Por Julia Deyme
El pasado 4 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones para renovar las autoridades de AGMER, tanto a nivel provincial como departamental. Nuestra Corriente Nacional Docente Conti-Santoro participó con lista propia para la elección de Comisión Directiva Departamental de Colón, donde hoy somos la minoría oficial en el gremio producto de la elección del 2017. Como integrantes de la lista Multicolor también participamos de la elección provincial para el Consejo Directivo Central, así como de la lista para congresales en el Departamento de Paraná.
En la elección del 2017, nuestra corriente formó un frente con la agrupación Rojo y Negro, en aquel entonces opositora a la conducción celeste de Integración obteniendo 260 votos. Recordamos, además, que esa fuerza participó (en su mayoría la fracción RyN vinculada al espacio que integraba el PCR) como Multicolor en las elecciones de CTERA ese mismo año. En aquella elección Departamental, habiendo superado el 20% de los votos, logramos obtener la minoría en la seccional de AGMER-Colón.
Un dato no menor a la hora de hacer balances reside en el hecho de que para las elecciones de 2021, después de más de un año de pandemia, de mandatos vencidos, se puso en vigencia la nueva reglamentación electoral. Lo cierto es que la reforma del Estatuto, en 2019, dejó mucho que desear, sobre todo para quienes somos minorías. En primera instancia, la reforma aumentó el porcentaje de votos para acceder a las minorías: ya no basta con el 20%, sino que ahora se debe alcanzar el 30% de los votos. Claramente la jugarreta de la Rojo y Negro, que se reconvirtió al oficialismo traicionando los acuerdos generales del 2017, e Integración, alineada con la Celeste a nivel nacional, fue restringir cada vez más la posibilidad de ocupar espacios de poder a las agrupaciones más pequeñas. Basta revisar los porcentajes para tener una clara magnitud de cómo la Multicolor habría llenado esos espacios con el Estatuto viejo. Por eso, para empezar, en el Departamento de Colón la elección dejó un claro resultado para nosotros: somos quienes representamos la verdadera minoría del departamento Colón, pero sin tener acceso a la Comisión Directiva producto de la reforma del estatuto. Acaso conviene preguntarse ¿qué clase de democracia sindical existe si un gremio exige sacar más de un tercio de los votos para acceder a un lugar dentro del Consejo Directivo? Dicho de otra forma, el nuevo estatuto proscribe a todos los docentes que no comulgan con la lista oficialista. Por otro lado, en la misma reforma estatutaria y con el mismo objetivo, se introducen nuevas secretarias de acuerdo a la cantidad de afiliados de los departamentos, que en términos estrictos solo sirven de relleno y tienen como objetivo, otra vez, dificultar la posibilidad de presentar listas a aquellas organizaciones más chicas o recién creadas que se ven en la obligación de tener que conseguir más personas solo para el armado de la lista.
Además, en estas elecciones, se implementó un nuevo sistema de padrones, en donde cada afiliado aparece, según donde trabaje, en padrones de filiales o en el de seccional. El problema en este sentido fue la desorganización y la falta de información de la conducción provincial. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que los afiliados no tuvieron acceso al padrón provisorio y el definitivo, solo estaba en la seccional. Así, cada afiliado debía acercarse a consultarlo, algo muy raro y precario en una época donde todo está disponible en formatos digitales.
Como no podía ser de otra manera, esta nueva modalidad provocó malestar en los compañeros que se acercaban a votar en las escuelas y para su sorpresa encontraban que no figuraban en el padrón que correspondía. Para votar debían acercarse a la seccional para realizar el llamado «voto en tránsito». Para peor, muchos compañeros fueron quitados del padrón y se enteraron en la misma mesa a la que fueron a votar que ni siquiera figuraban, cuando hacía años que se les descontaba el aporte sindical.
