de limpieza, que, dicho sea de paso, muchas escuelas denuncian que no fueron garantizados, hasta el transporte, todo requiere de planificación y dinero. Por eso mismo, no podemos dejar que Larreta y Trotta avancen sobre nuestras condiciones de vida en el momento en el cual los casos de contagio y las cifras de fallecidos aumentan. Necesitamos reforzar las condiciones de virtualidad para no arriesgar la vida de las familias y los docentes.
Por todo esto, los docentes de la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro exigimos:
– No a la vuelta a las escuelas
– Wifi gratuito y de calidad para todos
– Netbooks para todos los alumnos y docentes
– Designación de mayor personal docente técnico, asistencial y pedagógico necesario para acompañar la trayectoria de todos los alumnos.
-Bono extra, mensual y retroactivo para cubrir los costos en sostener la educación a distancia
Corriente Nacional Docente Conti-Santoro