Guerrero Motos: La patronal avanza, la CGT Rosario no tiene un plan de lucha

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Desde el inicio de la pandemia, la ensambladora de motos Guerrero Motos de San Lorenzo, no brinda los elementos necesarios para la seguridad e higiene de sus trabajadores. Frente a los reclamos reiterados, la patronal respondió subestimando el asunto y obligando a personas de riesgo a trabajar de manera presencial. En respuesta a este accionar irresponsable y la suspensión sin goce de sueldo de 5 compañeros, los trabajadores iniciaron desde finales de octubre un paro indeterminado con piquetes en la entrada de la fábrica que continuó hasta diciembre. Durante el conflicto, el Estado respondió solamente con la represión policial -con arma de fuego-. Y hasta el propio propietario incendió el auto de uno de los trabajadores. El conflicto y el paro se acentuaron con descuentos noviembre que fueron desde el 10 al 15%, sin obtener ninguna explicación al respecto. Incluso les fueron negados los recibos de sueldo.
Para diciembre la situación fue aún peor: se suspendieron por completo los pagos y despidieron a 23 obreros. Desde entonces, el conjunto de la planta se organizó para reclamar en la puerta de la fábrica por la reincorporación de los compañeros y el pago de los sueldos adeudados. La patronal ha sido llamada reiteradas veces a conciliación obligatoria, pero jamás se ha presentado a las audiencias frente al Ministerio de Trabajo. Cabe destacar, por último, que estamos ante otra empresa que ha sido beneficiada con el cobro de la ATP (Asistencia de Emergencia para el Trabajo y la Producción), con la cual el Estado subsidió las ganancias de los empresarios abonando el 50% de los salarios.

La detención de Román Moyano

El secretario gremial de SMATA, Román Moyano, se encontraba acompañando a los trabajadores despedidos que se encadenaron en la entrada de las instalaciones. La patronal ya había tramitado una orden judicial que impedía el bloqueo de la entrada de la fábrica. Al presentarse la policía, buscaron directamente a Moyano, diciéndole que «el fiscal quería hablar con él».
Así lo llevaron detenido este martes 26 al mediodía hasta que su abogado pudo excarcerlarlo. Ahora se espera la resolución del proceso judicial. Moyano fue imputado por los delitos de «incumplimiento de mandato judicial» y «turbación de derechos”. Se trata claramente de un acto de persecusión gremial y de violación de los derechos sindicales de los trabajadores. De este modo, pretenden aleccionar a los trabajadores que luchan.

Una reunión inocua

Ayer, en la sede de la CGT de Rosario, se reunieron representantes de distintos gremios de la región en rechazo al accionar del fiscal Balbis, quien ordenó la detención de Román Moyano.
Sus declaraciones son más que anecdóticas: el secretario general de SMATA Rosario declaró que el gremio «apoyó y acompañó» a la empresa en épocas de caídas de ventas pero que «de eso se olvidan los patrones.» Ya sabemos lo que significa que la burocracia acompañe y apoye a las empresas: más ajuste a los trabajadores. Los trabajadores deben tomar nota de esto: la misma política del SMATA ha sido la de colaborar con la patronal en la crisis.
Por otra parte, la ausencia de resoluciones pertinentes para ganar el conflicto por parte de la CGT Rosario, es evidente. De la reunión no salió ninguna medida de lucha. Frente al avance del Estado sobre los derechos gremiales, se limitan a hacer la pantomima de defender los intereses de la clase obrera y sus derechos sindicales, sin dejar de mostrar sus intenciones conciliadoras con la burguesía.
Mientras tanto, entre el tire y afloje de la patronal, la burocracia sindical y el Estado, estamos los trabajadores ocupados y desocupados en la lucha por sobrevivir a una crisis que avanza sin límites sobre nuestras condiciones de vida. Lo que viene sucediendo con la empresa Guerrero Motos es una muestra clara de que la burguesía es capaz de recurrir al accionar más violento. Es por eso que necesitamos unir nuestros reclamos en una organización independiente que se ponga al frente de las luchas obreras, no para resistir en las condiciones de miseria en que nos mantiene la burguesía parásita que gobierna sino para conquistar una vida verdaderamente más digna. Por eso hay que poner en pie una Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados.

Exigimos la inmediata reincorporación de los 23 trabajadores despedidos y el pago de los sueldos adeudados.

Por el desprocesamiento de Román Moyano, la representación gremial es un derecho conquistado por los trabajadores.

Por una Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados que reúna todos los reclamos de la clase obrera y organice una salida socialista a la crisis.

Corriente Clasista Goyo Flores 

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