El martes 14 de octubre tuvo lugar en el centro de San Miguel una masiva movilización que conmovió la monótona vida de esta ciudad del conurbano. Su motivo fue el pedido de justicia ante el crimen social de Lucía Costa, ocurrido en el bar “ZAR Burguers & Beer”, de esa localidad, el viernes anterior. Allí estuvimos.
Con la presencia de diferentes medios de comunicación masivos, los aproximadamente sociales700 asistentes se congregaron en la plaza central de esta ciudad, frente a la catedral. Desde ahí, luego de unas palabras de Lorena, la madre de Lucía, comenzaron a marchar hacia el palacio municipal, para luego dirigirse hasta el bar ZAR, objetivo final de la misma y donde se realizaría el acto final.
Fue al llegar frente al palacio municipal donde quedó clara una diferencia importante entre los manifestantes. Mientras un primer grupo, de alrededor de 100 personas – entre las que estaba la madre de Lucía – se detenía en cada esquina de la plaza a rezar y, al encontrarse frente a la municipalidad se limitaron a aplaudir y seguir su camino; el otro grupo, en el que estaba Pablo Costa – padre de la víctima fatal – y la enorme mayoría de la columna, se detuvo y concentró ahí. Las más de 600 personas de este segundo grupo no se limitaron a aplaudir. Al grito de “justicia” y “asesinos” subieron a la vereda y desplegaron sus banderas y pancartas, para luego descargar insultos furiosos entre pedidos de renuncia y acusaciones de corrupción hacia Jaime Méndez, el actual Intendente, y su gobierno. En este segundo grupo, se destacó la muy nutrida y activa concurrencia de manifestantes provenientes del barrio de José C. Paz en el que Lucía misionaba desde hace un tiempo. La gubernamental Agencia Télam concentró su cobertura en ese primer y minoritario grupo, destinando apenas unos segundos a un paneo rápido sobre el segundo. Una clara muestra de que aquí no hay grieta, el oficialismo pretende lavarle la cara al intendente macrista.
Tras esto, ambos grupos siguieron marchando por separado y pacíficamente por la avenida central de San Miguel, alternando los aplausos con los pedidos de justicia, para finalmente confluir en su destino. Allí, entre breves discursos, canciones y aplausos se desarrolló el acto, que finalizó con el “empapelado” del frente del bar con afiches, carteles y grafitis alusivos.
¿Cuáles fueron las respuestas de los gobernantes? Desde la intendencia de Méndez, más allá del miserable ofrecimiento a los padres de Lucía que mencionamos en nuestra publicación anterior, la reacción fue el silencio y la inacción. Todos los martes, el municipio realiza un intercambio vía Facebook con los vecinos. Desde el martes 13 esta iniciativa fue suspendida. La transmisión fue reemplazada por una grabación subida a las redes al día siguiente a la masiva movilización en su contra. ¿Qué se dijo allí? Que el municipio cerró la boca desde el día que murió absurdamente Lucía “por respeto a la familia en momentos de dolor”. Curioso, porque si algo ha hecho la familia es no callarse la boca desde el día cero para exigir respuestas del municipio, que había habilitado el bar.
La oposición dentro del Municipio no ha hecho nada. Su cara visible es el Concejal y Jefe de Bloque por Unidad Ciudadana, Franco La Porta. En su declaración radial del día anterior a la marcha, no atinó más que a ampararse en dos pedidos de informes al Intendente, por parte del Consejo Deliberante. Si el organismo tenía sospechas de habilitaciones irregulares, debería haber actuado, no simplemente pedir informes. ¿Un concejal necesita un documento escrito para ver lo que ocurre, permanentemente desde comienzos de septiembre, a toda hora y en todo lugar en el partido de San Miguel? En el caso concreto, el Bar ZAR se encuentra a 4 cuadras del Consejo Deliberante.
Ante la falta de respuesta del ejecutivo municipal que ya causó una muerte y ocho heridos, tres de ellos muy graves, y ante la evidencia de que los pedidos de informes le importan poco y nada ¿qué duras acciones toma la bancada peronista mientras repiten que la del bar “era una actividad no habilitada” por la gobernación de Axel Kicillof? Lógicamente, emitir otro pedido de informes, que tiene otros 10 días hábiles como plazo de respuesta. Lo que se dice una “oposición” implacable…
Lo dijimos y hoy lo reafirmamos: la muerte de Lucía es un crimen social. El comportamiento de quienes nos gobiernan, tanto el oficialismo municipal macrista como la oposición kirchnerista, lo confirma. Ambos se hacen los distraídos, callan o ensayan respuestas con las que se lavan las manos. Mientras tanto, nuestra vida corre peligro.
¡Justicia por Lucía Costa y todos los damnificados!
¡Cárcel a todos los responsables directos y políticos !
¡Basta de crímenes sociales!
Razón y Revolución Regional GBA Noroeste
