Poco duró la alegría de cobrar 4 días antes de lo esperado. El sábado, al mirar el homebanking o el COULI, un gran número de docentes se encontró con descuentos: “retenciones por paros”. La cifra varía y en los grupos de whathsapp se leen compañeras/os que informan de 30.000, 60.000 pesos y más. Es llamativo es que el descuento es masivo e indiscriminado. Es decir, incluso docentes que no adhirieron tuvieron estas retenciones. No hay que explicar a nadie lo que implica en una familia trabajadora ir a pagar las cuentas y encontrarse con que le amputaron una parte de su salario que, aun entero no alcanza para llegar a fin de mes.
Tal vez, sí valga la pena explicar el porqué de los descuentos. Kicillof no se mostró especialmente saboteador de los paros masivos convocados este año por la multicolor. De hecho, frente a las movilizaciones que realizaron las fuerzas Multicolor a la DGCYE para exigir el reconocimiento del derecho a huelga, aceptó las cartas luego de la toma y permanencia de las compañeras y compañeros. Eso es así porque el sabotaje directo se lo dejó a las jefaturas distritales y a su burocracia amiga, la Celeste. Las primeras informaron a las escuelas que el paro no era legal y, por lo tanto, las secretarías debían consignar falta injustificada a quienes adhiriéramos. Desde los distritos celestes, por su parte, enviaron comunicados para desarmar los paros con halagos al gobernador y a los intendentes kirchneristas allí donde fueran ejecutivo de las intendencias. Además, mandaron a todos los cuadros celestes a que intervinieran en las escuelas con la línea de “no le haga paro a Kicillof, no sea cómplice del avance de Milei”.
Pese a que un número de compañeras/os consideró que el paro podía atentar contra la escuela pública, tal como insistía la celeste, lo cierto es que la medida fue masiva en toda la provincia. No podía ser de otra manera: los aumentos no llegan a tapar lo que la inflación se lleva, IOMA funciona mal, las escuelas (aun esas con linda lavada de cara hecha por algunas intendencias) no están en condiciones de alojar a las y los estudiantes cumpliendo todos los requerimientos, trabajamos todas las horas que podamos tomar, nuestros alumnos comen mal, aprenden poco, sufren violencia que luego reproducen, esperan una vianda en la escuela que muchas veces son empanadas de aire o pizzas con apenas queso, y una larga lista de etcéteras.
Entonces, frente a la masividad de los paros, Kicillof esperó porque tenía que ganar una elección. Quiso endulzarnos un poco con un aumento con el sueldo de septiembre que ya vimos esfumarse. Luego, fue votado masivamente, ganó la elección y ahora sí, tranquilo, puede volver al ataque. Una vez asegurada la siguiente gestión empieza el orden y el recorte. Ya tiene la obediencia de la Celeste y toda la burocracia peronista, debe apagar el foco de resistencia que le queda: la Multicolor y la docencia que se organiza. Por eso, una de las causas de los descuentos indiscriminados puede tener que ver con la necesidad de contundencia en el mensaje: que todos se enteren, las medidas de lucha serán castigadas. ¿Qué peor castigo para una familia trabajadora en este momento que vivir con menos de lo que espera cobrar?
Vienen momentos muy complicados. Tanto o más que los que atravesamos hace años. No podemos dejar que sigan avanzando. No es momento de esperar a ver qué pasa. Organizate, afíliate, luchemos por lo que es nuestro.
Movilicemos junto a las Seccionales Multicolor este 15 de noviembre a La Plata:
-Por la devolución de los descuentos.
-Por la defensa del derecho a huelga.
Corriente Nacional Docente Conti-Santoro
4-1-23