¿Cuál es el nuevo escenario que dejaron las elecciones? A nivel provincial, el oficialismo nucleado en Marcha Blanca (AGMER de Todos, Rojo y Negro, lista Blanca, y Ñandubay) obtuvo el 79% de los votos, mientras que el debut de la lista Multicolor cosechó un 21% en el escrutinio definitivo, mostrando que queda constituida una oposición por izquierda a la conducción oficialista ligada al ajuste de los Fernández. De no haberse modificado el Estatuto, la Multicolor ocuparía la minoría en el gremio y no solo en la Departamental Uruguay. Algo similar puede encontrarse en otros departamentos y/o filiales: la Multicolor habría obtenido minoría en Concordia y en Filial San Benito. En varios departamentos y frente a la ausencia de lista Multicolor el rechazo se expresó bajo la forma de voto en blanco. Así ocurrió en Federal donde el blanco se expresó como repudio a la conducción Marcha Blanca. Lo mismo ocurrió en Gualeguay, en Tala, en Filial Macia, en Victoria, en Gualeguaychú y Villaguay (con un porcentaje superior al 16% y 14%) entre otros. Renglón aparte merece Nogoyá donde el voto en blanco superó al 54% del padrón en departamental y filial y la Multicolor cosechó más del 21% de los votos en la lista para comisión central. Lo que queda en claro es que la forma en la que se conformó la lista oficialista muestra las mezquindades del caso: alianzas y separaciones con el único fin de mantener sus lugares de poder.
En Colón, pese a todas las dificultades y trabas puestas por las dos agrupaciones mayoritarias, la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro obtuvo cerca del 23,62% de los votos escrutados, con un total de 219 votos. Producto de la reforma proscriptiva del Estatuto no accedimos a representar un lugar de manera oficial en el gremio. Sin embargo, la elección realizada nos coloca objetivamente como la minoría del gremio, ya que representamos la voz de más de 200 docentes que rechazaron el ajuste que apoya Marcha Blanca con la Rojo y Negro incluida. Algo que se verifica más aún si miramos cuál fue la composición del voto en las filiales, allí donde no presentamos lista: el repudio de las y los docentes a la lista celeste se hizo sentir bajo la forma del voto en blanco que oscilaron entre el 19% y el 33% de los votos. Por eso, nuestro compromiso con la docencia del departamento se redobla: no permitiremos que se intente poner al gremio como furgón de cola del gobierno nacional y su política. La Conti-Santoro seguirá construyendo esta minoría real en todas las escuelas organizando a las y los compañeros.
Las elecciones, el día después
Pasado los comicios y antes de que estuvieran los resultados del escrutinio definitivo, comenzó la reactivación del sindicato después de meses de extremada quietud.
Como todos sabemos, el salario ya no nos alcanza desde hace muchos años. Esta gestión que validó sus lugares el pasado 4 de noviembre ahora pretende que no tuvo nada que ver con este cuadro actual. Así, comenzaron la agitación para la reapertura de la paritaria; algo que había sido decidido en la última sesión del Congreso allá el 17 de septiembre, pero oportunamente decidieron no agitar en un cuadro de elecciones a nivel nacional. Siempre cuidando los intereses del peronismo. Recientemente, con una nota publicada por Víctor Hutt, recordaron la importancia de la reapertura de las paritarias. Ellos, celestes y Rojo y Negro militaron la aceptación estipulando que los números proyectados de inflación planteados por el gobierno eran los correctos. Ahora ven que no llegamos a fin de mes … Cosas que pasan cuando te pones la camiseta del patrón.
Justificaciones para sus acciones siempre encuentran. Explicaron que se aceptó la oferta de aumento del 35% en 4 tramos, pero “fue declarada insuficiente y se tomó a cuenta para reabrir paritarias más a delante”. La realidad es que por más que se la declare insuficiente, la cuestión pasa por la aceptación. Si se considera que es poco el porcentaje de aumento, ¿Por qué se acepta? ¿por qué vamos a cerrar una paritaria con un discurso derrotista? ¿por qué no extremar las medidas de fuerza? Eso no está en el horizonte de la conducción sindical.
Para peor usan los mismos aforismos que el gobierno. En la misma nota en cuestión parecieran alegrarse porque, según sus dichos, “vemos que poco a poco se va dejando atrás la recesión que produjo la pandemia”. Digna frase para hacer un meme. Sobre todo, si tenemos en cuenta que el dólar cada vez aumenta más y con él suben todos los precios, cuando la desocupación alcanza al 9,6 % (según el dato oficial del INDEC que ya sabemos puede multiplicarse por dos y por tres) y la pobreza alcanza al 40,6% de la población (datos de INDEC) donde casi siete de cada diez niñas y niños viven en condiciones de pobreza. De este lado del planeta, de recuperación se ve poco; sospecha que se alimenta más cuando vemos que los sindicatos que negocian las paritarias en su mayoría están alineados con el gobierno de los Fernández.
Por último, pero no menos importante, la vocación de lucha de nuestros dirigentes. Hacia el final de la nota avisan “nos causará mucho sufrimiento tener que iniciar un plan de lucha en este tiempo que estamos haciendo el mayor esfuerza en nuestras escuelas por recuperar lo perdido en pandemia”. No sabemos si el sufrimiento es por realizar medidas de fuerza a un gobierno que no se recupera de unas elecciones desastrosas o por realizar acciones de lucha a un patrón que les es afín. Lo cierto es que si el justificativo es porque estamos a fin de año haciendo un esfuerzo por subsanar los problemas de la educación en pandemia, una vez más, la culpa es de la propia conducción que no hizo nada para revertir las condiciones en las cuales fuimos sometidos las y los docentes y los propios estudiantes. Porque como sostuvimos desde el primer día en que se suspendieron las clases presenciales, el sindicato debía encargarse de exigir las herramientas necesarias para la educación pudiera llevarse de la forma más adecuada posible y no con inventos y parches que propuso el CGE en consonancia con el Ministerio de Educación, parches que fueron celebrados desde la conducción. Parches que objetivamente abandonaron a esas escuelas a su suerte.
Como si no tuviéramos ya suficiente, en otra nota, el reelecto secretario general de AGMER, Marcelo Pagani, dialogó sobre el triunfo de la lista Marcha Blanca. Pagani aduce que el triunfo de la lista se debe a que las bases han logrado comprendieron que la unidad en el sindicato debe primar, incluso por sobre las condiciones laborales de toda la docencia entrerriana que ellos no van a defender. En la misma línea, anticipó un llamado a “ser parte” a la lista Multicolor, curioso cuando de hecho somos parte del sindicato, fueron sus jugarretas las que dejan fuera de la representación sindical a la minoría. No necesitamos ninguna invitación para intervenir en los problemas que atraviesa la docencia, porque de hecho somos la minoría real, la verdadera oposición y desde allí batallaremos.
En otro punto de la entrevista se le pregunta a Pagani por la alineación de la CDC con el gobierno provincial, a lo que contesta que cada uno tiene sus ideas pero que no milita en ningún partido político y que las muestras de independencia con el poder de turno en la provincia se deben buscar en lo que va de este año con las acciones llevadas a delante por el sindicato: la carpa blanca frente a la casa de gobierno y la desconexión virtual ante la falta de garantías en las escuelas en plena ola de contagios… el problema es que en realidad no siempre como muestra hace falta un botón; como señalamos más arriba, en plena pandemia no se molestaron en exigir las condiciones necesarias para trabajar, lo mismo cuando tuvimos que retornar a las aulas con un protocolo lavandina y mejor ni hablemos de los problemas garrafales que tuvimos que lidiar con nuestra obra social (a las cuales las respuestas de nuestros representantes fueron básicamente escuetas o nulas) y la quita del 3×1 en nuestro régimen jubilatorio. Que el secretario general se excuse en dos ejemplos poco representativos expresa la falta de argumentos para defender el título “fantástico” de la misma nota: “con absoluta independencia del poder de turno”.
Un nuevo horizonte
Como dijimos al principio, somos la minoría real en el departamento Colón y en toda la provincia, por más que hayan cambiado las reglas de juego para sostenerse en el poder. Vamos a seguir luchando por un nuevo horizonte dentro de nuestro sindicato, peleando en cada asamblea y en nuestras escuelas. Lentamente pero de forma cada vez más sólida, el rechazo a esta conducción se expresa a través del voto opositor o donde no hay opción al repudio más liso y llano bajo la forma de voto en blanco.
Porque encarnamos la lucha de un verdadero sindicato independiente de la patronal, porque el objetivo de las dos canastas básicas totales reales tiene que ser el horizonte de lucha para no correr todos los años detrás de la inflación. Porque mejorar las condiciones de nuestros lugares de trabajo no debe ser algo que se dice a la ligera. Porque la revalorización de nuestro trabajo y las condiciones de vida no puede quedar postergada o sujeta a quien este en el poder. Porque defendemos y luchamos por una educación científica, laica, feminista para nuestros estudiantes, para sacar a la escuela del lugar de contención social en el que la ubican los gobiernos y este sistema social.
Agradecemos a todos los docentes que confiaron en nosotros para ser su voz en el sindicato y llamamos a poner en pie una verdadera oposición que ejerce un rol activo en la lucha contra el ajuste y el avance contra nuestras condiciones de vida. Por lo pronto, tenemos por delante la elección de Delegados por Escuela. Llamamos a todos a construir un cuerpo de delegados clasista para llevar la voz de las y los trabajadores a cada instancia de discusión sindical.