La agrupación Verde y Blanca, que dirige la seccional de ATE Capital, hace años que viene ajustando las prestaciones a sus afiliados, en especial la colonia de vacaciones, un servicio esencial para las madres. Con ello, muestra lo falso de su discurso feminista, aunque más bien lo que esta agrupación defiende es la política queer que se prioriza los derechos de “las diversidades” antes que los de las mujeres. Muestra, además, su acompañamiento de la política de ajuste salarial tanto del gobierno nacional como el porteño: en lugar de luchar contra la caída salarial que afecta las cotizaciones y la finanza del sindicato, la acepta y ajusta las prestaciones a los afiliados. Al margen, sería bueno que se transparenten las finanzas: ¿en qué gasta ATE nuestras cotizaciones siendo que no se caracteriza por ser un gremio con muchos “servicios”, ni por sostener conflictos y huelgas?
Hace varios años ATE Capital cerró la colonia de vacaciones de invierno y la remplazó con obras de teatro y talleres que ofrecían alternativas de recreación puntuales para los niños que cuentan con un adulto que pueda cuidar de ellos todo el día y acompañarlos a una salida. Sin embargo, dejaba en banda a los chicos cuyos padres y madres trabajan y no tienen con quienes dejarlos. Estos padres y madres terminan pagando colonia privada, algo que para un salario estatal resulta muy oneroso, o llevando a sus hijos al trabajo.
Hasta el verano de 2019 la colonia de verano se extendía dos meses y se realizaba en el predio del sindicato en Burzaco, con un equipo docente que había tenido gran continuidad en el tiempo. Además de los profesores de cada grupo, había profesores para distintos talleres que se renovaban cada año: murga, circo, yoga, juegos, etc. En 2020 la colonia de vacaciones de ATE terminó el 15 de febrero, cuando las clases recién comenzaban el 2 de marzo del mismo año. Ese año ante un reclamo gremial de los docentes contratados, muchos de ellos fueron despedidos. Ese año se eliminaron los campamentos y no se contrataron docentes para los talleres que también fueron eliminados. En 2021 no hubo colonia por la pandemia, con lo cual el sindicato ha de haber ahorrado un buen dinero.
Este año, los trabajadores estatales acaban de enterarse de un nuevo recorte en la colonia: mientras los chicos van a tener dos meses de vacaciones, el sindicato va a brindar solo un mes de colonia. Así, recortando de a una quincena cada vez, el sindicato deja a los padres y en especial a las madres con una cobertura mínima, la misma que ofrece hace años el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, solo enero. Para peor, los padres y las madres que usaban habitualmente este servicio han sido sorprendidos que la colonia no se va a desarrollar en el predio de ATE en Burzaco, sino en un predio de un club privado. ¿Esto será producto de las internas de ATE –nación versus CABA- o un paso hacia la tercerización y el cierre de la colonia? ¿Es producto de que el sindicato pretende lucrar con el predio de Burzaco, liberando el lugar que ocupaba la colonia para visitantes que pagan por día?
No es un problema menor. Las madres y los padres cuyos bolsillos han sido golpeados por el recorte salarial de los Fernández no cuentan con resto para recurrir a colonias privadas. Como las actividades de cuidado, recaen en mayor medida en las mujeres y son muchas las compañeras que asumen la maternidad en soledad, este recorte las afecta a ellas en especial. El mismo sindicato que propagandiza sus encuentros y talleres de género, deja a las compañeras en banda en cuestiones cruciales. El mismo sindicato que dice preocuparse por las y los niños, les recorta el tiempo de encuentro compartido tras un año y medio de encierro.
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución