Esta madrugada, en plena tormenta, una patota que responde al gobierno provincial irrumpió violentamente en el acampe de los trabajadores de salud amenazándolos con un arma de fuego y arrebatándoles los carteles.
Este ataque se da en el marco de una escalada represiva que empezó este lunes cuando el gobierno de Herrera Ahuad intentó desalojar el acampe a partir de la un operativo policial que contó con la orden del juez Cardozo y los privó de luz, agua y los baños químicos. Los trabajadores no se dejaron amedrentar, mantuvieron el acampe y respondieron con una gran movilización a Casa de Gobierno.
Tras la masiva marcha. que se realizó ayer, el gobierno respondió enviando patotas al acampe, es decir, mandando a fuerzas de choque paraestatales a reprimir y amenazar a los trabajadores en lucha. El Gobernador Herrera Ahuad es el responsable político de la salud e integridad de los trabajadores de salud en lucha y cualquier avance de las patotas contra los compañeros será su responsabilidad. Se trata de un método repetido y conocido: cuando el Estado no puede reprimir visiblemente a los trabajadores en lucha -que fueron ampliamente apoyados-, recurre a una represión “velada”, reclutada de los lúmpenes, los delincuentes, las barras y miembros de la burocracia sindical.
En estas instancias decisivas, es clave rodear de solidaridad este acampe. Todas las organizaciones obreras deberíamos acercarnos a sostener a los compañeros.
¡No al desalojo del acampe!
¡Repudiamos enérgicamente el accionar de las patotas!
¡Basta de hostigamiento y persecución!
¡Exigimos la renuncia del Ministro de Salud Alarcón!
¡Por el triunfo de la lucha de los compañeros!
