Acuerdo UOM: Un recorte salarial que habilita los despidos

en Goyo Flores/Novedades

Luego del acuerdo entre la CGT y la UIA, Caló y compañía definieron un nuevo acuerdo con las cámaras metalúrgicas y electrónicas. Recordemos que unas semanas antes, Caló había intentado aplicar suspensiones en el sector por el 70% para varias ramas. El rechazo de varias seccionales bajó el acuerdo. Por otra parte, en la rama siderúrgica, la UOM ya había acordado suspensiones al 75% en casi todas las plantas de Techint. Al mismo tiempo, habilitó a que las plantas de Paolo Rocca retomaran la actividad con dotaciones mínimas.

Así ocurrió en en Siderca, donde la Seccional de Campana habilitó un acuerdo de funcionamiento –exceptuando a la población de riesgo- luego de un mes de cuarentena impuesta por los trabajadores. Sin embargo, con complicidad de la UOM, a todos se les abonó como suspendidos al 80% en marzo. Vale aclarar que ese acuerdo de suspensiones es previo a la pandemia: viene de años anteriores y fue actualizado al 80% con acuerdo de la burocracia, como salida al conflicto por despidos de enero, en el que Siderca quería descargar la crisis por la caída de la producción sobre los trabajadores. Otra de las grandes siderúrgicas, Acindar, busca aplicar suspensiones de hasta un 40% en su planta de La Tablada, además de ejecutar 7 despidos.

Para aplicar suspensiones, la UOM –como antes lo hizo la CGT- se amparó en el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, que estipulaba suspensiones con el pago de sumas no remunerativas menores al salario. Como advertimos en otros comunicados, esa letra chica ya invalidaba las primeras resoluciones y decretos de la cuarentena. Los trabajadores cubiertos parcial o totalmente por la cuarentena se les abonaría como suspendido, o sea, se les aplicaría un recorte salarial.  Así, el DNU que supuestamente prohibía los despidos y las suspensiones por “razones de fuerza mayor”, abría la puerta para que las patronales suspendieran con acuerdo de la burocracia sindical. Y con ello, llegarían las ayudas a las patronales, vía ANSES: el Estado las subsidia y les paga casi todo el salario.

Habiendo la CGT acordado un 75% del neto, Caló y compañía ahora nos venden que tiene un acuerdo “superador”: un 70% sobre el bruto, que supondrá un impacto de “apenas” 14% sobre el neto. Claro, Caló se olvida de mencionar que los salarios metalúrgicos son de miseria. La última paritaria, los metalúrgicos perdieron desde un 8% hasta un 15% del salario con respecto a la inflación 2019, según como se lo midiera. Por otra parte, la cláusula que estipulaba un “Ingreso Mínimo Global de Referencia” en marzo planteaba apenas 27 mil pesos. Son cifras que ya en ese entonces eran vergonzosas. Un ingreso mínimo de 27 mil pesos suponía estar 13 mil pesos por debajo de la canasta básica familiar con la que se mide la pobreza (que en marzo fue 40.790 pesos). Imaginemos ahora, con un escenario donde los precios suben y la emisión va a provocar una hiperinflación. Sobre estos salarios, Caló nos viene anunciar que “lograron retener” un 86% del neto.

Claro, que el acuerdo nos guarda algo más. La frutilla del postre es que se le dedicó una cláusula a aclarar que la “prohibición” no implica “restringir el poder disciplinario del empleador, ni la aplicación de otros supuestos de extinción del contrato de trabajo tales como retiros voluntarios, desvinculaciones por mutuo acuerdo, jubilación, fallecimiento, incapacidad absoluta, finalización del plazo o agotamiento de la eventualidad en los contratos temporales extinción por voluntad unilateral del trabajador”. Aunque efectivamente nunca se prohibieron dichas modalidades de finalización del contrato, es toda una confesión de lo que los capitalistas pretenden realizar a futuro: despedir de forma encubierta, presionando sobre todo con retiros voluntarios y no renovando los contratos eventuales. Y eso será solo el comienzo. Se viene claramente una pos-pandemia con despidos en el sector.

Frente a una burocracia sindical que nos entrega en bandeja, llamamos a poner en pie la organización de los trabajadores del sector, con asambleas en todos los lugares de trabajo. Necesitamos además una gran Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados. Solo un plan de lucha nacional va a poder parar la ofensiva patronal.

Corriente Clasista Goyo Flores

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